Alicante es mucho más que sus playas: el interior de la provincia, aunque mucho más desconocido, esconde una naturaleza muy bella y una gran tranquilidad al margen de los turistas. Y allí, en la icónica Sierra de Mariola, se encuentra el río Vinalopó, ideal para refrescarse en verano. No os perdáis la Ruta dels Molins de Banyeres, un sendero que une los tres antiguos molinos de papel de la localidad de Banyeres de Mariola, donde gran parte de sus vecinos trabajaron entre los siglos XVII y XX.

Descubre Banyeres de Mariola

Descubre Banyeres de Mariola y su impresionante patrimonio cultural. Este destino se encuentra al norte de la provincia de Alicante, en la comarca de l’Alcoià. Se trata de uno de los municipios más altos de la Costa Blanca; de hecho, desde su castillo podrás contemplar cuatro provincias: Valencia, Alicante, Murcia y Albacete. Este destino presume de una gran tradición industrial, por lo que podréis aprender muchas cosas visitando sus museos, que ofrecen documentación sobre las diferentes industrias que han pasado por ella, desde el textil hasta la industria alpargatera.

Además, la ruta de los Molinos de Banyeres de Mariola está declarada Bien de Interés Cultural y es un recorrido fácil para disfrutar con toda la familia. Una forma diferente de conocer la cultura y tradición de Banyeres de Mariola y, al mismo tiempo, disfrutar de su naturaleza.

Recorrido

El primer molino de la visita es el Molí de l’Ombría, construido en 1779 y el más importante de la ruta. Desde aquí, se enlaza con el Partidor, una instalación para la distribución de agua, fuerza motriz que activaba todos los artefactos asomados al río.

Río Vinalopó, en la Ruta de los Molinos de Banyeres de Mariola
Río Vinalopó, en la Ruta de los Molinos de Banyeres de Mariola

Avanzando un poco más, descubriréis el Molí Sol, famoso por la elaboración de papel de fumar, y un poco más adelante, el Molí Pont. Una vez pasado este último, un enorme puente se convierte en el enclave ideal para sentarnos a descansar y disfrutar del entorno.

Además, encontraréis los restos arqueológicos del antiguo poblado de Serrella, un antiguo asentamiento íbero de la zona que se mantuvo durante la romanización del territorio. Una panorámica que encierra una antigua caseta de piedra seca, tan característica de la vida en el campo y la actividad agrícola de la zona.

Información práctica

Tras dejar el coche en el parking, caminas hacia un puente de madera que invita a tomar dos caminos. A tu izquierda, queda el área recreativa donde los niños corretean entre los árboles mientras algunas familias se concentran alrededor de una tortilla. Una neverita de playa que aquí es más campera, cervezas, un brindis al amparo de la naturaleza. Por otra parte, el sendero derecho invita a enfundarse calzado cómodo y dejarse llevar por el curso alto del río Vinalopó en busca de todos sus misterios.

No olvidéis que existen ciertas indicaciones a tener en cuenta: el río no es apto para el baño –aunque haya visitantes que lo hagan–, las bicicletas solo se utilizan en el área recreativa y no se puede realizar pícnic en la zona que abarca la Ruta de los molinos de Banyeres.

Ruta de los Molinos de Banyeres de Mariola
Fuente: Canva

Visita a Banyeres de Mariola

La mejor forma de culminar con la ruta de los molinos es recorriendo el pueblo de Banyeres de Mariola. La antigua Berniheres –según los árabes– se encuentra próxima a la antigua ubicación del ferrocarril que unía Toledo con Dénia, entre los santuarios naturales de la sierra de la Solana y la sierra de Mariola.

Además de la visita imprescindible al castillo y sus vistas, podéis ir a conocer el Museo Valenciano de Papel, que explica con todo lujo de detalles la historia papelera del pueblo. En la Plaza Mayor, la Iglesia de Santa María se impone con su estilo barroco, y las ermitas de San Cristo y San Jordi, ambas de estilo neogótico, también suponen un viaje al pasado que no dejará indiferente a nadie.