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Pan de leche con forma de cerdito: una receta ideal para el desayuno o la merienda

Tierno y esponjoso, el pan de leche puede tomarse solo o con algún relleno, tanto dulce como salado, al igual que se hace con las medias noches. La receta es sencilla, aunque algo elaborada, pues requiere reposo y un poco de paciencia para darle la simpática forma de cerdito que tienen estos panecillos. Algo a lo que, por cierto, seguro que quieren contribuir los niños y niñas aficionados a la repostería. Son perfectas para el desayuno, un brunch o la merienda. Por todo ello, resulta una buena propuesta para pasar un agradable rato en familia con las manos en la masa.

Con las cantidades indicadas salen 16 unidades. Si quieres, puedes congelar las que no vayáis a consumir y descongelarlas otro día unas horas antes de hornearlas.

Collage de la receta de Pan de leche con forma de cerdito
Fuente: La receta de la felicidad

Ingredientes

  • 1 sobre de levadura de panadería seca (son unos 5 g) o 15 g de la fresca
  • 300 g de harina de fuerza
  • 1 cucharadita (de las de café) de sal
  • 1 cucharada sopera de azúcar
  • 40 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 1 huevo
  • Bolitas blancas de azúcar para los ojos
  • Rotulador negro apto para repostería

Para la glasa

  • 1/2 clara de huevo
  • 100 g de azúcar glass

Preparación

  1. Tamiza la harina sobre un cuenco grande, añade la levadura seca y remueve. Agrega el azúcar y la sal, e integra bien todo. Si vas a emplear la levadura fresca, dilúyela en la leche templada y sigue igual con la receta.
  2. Añade el huevo y la leche al cuenco de la harina. Mezcla con la ayuda de una cuchara o una rasqueta de panadero.
  3. Retira la masa del bol y comienza a amasar. Después de cinco minutos, notarás cómo la masa se vuelve cada vez más elástica. Incorpora la mantequilla, y amasa otros cinco o diez minutos, hasta que obtengas una pasta suave y ligeramente brillante que se pueda plegar bien.
  4. Forma una bola con ella y déjala reposar en el cuenco ligeramente enharinado y tapada con un paño, en un lugar templado y sin corrientes.
  5. Transcurrida una hora o una hora y media, la masa deberá haber crecido y duplicado su volumen.
  6. Sácala entonces y elimina el aire ligeramente, manipulándola y aplastándola un poco con los dedos.
  7. Corta la masa en 16 porciones iguales y forma una bola con cada una de ellas, salvo con una, que reservamos para las orejas y la nariz de los cerditos.
  8. Coloca cada bola de masa en un molde de cupcake rígido. La masa deberá ocupar 3/4 partes del molde. Deja reposar las bolas una media hora.
  9. Precalienta el horno a 200 °C. Dale forma a las orejas y a la nariz de los cerditos. Para las primeras, estira un trozo de masa con el rodillo y corta unos triangulos pequeños con un cuchillo.
  10. Para la nariz, haz unos circulitos; puedes utilizar un descorazonador de manzanas, por ejemplo, y así te quedarán todos iguales. Luego, aplástalos ligeramente con la palma de la mano para darles forma ovalada.
  11. Con una brocheta, haz los agujeros de la nariz. Con cuidado, pega a cada bola de masa la nariz y las orejas; hazlo pincelando las piezas con un poco de agua. Es importante este paso, si no, se despegarán con el calor del horno.
  12. Coloca los moldes en una bandeja y hornea los cerditos durante diez o quince minutos, hasta que la masa esté hecha por dentro y dorada por fuera. Retíralos y deja que se enfríen sobre una rejilla.
  13. Si ves que los agujeros de la nariz se han cerrado con el calor, puedes volver a marcarlos pinchándolos con la brocheta.
  14. Mientras se enfrían los panecillos, prepara los ojos. Selecciona tantas bolitas blancas como necesites y pinta con un rotulador comestible un punto negro en cada una de ellas.
  15. Cuando los panes estén fríos del todo, prepara la glasa. Bate en un bol la clara de huevo con el azúcar glas hasta que quede disuelta. Úsala como ‘pegamento’, para que los ojitos queden adheridos a los panes.

Receta de la web larecetadelafelicidad.com

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