La playa de Cadavedo está situada en el municipio de Valdés, que pertenece a Asturias. Esta es también conocida con el nombre de La Ribeirona y destaca por su forma de concha y sus aguas claras y cristalinas, además de contar con unas formaciones rocosas de gran belleza en sus alrededores.

Cuenta con una longitud de más de cuatrocientos metros, compuestos por un arenal de arena finísima y de color tostado.

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Playa de Cadavedo

La playa de Cadavedo era en la antigüedad un centro ballenero de la época medieval que ahora se ha convertido en un reclamo turístico inigualable a causa de su gran belleza y de la impecable calidad de sus aguas. Por este motivo cuenta también con el importante galardón de la Bandera Azul, que la distingue como una de las mejores playas de la Unión Europea.

Playa de Cadavedo
Playa de Cadavedo | Fuente: Web oficial de Turismo en Asturias

Esta playa es ideal para disfrutar de unas vacaciones en familia debido al ambiente de tranquilidad que se respira en ella. Además, no cuenta con un gran oleaje, por lo que podremos bañarnos con los niños sin peligro.

También se trata de una de las mejores playas para la práctica del buceo debido a la gran calidad de sus fondos marinos.

Se puede acceder en coche desde el pueblo de Valdés, ya que está muy bien señalizada. Al llegar a la zona, daremos con un área recreativa y, justo al lado, encontraremos un amplio aparcamiento gratuito en el que podemos dejar el coche a muy pocos pasos de la playa.

Playa de Cadavedo
Playa de Cadavedo | Fuente: Web oficial de Turismo en Asturias

Su grado de ocupación es más bien alto, sobre todo en los meses de verano, por lo que si quieres poner tu toalla junto a la orilla, lo más recomendable es que acudas a la playa de Cadavedo a una hora temprana.

La ermita de la Regalina

Si después de un largo día de playa os apetece hacer un poco de turismo por la zona, un lugar muy recomendable para realizar una visita es la ermita de la Regalina.

Esta pequeña iglesia está justo encima de la playa y se encuentra en un precioso paraje natural, rodeada de acantilados y del verdor de la naturaleza asturiana, por lo que merece la pena pararse antes de entrar a disfrutar de las espectaculares vistas que nos puede ofrecer.

La ermita de la Regalina es un pequeño edificio construido en 1931 que destaca entre los prados verdes típicos de Asturias por los colores blancos y azules de sus paredes.

Ermita de La Regalina
Ermita de La Regalina | Fuente: Flickr – Javier Habladorcito

Si acudes a ella durante el último domingo de agosto, podrás disfrutar de la fiesta que se celebra en honor a la Virgen de Santa María de Riégala. Esta está declarada Bien de Interés Turístico, por lo que es muy recomendable que no faltéis a la cita si os encontráis cerca por estas fechas.

Además, esta zona se encuentra muy cerca de Cudillero, por lo que podremos realizar una visita por otras de las playas más conocidas, como la playa del Silencio en Ballota, la playa de la Concha de Artedo o el Aguilar.

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