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Salud Infantil

¿Dónde deben dormir los bebés, en su propia habitación o con sus padres? Pros y contras de cada opción

¿Dónde deben dormir los bebés, en su propia habitación o con sus padres? Pros y contras de cada opción
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 17.05.21

Todos los padres alguna vez nos preguntamos dónde deben dormir los bebés: ¿en su propia habitación o con nosotros? Después de revisar las opiniones de los expertos —pediatras, psicólogos y especialistas del sueño—, llegamos a la conclusión de que no existe una verdad absoluta al respecto, sino que ambas opciones tienen sus pros y contras.

Bajo este enfoque queremos abordar el tema, destacando los beneficios y desventajas de que el niño duerma en su cuarto o que lo haga en el mismo dormitorio de sus progenitores.

Un artículo de la Asociación Española de Pediatría (AEP) sostiene que cada familia tiene que tomar su propia decisión sobre dónde deben dormir los bebés en función de sus costumbres e ideas.

“Cuando se intenta hacer algo de lo que uno mismo no está muy convencido, el bebé percibe la duda, pues de forma inconsciente se emiten dobles mensajes. Por ejemplo, dejar que el hijo se quede en la cama de los padres diciendo en tono rabioso ‘Bueeeeno, quédate’. O al revés, ir muchas veces a su habitación, aunque este no lo pida. Los mensajes de doble sentido generan ansiedad y dificultades educativas”, recuerda la AEP.

Dormir en su propia habitación

Pros

1. Son más autónomos e independientes

Los pediatras de España aseguran que los bebés que duermen solos adquieren un ritmo personal de descanso y crecen con un mayor sentido de la autonomía. Eso se traducirá en niños más seguros en sí mismos.

2. Se enfrentan al temor a la oscuridad

Los niños a menudo tienen miedo a la oscuridad y corren a la cama de sus padres por las noches para sentirse seguros y protegidos. Pero de esta manera podrían volverse más miedosos, lo que hará que les cueste más aprender a hacer frente a sus temores cuando se apaga la luz.

Si desde que son pequeños se acostumbran a dormir solos, será más fácil que comprendan que la oscuridad no es un peligro.

Madre en la cama con su bebé. Dónde deben dormir los bebés
Si duerme en la cama con vosotros, podríais aplastarlo sin querer | Fuente: Canva

Contras

1. Incomodidad para la madre

Mamá tendrá que ir al cuarto del bebé cada vez que tenga que darle pecho o cuando escuche un llanto. Por el contrario, si la familia opta por el colecho, la pareja podrá atender rápidamente los requerimientos de su hijo a cualquier hora de la noche.

2. Querrá dormir en vuestra cama

Cuando la cuna no está en el mismo dormitorio de los padres, los niños suelen ir allí y pedir con insistencia que les dejen acostarse con ellos. Será una situación difícil, pues se verán tentados a ceder ante las peticiones de su pequeño.

“Los niños de hoy son menos autosuficientes. Muchos preadolescentes aún no saben cómo estar solos a la hora de dormir y no se han visto obligados a aprender. Los padres resuelven el problema al permitir el colecho, ignorando que le están causando un daño a su hijo”, comenta la psicóloga Kate Roberts en el portal Psychology Today.

Además, la experta asegura que esta situación suele afectar a la relación matrimonial, pues sufre de falta de intimidad por la presencia del hijo en la cama.

Dormir con los padres

Pros

1. Reduce los riesgos de muerte súbita

La Academia Americana de Pediatría asegura en un informe que dormir en el mismo cuarto durante los primeros 6 meses de vida reduce en un 50 % los riesgos de muerte súbita (SMSL).

“Un bebé que está al alcance de su madre puede tener más confort o más estimulación física que durmiendo en un ambiente con otra persona”, comenta a CNN la doctora Lori Feldman-Winter, miembro del Grupo de Trabajo contra el SMSL y coautora del estudio.

Los pediatras de Estados Unidos indican que cuando tienen de 1 a 4 meses existen mayores probabilidades de sufrir muerte súbita, aunque el síndrome sigue siendo una amenaza hasta cumplir el primer año.

2. Concilian el sueño con más rapidez

Al sentirse más seguros y protegidos ante la presencia de sus padres, los niños suelen conciliar el sueño en menos tiempo. Asimismo, suele ser más profundo y reparador, y es menos probable que tengan pesadillas.

Cuna colecho. Consejos sobre dónde deben dormir los bebés
Los pediatras recomiendan tener la cuna junto a tu cama durante los primeros 6 meses | Fuente: Pexels

Contras

1. Riesgo de aplastamiento

Un estudio de la AEP advierte que el colecho puede poner en riesgo su vida, ya que cualquiera de los dos podría aplastarlo por la noche sin darse cuenta.

El aplastamiento, la sofocación o el estrangulamiento son peligros reales de dormir junto a tu hijo pequeño, ya que su respiración podría verse obstruida debido al peso de sus padres”, dicen los pediatras.

Si todavía tienes dudas sobre dónde deben dormir los bebés, la afirmación anterior te ayudará a despejarlas y a valorar los peligros de acostar a un neonato en la misma cama que los adultos.

2. Problemas de ansiedad

Los niños que duermen con sus progenitores de manera regular y, sobre todo, cuando esta costumbre se alarga en el tiempo, tendrán problemas para conciliar el sueño cuando vayan a quedarse en casa de un amigo o en un campamento infantil.

“Desde el punto de vista psicológico, los expertos consideran que los padres que duermen con sus hijos, lejos de protegerlos del miedo y la inseguridad, causan un efecto contrario interfiriendo en su crecimiento físico, así como en su independencia”, explican expertos del Instituto de Investigaciones del Sueño.

Dónde deben dormir los bebés padres
Cuando los habitúas desde pequeños, después, al ir creciendo, dormirán solos sin problema | Fuente: Pexels

Recomendaciones

Si tu hijo se ha acostumbrado a dormir contigo, pero crees que ya es hora de que se quede en su propia habitación, aquí te dejamos algunas recomendaciones de los pediatras españoles para manejar la situación:

  • Pídele que se acueste en su cuarto, pero permítele dejar la puerta abierta.
  • Si no quiere dormir solo por temor a la oscuridad, dile que encienda la lámpara en la mesita de noche, pero debe ser una luz tenue.
  • Mantén una temperatura agradable en su habitación y evita el exceso de ruido.
  • Asegúrate de que se alimente bien antes de dormir para que no se acueste con hambre.
  • Si el niño se levanta en varias ocasiones porque no puede dormir, habla con él, dale un vaso de leche tibia, pero no sedas a la petición de dejarlo subirse a tu cama.
  • Si llora por la noche, atiéndelo sin exagerar. “Hay que dejar claro el mensaje: ‘es la hora de dormir’. No conviene encender luces, ni jugar, aunque se le puede dar agua o su chupete. El padre o la madre pueden sentarse a su lado, pero posiblemente es mejor que no lo cojan en brazos (salvo que esté enfermo)”, recomienda la AEP.

Después de conocer las opiniones de los expertos, ya tenemos más elementos de juicio para valorar dónde deben dormir los bebés y los niños pequeños en sus primeros años de vida.