Alcaraz es uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Albacete. Se sitúa en la sierra de Alcaraz, a los pies del cerro de San Cristóbal, y es recorrido por dos grandes ríos. Es por esto que encontrarás paisajes preciosos, además de un patrimonio histórico y cultural muy importante.
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Alcaraz
El pueblo de Alcaraz se encuentra en un entorno natural privilegiado, rodeado de cascadas, cuevas y montañas que en invierno se cubren de nieve. Al mismo tiempo, cuenta con un monumental patrimonio, uno de los más valiosos de la provincia.
Unas de las obras emblemáticas de Alcaraz es la iglesia de la Santísima Trinidad, que data de los siglos XIV y XV. La construcción exhibe diferentes etapas del gótico. De hecho, la portada es de un estilo gótico avanzado, donde destacan las arquivoltas flamígeras.
Su torre es una de las dos torres renacentistas que presiden la Plaza Mayor. Esta, junto con la del Tardón, conforman el impresionante conjunto arquitectónico de la plaza que es la imagen que identifica al pueblo.
Al recorrer las calles de Alcaraz te deslumbrarás constantemente con los detalles arquitectónicos de los arcos, las portadas y los balcones. También con edificaciones como La casa de los Galiano, La puerta de la Aduana y la torre de Gorgojí. Además de construcciones religiosas como el Santuario de Nuestra Señora de las Cortes, el Monasterio de Santa María Magdalena y el convento de San Francisco.
En los alrededores del pueblo verás las ruinas del Castillo de Alcaraz. Al acercarte te encontrarás en medio del campo recorriendo los restos que se mantienen en pie de una antigua fortaleza que en sus días tuvo siete puertas principales. Asimismo, desde allí tendrás unas vistas muy hermosas del conjunto del pueblo. También tendrás panorámicas hermosas del lugar desde el monumento del Sagrado Corazón de Jesús, que tiene veintiséis metros de alto y se encuentra en el cerro de Santa Bárbara.
Alrededores
En Alcaraz podrás disfrutar de los entornos naturales. En sus alrededores te encontrarás con la microreserva La Molata y los Batanes. Se trata de la confluencia de los ríos Escorial y La Meseta con el río Alcaraz, donde se formaron distintos relieves, barrancos, paredes calizas y saltos de agua. Todo esto, en conjunto con la vegetación, crea unos paisajes maravillosos. Allí, además, se encuentran especies de plantas, como la Coincya rupestris y la carnívora Pinguicula mundi que son plantas exclusivas de Albacete. Y una fauna particular con animales como el hurón, el búho real y el cangrejo autóctono español.
Igualmente, podrás recorrer otros pueblos de la zona. Uno de ellos es el pueblo de Ayna, al que se le conoce como la Suiza manchega. Allí también tendrás la posibilidad de recorrer sus rincones arquitectónicos, monumentos y espacios naturales. Y si te apetece, podrás realizar la Ruta de don Quijote que recorre todas las provincias de Castilla la Mancha, ya que uno de los tramos de la ruta pasa por el pueblo de Alcaraz.
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