En el corazón del Valle del Pas y a solo media hora de Santander, se encuentra el pueblo de Puente Viesgo, constituido en la Baja Edad Media. Las primeras huellas documentales ya hablaban del puente sobre el río que acabaría por dar nombre al municipio. Puente Viesgo bien merece una visita; no en vano fue honorado con el premio al Pueblo de Cantabria en el año 2007.
Qué ver en Puente Viesgo
Esta pequeña localidad cántabra no deja de sorprender con toda la oferta turística que posee. Se encuentra, por ejemplo, uno de los más importantes conjuntos de cavernas prehistóricas de la región, que de hecho ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es concretamente en el monte Castillo donde se abren las diversas cavidades que albergan muestras de arte paleolítico. Estas cuevas se conocen como El Castillo, Las Chimeneas, Las Monedas y La Pasiega.
Cueva de la Pasiega
La Cueva de la Pasiega resalta por sus pinturas de línea ancha y color ocre. En sus paredes aparecen representados ciervos, bisontes y caballos, además de numerosos grabados, declarados zona arqueológica ya en 1924.
Cueva de las Monedas
Perteneciente al periodo Magdaleniense superior, presenta espectaculares formaciones geológicas junto a pinturas de animales en negro.
Cueva del Castillo
Descubierta en 1903 por Alcalde del Río, alberga manifestaciones de arte rupestre de cronología Solutrense-Magdaleniense.
Cueva de las Chimeneas
Las manifestaciones humanas son del Solutrense y reflejan en pinturas y grabados de arcilla, ciervos y otros animales de estilo esquemático y rígido.
Balneario de Puente Viesgo
Desde el siglo XVIII, Puente Viesgo cuenta con un balneario que aprovecha las aguas medicinales del manantial. Sus aguas termales fueron declaradas de utilidad pública en 1862 y están especialmente indicadas para las enfermedades del corazón, del sistema nervioso, hipertensión arterial y reumatismo visceral. Se trata de unas aguas únicas en España, cuya calidad ha comprobado en repetidas ocasiones la Selección Española de Fútbol, que ha celebrado varias de sus concentraciones en este balneario.
Con la llegada del ferrocarril a la zona, el balneario alcanzó su mayor auge, con la visita de personalidades ilustres como el Marqués de Comillas, Benito Pérez Galdós o Menéndez Pelayo.
Iglesia de San Miguel
La Iglesia parroquial de San Miguel es una construcción neo-románica construida entre los años 1948 y 1957 que conserva aún algunas imágenes góticas, la torre y una capilla interior dedicada a San Miguel. La iglesia cuenta con un Cristo en piedra esculpido por el extraordinario artista cántabro Jesús Otero. La cúpula central tiene una altura de 14 metros con un ábside semicircular conformado por 15 arcos de estilo romántico adornados con las imágenes de San Miguel Arcángel y los doce apóstoles. Cabe resaltar su bella portada, cuyas columnas recuerdan al Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela.
Estación de tren y locomotora Reyerto
En 1899 se creó la Sociedad Nueva Montaña del Hierro y del Acero de Santander. Para trasladar el hierro y la caliza de las minas de Camargo a su factoría, la compañía construyó un ferrocarril que atravesaba Las Presas mediante un túnel de 444,35 metros. En 1906 se puso en marcha el ferrocarril con dos locomotoras eléctricas de 80 caballos que resultaron insuficientes para arrastrar los pesados vagones. Por tal motivo, se abandonó la tracción eléctrica y, en 1913, se adquirieron dos máquinas de vapor de mayor potencia.
En los años cincuenta, cesó el transporte del mineral desde Camargo; motivo por el cual, las locomotoras fueron destinadas a desplazamientos dentro de la fábrica y al muelle propio de Nueva Montaña, en el puerto de Santander. La locomotora “Reyerta” estuvo operativa hasta el año 1973.
A día de hoy, ha sido restaurada de acuerdo con los planos de fábrica, y se encuentra expuesta al público en el parque junto a la antigua estación de Puente Viesgo.
