10 Consejos indispensables para sobrevivir a los despertares nocturnos de tu bebé

Sabemos que la adaptación a los ciclos del sueño de los pequeños puede ser tan abrumadora como desconcertante. ¿Es normal que despierte tantas veces? ¿Por qué sucede? ¿Cómo evitar los despertares nocturnos para lograr un mejor descanso? Te contamos todo a continuación.

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¿Es normal que se despierte por la noche?

En primer lugar, sí, es tan normal como necesario. Es parte del crecimiento del niño y la adaptación a sus ciclos naturales de descanso. Si bien los despertares nocturnos pueden generarnos sensaciones poco gratas que van desde el agotamiento a la absoluta incertidumbre, nos sucede a todos los seres humanos diariamente, incluso a nosotros los adultos. Sí, a nosotros, también nos pasa.

¿Por qué sucede?

El principal motivo son las fases de sueño de tu bebé. Cuando hacemos la transición entre una y otra, nos despertamos parcialmente para movernos y cambiar de posición, estirarnos y acomodarnos. De esta forma, el cuerpo puede relajarse y evitar que nos mantengamos quietos durante horas, para no levantarnos entumecidos y doloridos. Estos ‘baches’ son parte integral de la estructura del sueño.

A diferencia de los bebés, nuestra memoria no registra estos microdespertares y aprendimos, simple y naturalmente, a seguir durmiendo. Tu hijo aún no lo ha aprendido, pero lo hará con el tiempo, así que el primer paso es comprender que estas interrupciones son completamente normales y que, como muchas otras cosas, cambiarán a medida que crezca.

¿Tienes amigos que te cuentan que sus bebés duermen del tirón? Los neurólogos aclaran que, técnicamente, esto no es cierto. En realidad, algunos aprenden más rápido a manejar estas transiciones entre fases y volver a dormirse, mientras otros no lo logran a la primera y acaban por despertarse.

Además del proceso natural de adaptación a los ciclos de sueño, en los bebés hay diferentes factores que se suman a lo que luego se transforma en el llanto nocturno que se encarga de despertar a la familia: dentición, alguna infección, gases, fiebre, hambre o algún malestar. Ten en cuenta que nadie conoce a tu bebé como tú y aprenderás a detectar qué es lo que sucede en cada caso, así que ánimo y paciencia.

Volver a dormir después de los despertares nocturnos

Otro motivo en el que muchos pediatras coinciden es el desconcierto del bebé a la hora de despertar. Y lo explican con una analogía interesante: imagina que te has dormido en la cama con tu pareja y tu almohada favorita, y algunas horas después, te despiertas en el suelo de la cocina o el sofá. ¿Sería fácil seguir durmiendo o regresarías al escenario cómodo y conocido? Probablemente, elegiríamos volver. Ahora, imagina eso desde el punto de vista de un bebé.

A veces se duermen en los brazos de alguien, mientras les mecemos, les alimentamos o en alguna otra situación en particular que asocian con la hora de ir a la cama, para luego despertarse en un entorno totalmente diferente. Esto los desconcierta y necesitan recrear nuevamente un patrón conocido para volver a dormirse.

La clave es intentar generar asociaciones y brindar un entorno que facilite su vuelta al sueño de la mejor forma posible, para que el bebé se sienta seguro y pueda dormirse otra vez.

¿Cómo mejorar el sueño de nuestro bebé?

Es esencial crear una buena rutina a la hora adecuada para que tu bebé aprenda y perciba que es momento de descansar. Es un proceso que lleva tiempo (y una dosis de paciencia). Te dejamos algunas pautas para poder elaborar un sistema acorde con la crianza de tu hijo y los ritmos de la familia. 

Lo más importante a la hora de generar un cambio positivo (y duradero) es hacer énfasis en la repetición. Esta debe ser sostenida en el tiempo, ya que le enseñará con hechos a tu bebé a conectar naturalmente con su patrón de descanso y sus funciones biológicas de manera correcta. Además, asociará esto a la ‘hora de dormir’, por lo que es fundamental planearlo previamente y replicarlo para generar un patrón.

Consejos para evitar despertares nocturnos 

1. Crear un ambiente propicio para un buen descanso

Cuando se acerque la hora de ir a la cama, puedes comenzar bajando las luces y reduciendo los sonidos al mínimo; esto no solo ayudará al niño a relajarse, sino también a ti. Los bebés perciben todo tipo de estímulos fácilmente y sienten fascinación por aquello que los rodea, incluso lo que es imperceptible para tus ojos. ¡En el mundo del bebé todo es novedoso! Recuerda que están descubriendo todo a cada instante.

2. Darle un baño o un masaje

Esto os brindará un momento de mimos muy necesario y bonito. Además, fortalece el vínculo y ofrece una sensación de seguridad, mientras relaja su cuerpo y lo prepara para dormir. 

3. Evitar la luz en su habitación por la noche

Ayudará a que comience a regular sus ritmos circadianos. Las investigaciones aseguran que la exposición a la luz durante la noche envía señales al cerebro y retrasa la liberación de la hormona melatonina, que facilita la somnolencia y la relajación. Para evitar la oscuridad total, puedes utilizar luz tenue.

4. Exponer al bebé a patrones de iluminación natural

Si bien cuando son pequeños no logran sincronizar fácilmente sus ritmos circadianos, esta práctica les ayudará a establecerlos con más facilidad. 

5. Cuando despierte por la noche, descartad cualquier molestia

Si el bebé no se siente bien, o simplemente tiene hambre, hay que resolver lo inmediato, siempre evitando estímulos para que no se despierte completamente y no asocie la noche con juegos.

6. Evitar entretenerlo

Lo mejor es actuar como padres ‘aburridos’ para reafirmar la idea de que la noche es para dormir y no para jugar. Los pediatras advierten que estimularlos puede arruinar nuestro intento de establecer una rutina para el niño, por lo que se recomienda que seamos suaves y silenciosos en todo momento. 

7. Dar comienzo a la rutina cuando el bebé esté somnoliento

Lo mejor es comenzar cuando veamos que está cansado. De ser posible, introducir al bebé en la cuna en ese momento, y no cuando esté dormido. Es positivo que la asocie con la hora de descanso, para que al despertar pueda hacer la transición de fase sin sentir desconcierto. 

8. Ajustar el horario paulatinamente

Una vez comiences a repetir estos patrones, puedes retrasar lentamente la hora del comienzo de las ‘actividades para ir a dormir’, hasta alcanzar el horario que desees y que se adapte mejor al ritmo de la familia.

9. Sostener los hábitos

Cada bebé es diferente y cada uno tiene su propia personalidad. No te preocupes si te lleva más o menos tiempo, lo esencial es la construcción diaria de estos patrones a la hora de dormir.

10. Esto pasará, solo es cuestión de tiempo

Aunque a veces nos agobiemos, hay que tener siempre presente que es una situación temporal. Si sientes que necesitas ayuda, pídela, porque tu bienestar es fundamental. Intenta también acordar con tu pareja cómo reaccionar ante los despertares nocturnos de vuestro hijo o hija, para lograr un consenso que os permita brindar al bebé la rutina que necesita. A veces, puede despertarse y volver a dormirse poco después, sin intervenciones. Sigue tu instinto y pronto verás que logra descansar del tirón.