Ocio en casaExperimentos caseros

Juega a cambiar el color de las flores con un experimento de química

Las plantas reciben su alimento del agua, por eso, cuando no las regamos durante algunos días, por olvido o porque no estamos en casa, se ponen mustias. Un buen trago de líquido las hará revivir como por arte de magia. Pero, ¿sabes cómo circula el líquido en su interior?

Con estos experimentos con flores verás el viaje que realiza el agua por el tallo hasta llegar a las hojas. Es tan fácil como añadir un poco de tinte a su alimento para comprobarlo a simple vista. Un ensayo químico que te enseñará más sobre el funcionamiento del mundo vegetal.

Materiales

  • Media docena de flores blancas: claveles o margaritas. Cuanto más frescas estén, mejor resultado obtendrás
  • 6 vasitos en los que colocar las flores
  • Agua
  • Colorante alimenticio de seis colores
  • Tijeras o cuchillo
  • Cucharita
  • Opcional: una cámara de fotos o un móvil

Pasos

  1. Rellena los vasos con agua.
  2. Añade un poco de colorante en los vasos. Pon un color diferente en cada uno de ellos. Mezcla bien con una cucharita.
  3. Corta un trozo de tallo de las flores, para que absorban bien el agua. Es mejor si lo haces en un ángulo de 45 grados.
  4. Colócalas en el agua teñida.
  5. Deja en un lugar iluminado unos días.
  6. Puedes hacer fotografías de tus flores todos los días para ver cómo corre por su interior.

Explicación

Las plantas y flores consiguen el agua y los nutrientes del suelo. Ese es su alimento. A través de ramas y tallos la transportan a las hojas y los pétalos. El líquido se mueve por el interior a través de la acción capilar que atrae el líquido superando la fuerza de la gravedad. Es parecido a lo que ocurre cuando bebemos a través de una pajita.

Con este experimento con flores se puede ver el resultado, ya que el agua coloreada llega hasta los pétalos y los tiñe.

Prueba a documentar el experimento con flores con fotos diarias. Haz la primera justo en el momento de ponerlas en agua coloreada. Realiza la segunda a las 24 horas y repite la operación a las 48 y 72 horas.

No solo te fijes en las flores. Mira también los pequeños brotes que hay a lo largo del tallo, de un color más claro, para poder ver los cambios que tienen. El agua llegará a ellos antes que a las hojas de la flor.

También puedes hacer el mismo experimento con una planta de tallo, como el apio, que tienen un tono verde claro.

Pasadas unas horas del inicio del experimento, podrás ver cómo aparecen algunas manchas de color en las flores. Después de un día el tono ya debería ser uniforme y se oscurecerá con el paso de las jornadas.

Además, también cambiarán de color los tallos en aquellas partes donde tienen brotes tiernos o aparecen las hojas.

Otra posibilidad es cortar una parte del tallo en dos y colocar cada mitad en agua de un color distinto para ver cómo reacciona la flor.

Una vez que termines el experimento con flores recuerda tirar el agua restante por el desagüe. Puedes utilizarlas, una vez que dejen de estar frescas, para secarlas y prensarlas. Un método para el secado es colgar las flores boca abajo de un cordel. Déjalas en un ambiente seco y fresco. También las puedes prensar las flores poniendo cada una de ellas entre dos trozos de papel para hornear. A continuación colócalas bajo varios libros. El peso de los tomos hará de prensa y las aplanará.

Ver más
Ocio en casaExperimentos caseros
×