El parque de Cervantes, en Barcelona, es un espacio abierto que se conoce, principalmente, por las amplias zonas de césped con las que cuenta y sus anchos caminos.

Está situado en lo que antiguamente era el torrente Estela que recogía las aguas que bajaban de la cima de Sant Per Mártir. La entrada principal se encuentra en la Avenida Diagonal, lo que permite realizar una visita al espacio “subiendo” por sus suaves pendientes o entrar por la ronda de Dalt y bajar caminando por sus sendas.

El Parque de Cervantes se ha convertido en uno de los preferidos para los paseantes y corredores de la ciudad ya que permite “trotar” o andar fácilmente por sus anchos senderos. El espacio además cuenta con una amplia plaza muy soleada donde está instalada el área de juegos infantiles, mesas de pin pon y una fuente, cerca de la plaza se encuentra una zona de picnic con sombra para poder realizar divertidas meriendas o comidas campestres.

La rosaleda es, sin duda, el lugar más emblemático de todo el Parque de Cervantes, cuenta con una colección de más de 10.000 rosales. Si el paseo da comienzo desde la ronda de Dalt una de las primeras cosas que se ve es una inmensa pérgola con 233 variedades diferentes de rosales trepadores, además esta zona cuenta con varios bancos en sombra que permite al viajero descansar y disfrutar de las vistas de Barcelona rodeados del suave perfume de las flores. El Jardín de los Perfumes es otra de las áreas principales de este parque, situado cerca de la entrada principal en la Avenida Diagonal, cuenta con más de 253 variedades de rosales que destacan por su intenso aroma. Un deleite olfativo y visual para todo aquel amante de las flores.

Todas las épocas son idóneas para visitar el Parque de Cervantes pero en primavera, cuando florecen los rosales, es el momento perfecto para dar un paseo por entre los parterres.