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10 Rincones imprescindibles: escapadas rurales para huir del calor en España

Escapadas rurales para huir del calor
Ochagavía, Navarra
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 20.05.23

Si la sola idea de las altas temperaturas te agobia y estás buscando planes refrescantes para desconectar de la rutina en un entorno natural, sigue leyendo. Aunque el verano en España puede ser especialmente caluroso, nuestro país está lleno de hermosos rincones que ofrecen un refugio ideal para evitarlo en lo posible y disfrutar de momentos inolvidables en familia. Desde pintorescos pueblos de montaña hasta valles y ríos, estos 10 sitios maravillosos que te presentamos a continuación son perfectos para planear estupendas escapadas rurales para huir del calor

1. Griegos, Teruel (Aragón)

Griegos, Teruel escapadas rurales para huir del calor
Griegos es el segundo pueblo más alto de España | Fuente: Albarracín Turismo

Comenzaremos la lista con el segundo pueblo más alto de España, hito que reflejan sus carteles cuando te sumerges en sus calles encaladas. Su encanto rural te transportará inmediatamente a otra época, pero eso sí: una más fresca e increíblemente relajada.

Este bonito pueblo combina historia y naturaleza a partes iguales, con impactantes vistas que no deberías perderte desde su famoso mirador de la Muela de San Juan. Desde allí, admirarás el paisaje de Griegos hasta las bellas pistas de esquí de fondo, ahora sin nieve, claro, una experiencia única en la Sierra de Albarracín.

Como promete naturaleza, podrás apreciar su flora y fauna local en primera persona. En primavera, la dehesa boyal aparece para dar color, para las mejores fotos del álbum familiar. Tendrás ocasión de recorrer sus rutas a caballo, haciendo senderismo o ciclismo de montaña. Además, para quienes gustan de aprender, la Casa de las Mariposas, un museo entomológico que ofrece una exposición fascinante.

En cuanto a su patrimonio histórico, podrás visitar la iglesia de San Pedro, construida en el siglo XVI, y la ermita de San Roque. Como dato extra, debes saber también que la región alberga importantes yacimientos arqueológicos, como una necrópolis céltica.

¿Qué mejor que planear escapadas rurales para huir del calor rodeados por los Montes Universales y cerca del Parque Natural del Alto Tajo? Huye a sus frondosos bosques de coníferas, ríos y fuentes, no te arrepentirás.


2. Isaba, Navarra

Isaba Navarra, turismo rural para huir del calor en España
Pasea entre casitas de tejados inclinados en Isaba | Fuente: Turismo de Navarra

Este rincón navarro que está muy cerca de Pamplona, lleno de verde y encanto, te aguarda este verano con sus estrechas calles empedradas y sus huertas en el valle de los Pirineos. El norte nunca defrauda, e Isaba no será la excepción. Si te gusta la arquitectura pirenaica y disfrutas perdiéndote entre sus casitas con tejados inclinados, no dejes de visitar el castillo y el barrio Barrikata, donde tendrás las mejores vistas.

Si decides caminar, la ermita de Idoia es un enclave medieval al que se llega a través de un corto y hermoso paseo que merece mucho la pena, al igual que la Casa de la Memoria, un museo que exhibe cientos de piezas antiguas que reflejan la identidad roncalesa.

Prepárate para ver bosques, porque son su huella identitaria, aunque eso no quita para que puedas admirar su historia a través de edificios como la iglesia de San Cipriano, construida en el siglo XVI sobre los restos de una más antigua, quemada por los franceses. ¡Presenta una nave con bóveda gótica! Su retablo mayor, renacentista, exhibe una bellísima decoración plateresca y escenas de la Pasión y la vida de Jesús y la Virgen.


3. Potes, Cantabria

Potes Cantabria
¿Planeas escapadas rurales para huir del calor? Visita Potes | Fuente: Canva

Situado en un terreno llano rodeado de montañas, Potes fue escenario de luchas medievales. Con un paisaje espectacular y en la encrucijada de los cuatro valles de la comarca, el pueblo revela su rica historia en cada rincón.

No es conocido como “La villa de los puentes” por nada, ya que son parte de su arquitectura típica, al igual que sus torres. Destacan la torre del Infantado (actual sede de exposiciones) y la de Orejón de la Lama, ambas del siglo XV. La parte antigua del pueblo conserva su encanto con sus estrechas calles y casas señoriales, donde podrás pasear y escapar de las altas temperaturas. 

Te recomendamos probar un cocido lebaniego, preparado con los garbanzos tiernos de la zona, cecina, berza y relleno, y aprovecha para catar también la carne local, de una gran calidad gracias a su ubicación ideal en una zona ganadera. Y si te gustan los platos de caza, sus preparaciones de jabalí y el corzo son su fuerte.

No solo se puede comer y pasear; llévate a casa alguna delicia del mercado tradicional que se celebra todos los lunes en la plaza de Potes.


4. Ezcaray, La Rioja

Ezcaray La Rioja escapadas rurales
Descubre Ezcaray. la primera villa turística de La Rioja | Fuente: Canva

Ezcaray, en La Rioja, es un bonito municipio situado en el valle del Oja. Es perfecto para descubrir en familia, para cortar con la rutina y las altas temperaturas. El maravilloso paisaje que lo rodea ofrece un montón de buenas rutas de senderismo.

Su casco antiguo conserva la arquitectura tradicional, el paisaje es impresionante y la comida, deliciosa. Se organizan festivales de jazz, jornadas micológicas, eventos deportivos y fiestas medievales, por lo que la diversión está asegurada para todos por igual.

Si lo escoges como destino veraniego, visita sus plazuelas porticadas y palacios, el puente sobre el río Oja, la iglesia de Santa María la Mayor, con su impresionante retablo, y el mercadillo que se celebra los sábados, ¡no te arrepentirás!


5. Espinaredo, Asturias

Espinaredo Espinareu Asturias
Viaja en el tiempo al siglo XVI en Espinaredo | Fuente: Canva

La antigüedad de esta localidad se evidencia principalmente en los hórreos que se encuentran en cada esquina. En Espinaredo, son parte de las vistas, al igual que las paneras, e incluso podrías visitar su interior con un permiso.

Este refugio asturiano ofrece un entorno ideal para disfrutar del campo, con hermosos paisajes montañosos y bosques que invitan a practicar senderismo, equitación y ciclismo de montaña. Los ríos Espinaréu y Sotu atraviesan la zona, y a pocos kilómetros se encuentran el área recreativa de La Pesanca y el Arboreto de Miera, en un entorno natural colmado de árboles por donde mires.


6. Ochagavía, Navarra

Ochagavia, Navarra, una de las escapadas rurales perfectas para el verano
Resguárdate del calor en uno de los pueblos más bonitos del Pirineo navarro | Fuente: Canva

Volvemos a los Pirineos, esta vez para visitar otro hermoso pueblo navarro que te invita a pasear por sus estrechas calles y admirar su puente de piedra sobre el río Salazar. Aunque la iglesia suele estar cerrada y no hay muchos monumentos para visitar, el sitio es un monumento en sí mismo, por no hablar de sus paisajes.

Puedes caminar hasta la ermita de Nuestra Señora de Muskilda, patrona de Ochagavía, un pequeño templo del siglo XII que ofrece unas postales visuales idílicas. Si, por otro lado, te apetece explorar, has llegado a la puerta de entrada a la Selva de Irati, ¿crees que podrás ver al Baxajaun?

La iglesia de San Juan Evangelista data de la época medieval y domina el entorno, al igual que las casitas de piedra y los palacios medievales de Urrutia, Iriarte y Donamaría.


7. Villafranca del Bierzo, León (Castilla y León)

Villafranca del Bierzo escapadas rurales para huir del calor
Parada ineludible del Camino de Santiago, Villafranca del Bierzo sin duda merece la pena | Fuente: Canva

Villafranca del Bierzo es el último gran pueblo del Camino de Santiago francés en la provincia de León, y uno de los más hermosos de la región. Entre sus atractivos encontrarás el castillo de Villafranca, la iglesia de Santiago y la encantadora calle del Agua con sus edificios barrocos.

Si decides huir del calor a los pies de los ríos Burbia y Valcarce, no dejes de explorar el monasterio de Santa María de Carracedo y el palacio de Canedo. Si te alojas aquí, también es ideal para visitar los Ancares leoneses, una reserva natural montañosa con valles maravillosos. Es perfecto para cortar con la rutina y disfrutar de la naturaleza y la brisa. 


8. Cervera de Pisuerga, Palencia

Cervera de Pisuerga, un gran destino para el verano
Admira la arquitectura castellana y cántabra en Cervera de Pisuerga | Fuente: Canva

Situada en el norte de la provincia de Palencia, Cervera de Pisuerga es una opción perfecta para huir de las altas temperaturas en unas vacaciones. En su casco urbano verás elementos arquitectónicos castellanos y cántabros, como casonas señoriales, soportales y escudos de las familias más prominentes de la localidad. No te pierdas el palacio de Cervera, convertido ahora en el Museo Etnográfico Piedad Isla, el palacio de los Gil, la ermita de la Cruz, el eremitorio rupestre de San Vicente y la iglesia de Santa María del Castillo, con un valioso retablo de Juan de Flandes.

Cuenta con museos, espacios temáticos y el Parque Natural de la Montaña Palentina para quienes deseen caminar y aprender a la vez. A solo dos kilómetros, encontrarás el Parador de Fuentes Carrionas y el pantano de Ruesga, punto de inicio de la Ruta de los pantanos.

Cervera es un cruce de caminos de peregrinación, donde convergen el Camino Olvidado a Santiago y el Camino Lebaniego Castellano. Hay senderos señalizados y homologados que merecen absolutamente la pena, como la Senda del Oso y la del Roblón de Estalaya, que permiten explorar el hermoso entorno natural que rodea la localidad. El parque de aventuras El robledal del oso ofrece la oportunidad única de conocer de la flora y fauna de la zona de una manera absolutamente diferente.


9. Abalcisqueta, Guipúzcoa (País Vasco)

Abalcisqueta Pais Vasco escapadas rurales
Disfruta del fresquito en verano bajo el monte Txindoki | Fuente: Canva

Abalcisqueta, un acogedor pueblo del País Vasco, se encuentra en un entorno privilegiado por la naturaleza, en las estribaciones de la Sierra de Aralar y al pie del monte Txindoki. Al llegar, podrás recorrer su hermoso casco urbano, en el que encontrarás el Ayuntamiento con su pórtico de cuatro arcadas y un frontón en su interior. Junto a él se alza la iglesia parroquial de San Juan Bautista, que data del siglo XVI y conserva una portada románica del siglo XIII.

Si bien tu paseo estará decorado por los caseríos de los alrededores, no debes dejar de visitar la campa de Larraitz, a los pies del Txindoki. Allí está su ermita, construida en el siglo XVIII. Este hermoso enclave natural es el punto de partida para muchas excursiones a montañas cercanas como el monte Gamboa y el Pardarri.

Ten en cuenta que las fiestas más importantes del pueblo se celebran a finales de junio en honor a San Juan, con una romería junto a la ermita de Larraitz. ¡No te lo pierdas!


10. Alarcón, Cuenca

alarcon cuenca
Piérdete detrás de las murallas de Alarcón | Fuente: Canva

Con tan solo 152 habitantes censados, Alarcón es uno de esos lugares que sorprenden por su amplio y no siempre conocido patrimonio histórico. Si bien su Parador, situado en el antiguo castillo del Marqués de Villena, recibe una gran cantidad de visitantes al año, no todos saben que esta villa protegida por tres filas de murallas y bajo dominio árabe hasta 1184, fue declarada Conjunto Histórico Artístico por albergar construcciones como las torres del Campo, del Calabozo, de los Alarconcillos y del Cañavate, o la del Homenaje, que alojó al infante don Juan Manuel mientras escribía El Conde Lucanor.