Si te gustan los platos y guisos propios de la cocina tradicional, pero al mismo tiempo quieres desentenderte de la cocina, una olla de cocción lenta es el electrodoméstico ideal para ti. También llamada slow cooker o crockpot (nombre de la marca que fue pionera en su fabricación), se caracteriza por cocinar los alimentos a bajas temperaturas durante largos períodos de tiempo.
De esta forma, se respeta cada producto y se permite que carnes, pescados, verduras y legumbres conserven al máximo sus nutrientes y vitaminas, al tiempo que se potencia su sabor. Por otro lado, implica una forma económica de cocinar, ya que a pesar de que funciona a través de la corriente eléctrica, consume muy poca energía (entre 45 W y 210 W).
Qué tener en cuenta al comprar una olla de cocción lenta
Uno de los principales parámetros que debes considerar antes de comprar una olla de cocción lenta es su capacidad, que varía entre 2 y 8 litros. Lo aconsejable es una olla de, como mínimo, 3,5 litros, un volumen que permite preparar tres o cuatro raciones al mismo tiempo. La capacidad determinará también el tamaño y, por lo tanto, el lugar que ocupará dentro de tu cocina.
Otro aspecto que es preciso tener en cuenta son los niveles de cocción que ofrece. Como mínimo, existen dos: high (de unas cuatro horas de duración) y low (de hasta ocho horas). Muchas suman la opción warm, que mantiene caliente la comida. Debes saber que hay modelos manuales y otros programables con temporizador, inicio y apagado automático y ajuste de temperatura.
