Es normal que, durante sus primeros años de vida, nuestros hijos no dejen de explorar el entorno que les rodea. Una permanente inquietud que, pese a resultar beneficiosa para su desarrollo, conlleva determinadas amenazas como aquellas relacionadas con las intoxicaciones por productos del hogar. No en vano, según la Asociación Española de Pediatría, las diferentes sustancias químicas empleadas para la limpieza doméstica son la primera causa de envenenamiento involuntario en menores de 2 años y la segunda, tras la ingesta de medicamentos, durante toda la etapa infantil.
Qué lesiones pueden ocasionar las intoxicaciones por productos del hogar
Los elementos causantes de este tipo de accidentes son, sobre todo, los detergentes para la ropa, las pastillas para el lavavajillas, las lejías, los limpiasuelos, los ambientadores o incluso sustancias para el mantenimiento del jardín, así como pesticidas e insecticidas. Hay que decir, no obstante, que la mayoría de ellos son poco tóxicos y que, debido a su mal sabor, los niños suelen tragar cantidades reducidas que no llegan a causar problemas importantes.
En algunas ocasiones, en cambio, pueden ocasionar lesiones preocupantes si son preparados cáusticos, como quemaduras en la boca, en la garganta o en la propia piel. Los síntomas más frecuentes, como explica la AEP, podrían resumirse en un aumento del babeo, vómitos, dificultad para tragar y rechazo de los alimentos. En los escenarios más graves, añaden, es posible observar problemas para respirar o dolores en el pecho y la tripa.
