Ciudades españolas con historia: un viaje por provincias de la letra H a la P

Nuestro país posee un patrimonio artístico y cultural impresionante y no es de extrañar, teniendo en cuenta, entre otras consideraciones, la cantidad de ciudades españolas con historia que encontramos por todo el territorio. Comenzábamos el recorrido por provincias por Álava, con la bella Vitoria. Luego seguíamos con Coria, en Extremadura, y llegábamos a San Sebastián, en Guipúzcoa. Ahora lo retomamos aquí con las que van de la letra H, con Huelva y Huesca, hasta la P, que termina en la verde y hospitalaria Pontevedra, con Vigo como su urbe más antigua. 

Huelva, Huelva (Andalucía, siglo X a. C.)

Tras la aparición de algunos vestigios arqueológicos en la capital onubense, se puede afirmar que Huelva fue uno de los núcleos urbanos más antiguos de Occidente. En el yacimiento del Seminario se hallaron dos depósitos con 29 estatuillas con más de 5.000 años de antigüedad. Esto confirmaría el hecho de la existencia de la población en la Edad del Cobre. Pese a todo, los historiadores coinciden en señalar el siglo X a. C. como la fecha de fundación del núcleo urbano.

En Huelva no os podéis perder una visita al monasterio de La Rábida, el Barrio Obrero, el Muelle del Tinto, el parque Moret, la Casa Museo Zenobia Camprubí y Juan Ramón Jiménez, la catedral de la Merced y el Muelle de las Carabelas. 

Huesca, Huesca (Aragón, año 179 a. C.)

Los primeros asentamientos humanos se remontan al Neolítico, aunque también hay huellas de la Edad de Bronce, Edad de Hierro y el periodo prerromano. La dominación romana dejó huella, ya que fue una etapa de gran esplendor. También durante los siglos XVI y XVII asistió a una época de resurgimiento, demográfico y cultural. La capital oscense esconde grandes atractivos. Entre ellos, la catedral, la muralla, el Museo Diocesano, el convento de San Miguel y el monasterio y iglesia de San Pedro el Viejo.

Jaén, Jaén (Andalucía, siglo X a. C.)

La historia de Jaén es una de las más antiguas de España. En el yacimiento de Marroquíes Bajos se han hallado restos con más de 2.500 años de antigüedad. Antes de la llegada de los romanos, fue ocupada por tartesios, griegos, fenicios y cartagineses. Con la dominación musulmana se convirtió en la capital de la taifa de Jaén y durante cinco siglos permaneció en sus manos. Repleta de historia y patrimonio, en Jaén hay que visitar el castillo de Santa Catalina, la catedral, los baños árabes, situados en el palacio de Villardompardo, la judería y la iglesia de la Magdalena.

León, León (Castilla y León, año 29 a. C.)

León era originariamente un campamento de una legión romana que, con el tiempo, pasó a ser un asentamiento definitivo. En manos musulmanas quedó casi abandonada a su suerte, pero, gracias a la reconquista por el Reino de Asturias, volvió a brillar con todo su esplendor. 

Capital de provincia, León posee una historia de más de 2.000 años, además de una deliciosa gastronomía. Son paradas obligatorias en una visita la catedral, las murallas, el convento de San Marcos, la Casa Botines, la basílica de San Isidoro y el palacio de los Guzmanes.

Lérida, Lérida (Cataluña, Siglo VI a. C.)

Los ilergetas, de origen íbero, fueron los que fundaron Lérida, que al principio recibía el nombre de Iltirta. Constituye la ciudad más antigua de la Comunidad Autónoma de Cataluña. Los romanos la denominaron Ilerda y fue en ese mismo momento cuando se constituyó como municipio. Son muchas las civilizaciones que pasaron por su territorio y ello se ve reflejado en su cultura y patrimonio. 

Lérida, Lleida, es la capital de la provincia y un destino bastante desconocido para el gran público. Entre sus edificios más importantes está la Seu Vella, una antigua catedral; la catedral Nova; el palacio de La Paeria; el Antiguo Hospital de Santa María y el castillo templario de Gardeny. 

Lugo, Lugo (Galicia, siglo I a. C.)

El asentamiento romano de Lugo es el más antiguo de Galicia. Se construyó sobre un castro y sería Cayo Antistio Veto el que levantara en esas tierras un campamento militar. Años más tarde, Paulo Fabio Máximo fundó Lucus Augusti. Cuenta con miles de años de existencia y, además de tener un encanto único, reúne multitud de sitios de interés. Entre los imprescindibles destacan las murallas, la impresionante catedral de Santa María, el Museo Provincial y el parque de Rosalía de Castro.

Alcalá de Henares, Madrid (Comunidad de Madrid, siglo I)

Vestigios hallados en los alrededores de Alcalá dejan constancia de la existencia de asentamientos durante el Neolítico y en la Edad del Bronce. Se cree que en el cerro de San Juan del Viso se encuentra el embrión de la ciudad, conocido como Iplacea, de origen celtíbero. En época romana se denominó Complutum y se desarrolló un núcleo urbano que conectó con importantes calzadas que unían Caesaraugusta (Zaragoza) y Emerita Augusta (Mérida).

Pero, sin duda, su momento de máximo esplendor fue el que impulsó el Cardenal Cisneros. Declarada Patrimonio de la Humanidad, entre sus grandes tesoros contamos con la Universidad, el Paraninfo, la Capilla de San Ildefonso, el Museo Casa Natal de Cervantes, la catedral Magistral y el palacio arzobispal.

Málaga, Málaga (Andalucía, siglo VII a. C.)

Fueron los fenicios quienes fundaron Malaka y, tras la conquista romana, se le concedió el estatus de municipio bajo el nombre de Lex Flavia Malacitana, una serie de estatutos también conocidos como Lex Malacae. Vivió un gran progreso bajo dominio musulmán, hasta la llegada de los Reyes Católicos. El paso de diversas culturas por el territorio ha hecho que disponga de un gran patrimonio cultural y arquitectónico. Entre sus joyas monumentales sobresalen la alcazaba y el castillo de Gibralfaro, la catedral, el teatro romano, el Mercado de Atarazanas y la mítica calle Larios.

Cartagena, Murcia (Murcia, año 227 a. C.)

Con el nombre de Qart Hadasht, el general cartaginés Asdrúbal dio origen a un núcleo de población que, tras la Segunda Guerra Púnica, fue conquistada por los romanos y pasó a ser Cartago Nova, era de mayor esplendor. A partir de ese momento, por ella pasan visigodos, bizantinos, musulmanes y, finalmente, los cristianos. Algunas de las mejores cosas que podéis hacer allí es visitar el teatro romano, el castillo de la Concepción, la plaza del Ayuntamiento, el Barrio del Foro Romano, recorrer el centro histórico y la Batería de Castillitos.

Pamplona, Navarra (Navarra, año 74 a. C.)

Aunque el primitivo poblado vascón, conocido como Iruña, ya estaba en la zona durante la Edad del Hierro, su verdadero origen parece estar más relacionado con el asentamiento militar del general romano Pompeyo. Tras los romanos llegaron los visigodos, después los musulmanes, Carlo Magno y los Reyes Católicos. 

Muchos siglos han pasado desde entonces y, hoy en día, Pamplona ha crecido considerablemente. Entre sus sitios de interés destacan la catedral, la plaza Consistorial, las murallas, la iglesia de San Saturnino, el Parque Yamaguchi y el Museo de Navarra. 

Orense, Orense (Galicia, siglo I)

Desde el Neolítico, Orense ha sido zona de paso para las tribus nómadas. Muchos clanes se asentaron en el valle del Miño y un ejemplo de ello es el poblado de As Burgas. En el siglo I llegaron los romanos a Galicia y propiciaron el crecimiento del pueblo que acabaría convirtiéndose en una importante villa romana. Tras ellos llegaron los suevos, los árabes, los normandos y los señores feudales. Entre los lugares que merece la pena ver en Orense están la plaza Mayor, la iglesia de Santa María Madre, la catedral, el claustro de San Francisco, el puente romano y el mirador, que ofrece unas vistas impresionantes. 

Brañosera, Palencia (Castilla y León, año 824)

Este pequeño y bello pueblo está considerado como el primer ayuntamiento español de la historia. Fe de ello da la Carta Puebla otorgada por el conde Munio Núñez. Para los historiadores, este documento también supuso la desaparición del régimen feudal en Castilla. 

Se encuentra en plena Montaña Palentina, por lo que el paisaje que lo rodea es espectacular. Entre los monumentos que podéis visitar se encuentran la iglesia de Santa Eulalia y la de San Miguel. Muy cerca de Brañosera está el Parque Natural Fuentes Carrionas y Fuente Cobre, una excursión muy recomendable. 

Las Palmas de Gran Canaria, Las Palmas (Gran Canaria, año 1478)

Un ejército bajo el mando del capitán Juan Rejón instala un campamento militar. Este fue el germen de lo que más tarde se convertiría en la primera ciudad fundada en el Atlántico por la Corona de Castilla. Este hecho sirvió de ejemplo para constituir nuevas civilizaciones en América, ya que sucedió antes del viaje de Cristóbal Colón a las Indias. 

En Las Palmas de Gran Canaria hay unos cuantos sitios que no os podéis perder. Entre ellos destacan la catedral basílica de Santa Ana, la plaza Mayor de Santa Ana, el Museo Canario, el barrio de Triana, el parque Doramas y, para disfrutar del mar, la playa de las Canteras. 

Vigo, Pontevedra (Galicia, siglo II a. C.)

Vigo y su comarca estuvieron pobladas desde la antigüedad. Se han hallado vestigios de la Edad de Piedra, del Neolítico, de la Edad del Bronce y de la del Hierro. También pasaron por su territorio romanos, vikingos, señores feudales e, incluso, piratas como Francis Drake. 

Situado en las Rías Baixas, es la zona más poblada de Galicia. No os podéis perder la playa de Samil, el barrio de Bouzas, el pazo Quiñones de León, el casco antiguo, la concatedral de Santa María, el Parque de la Alameda y el puerto.