ConsejosEducación en casa

Si queremos niños libres, deben estar al aire libre en la naturaleza

El contacto con la naturaleza favorece el adecuado desarrollo de nuestros hijos. Salgamos al campo, hagamos excursiones, rutas y en la ciudad, observemos nuestro entorno, vayamos al parque, tengamos un huerto urbano.

Acompañar el juego espontáneo en la naturaleza

El contacto con la naturaleza despierta en los niños la capacidad de descubrir sus necesidades auténticas. Es importante que confíes en ellos. Jueguen a lo que jueguen, por supuesto dentro de unos límites de respeto a uno mismo y a los demás, esa actividad es importante y útil.

No te preocupes si al principio te dicen que se aburren o no saben qué hacer. Explícales que no hacer nada también está bien. Deja que vivan ese momento, que lo acepten y pasen a otra cosa.

Salvo si te piden explícitamente que participes, mantén una cierta distancia, empieza con una distancia corta, y observa con interés su juego: ¿Qué están haciendo exactamente? ¿A qué necesidad crees que responde? ¿Qué capacidades están desarrollando?

Mientras los miras con atención, toma consciencia de las ideas y emociones que experimentas. Y si te surge algún miedo, y necesitas expresarlo, hazlo siempre en primera persona.

Disfruta del entorno y de la libertad que supone no tener que estar siempre poniendo límites. Nota cómo la naturaleza les transforma: están más relajados, más alegres, creativos, motivados, entusiastas y felices.

Niños jugando al aire libre

“Enseña a tus hijos a respetar y disfrutar de la naturaleza. Nadie mejor que tú para explicarles la importancia de cuidar el entorno”

La naturaleza cerca de casa

Incluso en las ciudades más contaminadas y pobladas podemos encontrar naturaleza, y tus hijos seguramente ya lo han notado: árboles y plantas, pájaros, insectos, anfibios o peces. Muestra curiosidad por estos pequeños seres silenciosos que nos rodean y comparte tus descubrimientos con ellos.

Según su edad puedes proponerles elaborar juntos un mapa de la naturaleza que vive en torno a vuestra casa. Podéis dibujarlo, añadir fotos, planificar una observación a lo largo del tiempo y buscar información sobre las especies.

Crea un pequeño huerto en un patio, una terraza o un balcón. En él podéis experimentar con semillas, plantas e incluso albergar algunos animales como lombrices y mariquitas. En invierno puedes colocar un comedero para pájaros en una ventana y, cuando se acerque la primavera, observar y apoyar la formación de nidos en tu entorno.

Aprovecha cualquier oportunidad para salir fuera, por ejemplo, comer en el parque en lugar de hacerlo en casa.

Júntate con otras familias vecinas y organiza salidas a parques de tu ciudad, con tiempo para jugar libremente y también para realizar alguna actividad de descubrimiento del medio natural. A veces, simplemente tumbarse a contemplar el cielo, la danza de las nubes durante el día o la de las estrellas por la noche puede ser una aventura fascinante.

niñas en naturaleza

Por Heike Freire, psicóloga y experta en innovación educativa. Autora de Educar en verde. Ideas para acercar a niños y niñas a la naturaleza.

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