Para darle un poco de sabor al otoño os presentamos esta deliciosa receta con uno de los ingredientes más típicos de esta estación del año: la calabaza. ¡Está de muerte!

Ingredientes

  • 425-450 g de harina de trigo de fuerza
  • 10 g de levadura fresca panadería
  • 200 g de puré de calabaza
  • 30 g de manteca derretida
  • 75 ml de leche templada
  • 50 g de azúcar
  • 1 pizca de sal
  • 1 vaina de vainilla Bourbon (o marca similar)
  • 1 huevo batido con un poco de nata (para bañar los panecillos)

Elaboración

  1. Abrir la vaina de vainilla, sacar las semillas con un cuchillo y ponerlas en la leche, añadiendo también la vaina abierta. Calentar en un cazo y dejar infusionar unos minutos.  Incorporar los 10 g de levadura fresca sobre la leche tibia. Reservamos y colamos.
  2. Mezclar la harina con la pizca de sal. Reservamos.
  3. En otro recipiente más grande, batir el puré de calabaza, la manteca previamente derretida, y la leche ya colada. Incorporar la harina y mezclar hasta conseguir una masa homogénea.Panecillos de calabaza
  4. Comenzar a amasar sobre una superficie ligeramente enharinada; la masa debe ser elástica, no pegajosa, de manera que no se pegue en los dedos. Si esto os pasara, podéis ir incorporando más harina poquito a poco.
  5. Formar una bola y colocar en un recipiente. Tapar con film y refrigerar en la nevera unas 2 o 3 horas, para poder trabajar la masa mejor después y conseguir unas buenas bolitas para los panecillos. De esta manera la masa realizará su primer levado lentamente.
  6. Transcurridas las 3 horas de refrigeración, amasar ligeramente y dividir en 12 porciones del mismo tamaño aproximadamente. Reservar una para posteriormente hacer los rabitos de las calabazas.Panecillos de calabaza
  7. Amasar cada una un poco e ir formando pequeñas bolas con las manos. Hacer unos pequeños cortes en la parte superior de las mismas, imitando a las arrugas naturales de las calabazas. Con el trocito de masa que hemos reservado, vamos haciendo los rabitos y colocándolos en la parte superior de cada panecillo.
  8. Conforme vamos terminando de formar nuestras calabazas, las colocamos en nuestra bandeja del horno, separadas por muy poquito, para que al levar nos aseguremos que se pegan las unas a las otras formando así una corona. Pintamos con nata todas las calabazas menos la parte superior que lo haremos con huevo para que al hornearse se oscurezca más esta zona y le dé un aspecto lo más real posible a las calabazas de verdad.
  9. Dejamos levar por segunda vez hasta que hayan doblado su volumen (unas 3 horas aproximadamente) en un lugar sin corrientes ni humedades. Cuando veamos que la corona se ha formado perfectamente, hornearemos durante unos 15-20 minutos a 180 °C.
  10. Precalentar el horno a 200 °C.
  11. Volver a pintar con huevo batido y hornear sobre una rejilla, bajando la temperatura a 180 °C, unos 20 minutos, hasta que se hayan dorado bien (si se empiezan a dorar demasiado por encima, debido al baño de huevo, cubrir con papel aluminio)
  12. Se conservan tiernos 2 días, pero lo mejor es congelarlos individualmente, si no os vais a comer todos. Descongelados en el microondas o en el horno quedan como recién hechos.

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