Consejos
Tendencias y Compras

Sillas a contramarcha, ¿por qué son más seguras, qué tipos existen y hasta cuándo deben usarse?

Sillas a contramarcha
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 30.05.22

A estas alturas, nadie duda de los Sistemas de Retención Infantil como recursos imprescindibles para aumentar la seguridad de nuestros hijos e hijas mientras viajamos en coche. Dentro de los mismos, tampoco hay discusión en torno a que una silla a contramarcha representa la alternativa más adecuada. No en vano, según afirma la propia DGT, reducen hasta en un 80% el riesgo de lesiones graves. Pero, ¿en qué se basa tal efectividad y hasta qué edades pueden ser utilizados estos dispositivos?

Por qué es más seguro ir a contramarcha

Colocarse en el sentido contrario a la trayectoria que sigue un vehículo, es decir, mirando hacia la parte trasera del mismo, minimiza la irrupción de lesiones graves y de fallecimientos en caso de accidente. Se calcula que protege la integridad de la anatomía de los menores hasta cinco veces más que si fueran sentados hacia delante, una ventaja que se fundamenta en los siguientes factores:

  1. Los impactos más graves son los frontales y los frontolaterales, contra los cuales está precisamente concebida esta modalidad de SRI.
  2. Reducen la energía de las colisiones, un aspecto clave si tenemos en cuenta que cada kilogramo de peso, a una velocidad de 50 km/h, se transforma en 32 kg. cuando se da un frenazo brusco.
  3. La morfología de los niños y niñas es diferente a la de las personas adultas. Por ejemplo, a los 2 años, la cabeza representa el 20% del cuerpo, lo que hace necesario protegerla de manera especial. Pero además, otras partes como el cuello, el tórax y el abdomen deben ser salvaguardadas específicamente por su mayor vulnerabilidad durante etapas tempranas.
    Seguridad de las sillas a contramarcha
    Las sillas a contramarcha son la opción más segura para nuestros hijos | Fuente: Canva

Normativa y homologación

Según la ley, los menores de 18 años que midan 1,35 metros de altura o menos deberán utilizar un sistema de retención certificado adaptado a su talla y peso de manera obligatoria. Además, siempre que el fabricante indique que la sillita puede instalarse en el sentido contrario a la marcha, se aconseja viajar en esa posición el mayor tiempo posible. La única excepción es que los asientos dispongan de un airbag frontal, en cuyo caso habría que desactivarlo para poder situarse en dicha plaza.

Actualmente, conviven dos sistemas de homologación que garantizan el cumplimiento de los requisitos básicos de seguridad. El primero, que desaparecerá en pocos años, viene regulado por la norma europea ECE R44/04 y se basa en el peso de los niños y niñas. El segundo, conocido como i-Size o UN R129, fue desarrollado por la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas
y también tiene en cuenta la estatura de los pasajeros.

Para cerciorarnos si el artículo se encuentra bajo el amparo de alguna de las dos opciones, tenemos que buscar una etiqueta naranja que, situada normalmente en la parte inferior o lateral del mismo, así lo detallará. La edad tope recomendada para viajar en estos dispositivos es la máxima que estos, por sus propias características, admiten. Dicho de otra forma, se aconseja su uso para pasajeros que pesen hasta 36 kg o midan hasta 135 cm, dimensiones que podrían corresponderse con una edad de 12 años.

Tipos de sillas a contramarcha
En función del peso y la altura, existen distintos tipos de sillas a contramarcha | Fuente: Canva

Qué tipos de sillas contramarcha existen para cada etapa de la infancia

Teniendo en cuenta ambas alternativas de certificación, existen diferentes tipos de sillas a contramarcha en el mercado. Su idoneidad para cada caso concreto vendrá determinada en función de la fase de crecimiento en la que se encuentren nuestros hijos e hijas. Por otro lado, cada una de ellas ha de ser usada teniendo en cuenta diversas variables.

Grupos 0 y 0+

Para menores de 0 a 13 kg (ECE R44/04) o desde 40 a 85 cm para grupo 0 y de 45 a 105 cm para grupo 0+ (i-Size). Dichos baremos se corresponden, aproximadamente, con edades entre los cero y los 15 meses. La instalación suele realizarse en los asientos traseros del vehículo, entre los que se recomienda el central por ser el más seguro, en contra de lo que solemos creer. También puede situarse en el puesto del copiloto, pero solo después de habernos asegurado de que el airbag está desactivado.

Grupo 1

Para ocupantes de 9 a 18 kg o hasta los 105 cm de altura, tramos equivalentes, más o menos, a etapas comprendidas entre 8 meses y los 4 años. En este caso, deben ir colocados en la parte de atrás del coche.

Grupo 2

Para pasajeros de 15 a 25 kg o de más de 100 cm de estatura o, dicho de otra forma, aunque solo con carácter orientativo, entre los 3 y los 7 años. Han de disponer de un elevador con respaldo obligatorio, de modo que permita adaptar el cinturón de seguridad de 3 puntos del coche al sistema de retención. Igual que en la categoría anterior, deben instalarse en las plazas traseras.

Grupo 3

Concebido para fases más avanzadas de la infancia, con un límite de 36 kg o de 135 cm, que podría corresponder con edades entre los 6 y los 12 años. Están pensados para niños y niñas demasiado grandes para las sillas a contramarcha, pero que todavía no alcanzan la estatura necesaria para circular únicamente con el cinturón de seguridad. También han de ir montados en los asientos de atrás del coche.

Ofrecido por Sillas Contramarcha10