Montclar, en Barcelona, se encuentra a más de setecientos metros de altitud, en la cima de una colina con el mismo nombre. Se trata de un pueblo que está conformado por una veintena de casas de piedra que datan de los siglos XVII y XVIII. Allí podrás disfrutar de la tranquilidad en un municipio rodeado por un paisaje natural precioso. Sin duda, es un sitio ideal para disfrutar de la vida rural y hacer excursiones en familia.
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Montclar
El núcleo de Montclar data del siglo X, y se ubica en el punto de confluencia de los caminos que unían las comarcas del Berguedà, Solsonès y el Bages. El poblado de Montclar se despliega alrededor de una plaza, que era el centro neurálgico y lugar de celebraciones como la Feria de Reyes. Más tarde, entre los siglos XVII y XVIII, la población creció considerablemente, sobre todo con las viviendas de los arrieros. Estas edificaciones se han mantenido hasta nuestros días y allí podrás observar topónimos en viviendas como el hostal, la herrería, el horno de pan, el barbero, el sastre o el marchante
Uno de los elementos emblemáticos del pueblo es la balsa. Esta es una superficie circular casi completamente cerrada por un muro de unos dos metros de altura. La única zona abierta de la circunferencia es una apertura con escaleras que da acceso a la plaza del pueblo. Antiguamente, la balsa se llenaba de agua de lluvia y durante la Feria de Reyes se utilizaba como abrevadero para el ganado que allí se comercializaba. En la actualidad ha crecido bastante vegetación, lo que genera un espacio muy agradable para disfrutar del fresco durante los meses más calurosos.
Otra construcción importante es la iglesia que se encuentra en un extremo de la plaza. Esta es de origen románico, aunque ha tenido numerosas modificaciones posteriores con elementos barrocos y neoclásicos. Además, en su interior se conservan dos retablos que datan del siglo XVIII y del siglo XIX.
Más sitios de interés
Otro sitio relevante de Montclar es el castell. El edificio solía ser la casa señorial que flanqueaba la entrada del pueblo. Se trataba de un castillo de reconquista que aprovechaba su enclave elevado para hacer de vigía y proteger a la población. A lo largo de su historia, pasó por diferentes propietarios nobles, caballeros e incluso reyes, como Jaime II o Alfonso el Magnánimo. Actualmente, solo se conservan algunos elementos subterráneos en la casa de Cal Sastret, que fue edificada en el lugar donde se encontraba el castillo del siglo XVI.
En Montclar podrás disfrutar también de la naturaleza y sus paisajes. Por ejemplo, justo al lado de la carretera que conduce al núcleo del pueblo se encuentra el Pla de les Alzines. Allí te encontrarás con un conjunto de encinas centenarias rodeadas de campos de explotaciones agrarias. Además, en este plano es donde se organiza la Feria de los Reyes, que anteriormente se ubicaba en la plaza del pueblo.
También, cada primavera se celebra en el pueblo la Caminata popular de Montclar. El gran atractivo de esta es el paisaje del que podrás disfrutar mientras caminas. El recorrido tiene una duración de dos o tres horas. Así, te encontrarás realizando una excursión muy completa por las ondulaciones del Baix Berguedà entre campos, pinares, encinares y robledales. Además, la ruta pasa entre las ermitas locales y las casas de payés que rodean el núcleo de Montclar.
Y desde Montclar podrás visitar también otros pueblos de la provincia de Barcelona. Uno de ellos es Castellar de n’Hug, al norte de Cataluña. Este es un sitio muy interesante, ya que allí se ubica el nacimiento del río Llobregat, conocido como las fuentes del Llobregat.
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