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Salud Infantil

La protección solar es innegociable: consejos infalibles para ponérsela que no protesten

Poner protector solar a los niños
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 16.06.22

Todos tenemos claro lo indispensable que resulta mantenernos a salvo de los perjudiciales efectos de los rayos de sol. Sin embargo, cuando los menores se encuentran en las primeras fases de la infancia, echarles crema puede generar situaciones de desencuentro. Por fortuna, existen trucos para lidiar con esas conductas rebeldes y conseguir poner protector solar a los niños y niñas sin que protesten. O, al menos, sin que lo hagan mucho.

Qué radiaciones son peligrosas para la salud

Como explican los expertos de la Asociación Española de Pediatría, entre las radiaciones que llegan a nuestro planeta destacan las ultravioleta A (UVA), las ultravioleta B (UVB), las infrarrojas y la luz visible. Las UVA son capaces de penetrar en las capas más profundas de la piel y pueden provocar su envejecimiento prematuro, así como aumentar la probabilidad de padecer cáncer. Un riesgo que también existe con las UVB, que, pese a incidir de manera más superficial, causan quemaduras.

Cuáles son los productos más adecuados durante la infancia

Existen, por un lado, filtros solares físicos, que contienen sustancias inorgánicas como el dióxido de titanio y el óxido de zinc y actúan reflejando los rayos. También hay otros químicos con componentes orgánicos y que absorben las ondas ultravioleta, aunque pueden provocar reacciones adversas como la dermatitis durante las primeras etapas de la vida. Por eso, a lo largo de dicho periodo resulta más apropiado decidirse por los primeros.

Paralelamente, hemos de tener en cuenta el factor de protección, parámetro que indica la cantidad de defensa contra las radiaciones UVB y que viene reflejado en los envases. Para salvaguardar la integridad de la piel de los niños y las niñas, no debe ser inferior a 30, aunque los especialistas recomiendan utilizar productos que alcancen el 50. Además, es importante que la crema en cuestión evite los efectos de los rayos UVA, algo que se comprueba mirando en la etiqueta.

Precauciones antes de poner protector solar a los niños
Antes de poner protector solar a los niños, se recomienda revisar la etiqueta | Fuente: Canva

Qué debemos tener en cuenta antes de exponer a nuestros hijos al sol

No obstante, antes de permitir que los menores estén al sol, resulta imprescindible considerar su edad. Antes de los 3 años, según indica la AEP, ha de evitarse cualquier exposición, para lo cual sugieren que los equipemos con ropa, sombreros y gafas, aparte de aplicar sobre las zonas al descubierto un protector suficientemente efectivo.

En cambio, en el cuerpo de los bebés menores de 6 meses ni siquiera es aconsejable suministrar loción alguna. En su lugar, lo más conveniente es proveerles de una zona que esté a la sombra, así como de prendas que actúen de barrera. Como única excepción, podemos extenderles un poco de crema en zonas específicas como la cara y el dorso de brazos y manos.

Pasos para poner protector solar a los niños

Las principales pautas establecidas por los pediatras se inician con la aplicación de una cantidad generosa de loción sobre la piel seca, en todas las partes susceptibles de recibir radiaciones. Dicha acción ha de llevarse a cabo en torno a quince o treinta minutos antes de la exposición y repetirse cada dos horas, pues tanto el agua como el sudor disminuyen el efecto. Incluso en los productos concebidos especialmente para la interacción con el medio acuático, debemos extender una nueva capa tras un baño prolongado.

De forma adicional, resulta muy necesario asegurarse de proteger las zonas del cuerpo más sensibles a los rayos de sol. Particularmente la cara, el cuello, la cabeza, los hombros, el escote, las orejas, las manos y los empeines. Para la boca, en cambio, lo más adecuado es usar barras de labios. Por último, nunca hay que confiarse por el hecho de que sea un día encapotado, pues la radiación ultravioleta puede atravesar las nubes y reflejarse en elementos como los líquidos, la arena, la hierba y la nieve.

Consejos para minimizar su rechazo cuando les echemos crema

Una vez conocidos los consejos de los profesionales, seremos los padres y las madres los que tengamos que lidiar con el rechazo infantil cada vez que pretendamos proceder con las citadas precauciones. Y es que poner protector solar a los niños no siempre es una práctica sencilla, sobre todo cuando estos aún no han llegado a etapas avanzadas del desarrollo.

1. Aportarles explicaciones adaptadas a su edad

Explicar los motivos de una rutina como esta sosegadamente es el primer paso para involucrar a los menores en ella. Como es lógico, el nivel de profundización dependerá de la edad que tengan.

2. Crear situaciones divertidas

Convertir una acción aparentemente aburrida en un momento divertido es otro de los trucos para encontrar su complicidad. Para conseguirlo, podemos incorporar chistes, historias, canciones, anécdotas u otros recursos mientras repartimos la loción por las distintas partes de su cuerpo.

Consejos para evitar el rechazo de los niños
Crear situaciones distendidas evitará que ponerles crema termine convirtiéndose en una batalla | Fuente: Canva

3. Hacerles sentir protagonistas de la rutina

Al mismo tiempo, es importante buscar su implicación en el proceso. Cuando estén familiarizados con la práctica, es buena idea dejar que ellos mismos vayan cogiendo las riendas y planteen la próxima acción que se debe seguir.

4. Dar ejemplo con nuestra conducta

Como en tantos otros ámbitos, resulta imprescindible que nosotros sirvamos como modelo válido que puedan imitar. Incluso dejando que sean ellos los que apliquen el producto por diferentes áreas de nuestra anatomía.

5. Emplear incentivos

Por último, y especialmente cuando nos topemos con su resistencia, podemos plantear pequeñas negociaciones basadas en la restricción de privilegios. Si su actitud no es la deseada, no se habrán ganado, por ejemplo, que compartamos con ellos un rato de juego bajo el sol cuando lleguemos a la playa o a la piscina.