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3 Consejos para dormir mejor y fijar el hábito en tus hijos

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Dormir mejor
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 30.07.20

El sueño es un tema popular, especialmente para los padres. Una de las preguntas más frecuentes hacia padres de niños pequeños es ¿duerme toda la noche?, especialmente si son primerizos. Como respuesta, no hay escasez de consejos de blogs, redes sociales y libros sobre el sueño. Por lo tanto, dormir mejor parece una preocupación para muchas familias.

Sin embargo, no existe una única forma de conseguirlo, las rutinas de sueño y sus patrones son algo personal y que ha recibido impacto de la cultura, el entorno, la familia y las experiencias pasadas de cada individuo. Por lo tanto no hay una respuesta universal para mejorar la cantidad y la calidad del sueño. Por eso, en lugar de cambiar con la última moda o el último consejo, cada persona y familia debería encontrar soluciones adecuadas y específicas para ellos.

En este artículo, te ofrecemos tres ideas simples y fáciles de ejecutar que te pueden ayudar a mejorar la calidad del sueño para ti y para tu hijo y se puede integrar con la forma de vida de tu familia:

1. Mantener una rutina de irse a la cama

Las rutinas son esenciales para conseguir una salud del sueño positiva. No tienen por qué ser rígidas, pero deberían seguir un patrón predecible.

  • Los días laborables pueden tener un patrón diferente que los fines de semana y las vacaciones, y por supuesto se pueden incorporar eventos planificados y nocturnos. Pero cuando llegue una de estas noches extraordinarias, resiste la tentación de saltarte la rutina por completo. Un niño exhausto (y un adulto) necesita más estrategias y apoyos para calmarse. Intenta mantener las piezas integrales de la rutina, pero dedica menos tiempo a cada una.
  • Una rutina simple a seguir es mantener la misma hora de despertarse y acostarse todos los días. Aunque esto no siempre es posible en nuestras vidas ajetreadas, intenta resistirte a dormir hasta muy tarde los fines de semana, porque altera los patrones de sueño. Cuando encuentres la hora que le venga bien a tu familia, sigue un patrón predecible cada noche. De esta manera el cuerpo reconoce la rutina y se prepara para dormir.
  • Incorpora a los niños de más de tres años en la planificación de lo que pasa antes de irse a la cama. Algunos niños se relajan con un baño, un cuento o un ratito dedicado con sus padres. Otros pueden disfrutar de poses de yoga. Juntos, tú y tu hijo podéis disfrutar de momentos de meditación o de estiramientos antes de dormir. Según tu hijo va haciéndose más familiar con una rutina, puede realizarla él solo y reconocer que tiene sueño. Cuando crezca, mantendrá algunas de estas estrategias y desarrollará su propia rutina.

Tu propia rutina es también importante. ¿Qué haces tras meter a tu hijo en la cama? ¿Qué encuentras relajante? Intenta incorporar tus experiencias relajantes a tu rutina de antes de dormir.

Rutina para dormir mejor: niño leyendo en la cama

2. Evita las pantallas antes de dormir

La luz azul artificial de los aparatos electrónicos retrasa la producción de melatonina e impacta en los ritmos circadianos naturales del cuerpo. Esto impacta de forma negativa en la habilidad de quedarse dormido. Para contrastar este impacto, evita las pantallas durante dos o tres horas antes de irse a la cama. Para los niños esto significa apagar la televisión y las tabletas varias horas antes de dormir. Para los adultos, puede significar un reto, ya que el teléfono siempre se lleva encima.

Considera usar una aplicación que filtre la luz azul, pero intenta también mantener las televisiones, teléfonos y ordenadores fuera del dormitorio para no mirarlos justo antes de dormir. Y asegúrate de pasar tiempo expuesto a la luz natural durante el día, para ayudar a tus ritmos circadianos a estar alerta con luz y a dormir sin luz.

Mirar el móvil en la cama no ayuda a dormir mejor

3. Crear un entorno en el dormitorio para dormir bien

Por último, tener un espacio dedicado para dormir mejor es importante y consistente con el razonamiento de que las rutinas favorecen un sueño más descansado. Un lugar de sueño dedicado ayuda tanto a niños como a adultos a asociar el sueño con este espacio, que debería estar oscuro por la noche y fresco. Ayuda, por ejemplo, que el dormitorio solamente se utilice para dormir y que el lugar dedicado para el estudio se encuentre en otra sala.

Dormir mejor

No existe una cura mágica para dormir de forma descansada, pero implementar estas estrategias puede conducir a una experiencia restauradora para ti y tu familia.