Viavélez es un recóndito y precioso pueblecito de pescadores que se encuentra situado en la comarca de El Franco, que pertenece al Principado de Asturias.
Acercarse a él supone todo un descubrimiento para el turista, ya que parece un paisaje sacado de uno de los cuadros de algún famoso pintor, ya que, miremos a donde miremos, encontraremos luz y colores vivos.
Se encuentra rodeado por completo por los altísimos y rocosos acantilados que crean un paisaje verdaderamente excepcional.
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Viavélez
Este pequeño pueblo de carácter marinero está repleto de casitas tradicionales de colores con galerías y balcones que se asoman a los acantilados.
El lugar idílico de esta villa es su puerto, en el que podremos contemplar los barcos amarrados en el interior del espigón mientras paseamos acompañados por la brisa marina y el olor a mar, lo que te regalará momentos imborrables y preciosas postales desde cualquier perspectiva.
Al llegar, podremos dejar el coche en un aparcamiento que se encuentra en la entrada del pueblo, ya que dentro de este es algo complicado aparcar. A pesar de ello, merece la pena dejar de lado el coche y recorrer a pie cada una de sus calles peatonales de suelo de pizarra para descubrir cada uno de los preciosos rincones del pueblo de Viavélez.
Muchas de sus calles cuentan con una bajada directa al mar, por lo que, si el tiempo acompaña, podremos acercarnos hasta sus preciosas playas para darnos un chapuzón.
Si nos acercamos a la cofradía de pescadores del Santo Ángel, podremos encontrar justo al lado un pequeño mirador con preciosas vistas al pueblo y al mar. En la misma plaza se encuentra la taberna de Viavélez, que es un pequeño bar con terraza donde podremos sentarnos a descansar y tomar algo.
Posteriormente, podremos bajar caminando hacia la punta del espigón, ya que desde aquí podremos contemplar unas impresionantes vistas al Cantábrico.
También podremos acceder al mirador que se encuentra situado por encima de este punto, ya que aquí, además de las preciosas vistas, encontraremos una zona de pícnic y varios senderos que unen toda la costa desde esta zona hasta la Punta de la Cruz, Tapia de Casariego o Navia, lo cual nos propone estupendas rutas de senderismo que transcurren por preciosas playas como la de Porcía, Pormenade o Castello.
Si subimos hasta La Atalaya, las vistas del pueblo y la costa mezclándose son realmente impresionantes. Este lugar era utilizado en la antigüedad para avistar las ballenas del Cantábrico que posteriormente eran capturadas por los pescadores del pueblo.
Desde la calle Corín Tellado, nombre que recibe por ser el lugar de nacimiento de esta célebre escritora, podremos iniciar el ascenso al pueblo y a cada una de sus callejuelas empedradas y estrechas.
Finalmente, no podemos perdernos la visita a uno de los edificios más importantes y emblemáticos, el Palacio de Jardón. Este es un precioso edificio de estilo neoclásico con espléndidos jardines, salones y estancias.
Por todo ello, no podemos dejar pasar la oportunidad de acercarnos a este precioso pueblecito pesquero y dejarnos conquistar por cada uno de sus rincones si nos encontramos cerca de la comarca de El Franco, en Asturias.
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