Castropol es un pequeño pueblo marinero que se encuentra en un cerro a orillas del río Eo, perteneciendo a la provincia de Asturias.

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Castropol

Este es uno de los pocos municipios en los que se habla eonaviego, que es una mezcla de gallego y asturiano.

Castropol está enclavado en la cima de un cerro del que se pueden observar unas vistas estupendas a la ría del Eo y a su desembocadura. Además, su casco histórico tiene un encanto especial desde el que se respira un fuerte ambiente marinero.

Todo el Conjunto Histórico de la Villa de Castropol ha sido Bien de Interés Cultural del Patrimonio Histórico Español.

Castropol
Castropol | Fuente: Portal de Turismo en Asturia

Qué ver

El concejo de Castropol cuenta con un rico patrimonio que va desde lo religioso a la arquitectura civil.

Uno de los edificios religiosos más importantes de Castropol es la Capilla de Santa María del Campo. Esta se salvó de un incendio que se produjo en la villa en 1587 y arrasó con la mayoría de los edificios. De ella, debemos destacar su fachada, que está marcada por contrafuertes. So pórtico está coronado por un arco de medio punto y en su interior alberga un retablo perteneciente al siglo XVIII.

La iglesia de Santiago Apóstol es otro templo que merece ser visitado. Este fue construido a finales del siglo XVI y alberga en su interior un conjunto de retablos de estilo barroco que pertenecen a los siglos XVII y XVIII. Además, cuenta con una torre que se añadió posteriormente en el siglo XIX.

Nuestra siguiente parada será el Palacio de Velledor, que es un edificio en forma de “U” construido en el siglo XVI. Cuenta con una capilla adosada a él que se erigió en el siglo XVIII.

Iglesia Parroquial de Santiago Apósto
Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol | Fuente: Ayuntamiento de Castropol

Otro de los palacios que debemos destacar es el Palacio de Santa Cruz del Marcenado, que anteriormente llevaba el nombre del Montenegro. A un lateral se encuentra una pequeña capilla que alberga en su interior un bello retablo en honor a la Virgen de la Inmaculada.

Seguiremos nuestra ruta contemplando Villa Rosita, que fue construida en varias fases y, posteriormente, ampliada y reformada. De ella destacan sus imponentes almenas y gárgolas. En el siglo XX se añadieron un par de miradores de madera desde los que se pueden contemplar unas vistas realmente increíbles.

Otra visita interesante es la que debemos hacer al monumento de Fernando Villamil, que fue creado por el escultor Cipriano Folgueras utilizando la piedra y el bronce como elementos principales. La figura del marino está levantada sobre una base y, detrás, hay una mujer que representa alegóricamente a la patria. A esto debemos añadirle la gigantesca bola del mundo sobre la base de una columna y el genio alado que se encuentra encima de ella.

Castropol
Castropol | Fuente: Flickr Manolo Barragan Orozco

Retomando los templos religiosos, la Iglesia de San Esteban de Barres. Cuenta con una capilla en el lado sur que se edificó en honor a San Pedro y, lo más curioso de este templo, es que fue edificado por los marineros y pescadores del pueblo.

Finalmente, destaca la fachada del Hotel Peñalba, que es un perfecto ejemplo de la arquitectura art nouveau. Además, este cuenta con grandes miradores y terrazas en tres de sus fachadas que están decoradas con formas vegetales.

Por todo ello, Castropol merece una visita en la que aseguramos que te enamorarás de este pequeño pueblecito pesquero. Además, no puedes irte sin probar los platos típicos de la zona, en la que destacan los pescados más frescos y de mejor calidad.

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