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Salud Infantil

4 De cada 10 menores no duermen las horas recomendadas

Consejos para conseguir dormir las horas recomendadas
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 11.10.22

Los hábitos saludables en los niños abarcan muchos aspectos de sus vidas que no se deben descuidar, como los hábitos de sueño. Dormir las horas recomendadas es crucial para la salud de cualquier ser humano. En el caso de los más pequeños y jóvenes, hacerlo menos de lo necesario puede conllevar problemas como un déficit de memoria y atención o un aumento de comportamientos impulsivos o baja tolerancia a la frustración, entre otras consecuencias. Esto es especialmente relevante si tenemos en cuenta la situación de sueño actual de muchos niños: un estudio realizado por la Gasol Foundation concluyó que en España 4 de cada diez menores no cumplen con las horas de sueño necesarias para su edad.

Una de las razones por las que es complicado para los más pequeños mantener un sueño regular son las actividades que tienen lugar una vez finalizado el horario escolar. Según Deusto Salud, centro de formación especializado en salud y bienestar, “cada vez se adelantan más los horarios en el colegio con tal de llevar a cabo una jornada intensiva, pero los horarios de muchas extraescolares o las jornadas laborales de los padres hacen que cenar pronto e irse a la cama a la hora requerida sea un reto complicado”. A esto se suma el ajetreo diario que conllevan aspectos como la sobrecarga de actividades extraescolares o la búsqueda de espacios de entretenimiento como, por ejemplo, los videojuegos, las redes sociales o el consumo de contenidos en streaming. En concreto, el Instituto de Evaluación del Ministerio de Educación asegura que 9 de cada 10 estudiantes de enseñanza obligatoria realizan extraescolares. Además, de forma paralela, 1 de cada 4 asiste a clases de refuerzo fuera de su horario escolar. En cuanto a las horas que dedican los menores a actividades como los videojuegos, los datos más recientes de la Organización Mundial de la Salud apuntan que los menores pueden llegar a dedicar 5 horas y media diarias a jugar con dispositivos.

Implementar una buena rutina de sueño: una tarea imprescindible

Es primordial que los padres conozcan la importancia de que sus hijos duerman las horas adecuadas, que varían en función de la edad. Según Deusto Salud, que cuenta con una formación específica en Auxiliar de Pediatría, “los bebés de 0 a 2 años deben dormir entre 11 y 14 horas diarias, los niños de entre 3 y 5 años de 10 a 13 horas. De 6 a 12 años, deben dormir de 9 a 12 horas, y los adolescentes de entre 13 y 18 años deben hacerlo de 8 a 10 horas”. Para ayudarlos a cumplir con estos horarios de descanso, las familias tienen un papel crucial. A continuación, Deusto Salud comparte una guía de medidas con tal de garantizar una higiene del sueño en los más pequeños:

1. Dormir y levantarse siempre a la misma hora

Es el recurso más conocido y el más efectivo. “Acostumbrar al cuerpo a unos horarios específicos permite adaptar el ritmo biológico a unas rutinas”, apuntan desde Deusto Salud. Conseguir este ritmo permite al cerebro asociar ciertos momentos del día al descanso y, por ende, conseguir que el momento de irse a dormir sea efectivo y rápido.

2. Prescindir de pantallas mínimas media hora antes de ir a dormir

El entretenimiento en pantalla se puede sustituir por otras actividades poco estimulantes o más relajantes, como leer, por ejemplo. Para ello, se puede establecer una hora en la que toda la familia deje de hacer uso de móviles, tablets o televisores y empiece su preparación para irse a la cama.

3. Evitar focos de luz innecesarios

Desde Deusto Salud afirma que “para favorecer la producción de la hormona del sueño, la melatonina, es muy importante dormir completamente con la luz apagada, sin ningún foco de luz azul”. La presencia de la misma altera la producción natural de melatonina, hecho que se traduce en una posibilidad de aumentar el azúcar o la presión arterial.

4. Utilizar la cama solo para dormir

Se recomienda no realizar en la cama tareas que impliquen actividad mental, como, por ejemplo, ver series. De esta forma, el cerebro asocia la cama al descanso y se predispone a ello cuando el niño se acuesta. Si se ejecutan juegos en la cama, el cerebro se activa y el descanso será más complicado.

5. Evitar siestas excesivamente largas

Llevar a cabo siestas que duren más de 20-30 minutos se asocia a una mayor exposición a enfermedades cardíacas o cerebrovasculares, por lo que es fundamental que los padres no dejen a sus hijos hacer siestas excesivamente largas, especialmente si ya son adolescentes, ya que sus horas de sueño recomendadas no son tantas como la de los más pequeños.