Considerado como la esencia de la sierra de Gata, Trevejo es un pueblo declarado de Interés Turístico por varios motivos: para empezar, por su cuidada arquitectura, típica de la zona y bien conservada; para seguir, por su ubicación estratégica, desde la que se puede disfrutar de las sierras de Garduño, Albilla, San Pedro y Cachaza; y para terminar, por las ruinas de su castillo, que data del siglo XV y pertenece a la Orden de San Juan de Jerusalén.

El 1 de enero de 2024 entró en la lista de la Asociación de los Pueblos Más Bonitos de España.

Cerca de la línea occidental que separa España y Portugal, Trevejo se integra en el conjunto municipal de Villamiel, ubicado a una altitud media de unos 700 metros sobre el nivel del mar.

Con una larga historia a sus espaldas, esta pedanía (que no hay que confundir con San Martín de Trevejo) fue ocupada por musulmanes y cristianos debido a su privilegiada ubicación. Y como siempre, el pasado deja huella, y esta es visible en su patrimonio histórico, en su arquitectura, en su castillo del siglo XV y en la iglesia de San Juan, con tumbas antropomórficas excavadas en la roca.

Trevejo en Cáceres
Trevejo en Cáceres

Además de su amplio tesoro patrimonial e histórico, Trevejo goza de un entorno natural privilegiado y extenso, labrado en algunas zonas, lo que genera contraste entre los tonos de los campos y los vivos colores de la naturaleza libre. Es por ello que, para los amantes del senderismo, este pequeño pueblo extremeño tiene múltiples opciones que ofrecerles.

Un poco de historia

Trevejo surgió de la necesidad de los musulmanes, en el siglo IX, de defenderse de los ataques cristianos en la Reconquista, para lo cual, crearon en la sierra de Gata una serie de fortalezas. Tras la Reconquista, los leoneses encontraron unas tierras semidesérticas, y fueron las órdenes militares las encargadas de repoblar la zona. La sierra fue dividida en tres encomiendas: Salvaleón (Orden de Alcántara), Trevejo (Orden de Hospitalarios) y Santibáñez (Orden de Alcántara).

El actual castillo de Trevejo debió de construirse a mediados del siglo xv, sobre cimientos de una base primitiva. Como consecuencia de los daños producidos por la Guerra de Sucesión Española, se hicieron reformas en el siglo XVIII. En 1859, Trevejo pasó a depender de Villamiel. El castillo ya se encontraba entonces en ruinas.

Gastrononmía cacereña

Por si aún te faltaban motivos para visitar este precioso pueblo, aquí te dejamos una pequeña muestra de los platos típicos que podrás degustar cuando vayas. ¡Que aproveche!

Torta del Casar

El producto estrella por excelencia y famoso en todo el país, siendo denominación de origen de Extremadura. Se elabora en el Casar de Cáceres, a 11 kilómetros de la capital cacereña, a base de leche cruda de oveja procedente de ganaderías controladas, cuajo vegetal y sal. Es un queso de corteza fina, muy cremoso y de sabor poco salado y ligeramente amargo. La Torta del Casar es tan valorada, que en 2019, la que se elabora en la Quesería Doña Francisca fue nombrado, ni más ni menos, que el tercer mejor queso del mundo.

Migas

Las migas son típicas de toda Extremadura, pero si estás en Trevejo, las tienes que probar sí o sí. Sus principales ingredientes son pan, aceite, ajo y pimiento. A partir de ahí, puede haber diferentes variantes, como chorizo, panceta o pimentón de La Vera. Sea como fuere, es un plato muy contundente del que disfrutarás cada miga.

Patatera

Este embutido típico de Extremadura está hecho a base de una mezcla de grasa de cerdo ibérico con puré de patatas y pimentón. Su apariencia es muy similar a la del chorizo, pero como la textura es blanda, también puede consumirse untado en pan.

Zorongollo

El zorongollo es una ensalada de pimientos rojos asados, cebolleta, ajo, aceite y vinagre. Algunos también le echan huevo, ventresca o patata. Un plato muy veraniego, aunque se puede comer en cualquier época del año.