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Psicología y salud mental

Traumas infantiles: ¿por qué se producen y cómo actuar ante ellos?

Traumas infantiles: ¿por qué se producen y cómo actuar ante ellos?
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 10.03.24

Los traumas infantiles son experiencias impactantes o perturbadoras que podrían afectar negativamente al desarrollo físico, emocional y social de los niños, y dejarles una huella profunda y duradera. Este tipo de acontecimientos pueden estar causados por múltiples factores, como accidentes graves, pérdida de un ser querido o situaciones de abuso, entre otras. Aunque no todos los incidentes tienen por qué ocasionar un trauma infantil, es importante que los padres sepan cómo actuar si se produce y, sobre todo, cómo evitarlo.

¿Qué puede provocar una experiencia traumática en niños y adolescentes?

Según un estudio sobre el estrés postraumático en la infancia publicado en el portal científico ResearchGate, muchos niños y adolescentes experimentan al menos un evento potencialmente traumático antes de llegar a los 18 años. Las causas son diversas; entre otras, se incluyen las siguientes:

  • Sufrir abusos físicos, emocionales y sexuales.
  • Experimentar negligencia en los cuidados por parte de los padres o figuras principales.
  • Presenciar o sufrir violencia doméstica, familiar o social (por ejemplo, bullying).
  • Vivir un abandono, separación dolorosa o pérdida de un ser querido.
  • Enfermedades graves.
  • Sufrir o presenciar un accidente, desastre natural o cualquier otro suceso sobrecogedor.
  • Ser víctima de guerra o terrorismo.
traumas infantiles
Los abusos y la violencia doméstica son dos posibles causas de traumas infantiles | Fuente: Pexels

Los acontecimientos estresantes pueden impactar de forma diferente según la persona, pero la infancia y adolescencia se consideran etapas de gran vulnerabilidad, debido sobre todo a la inmadurez cognitiva.

Por eso, en líneas generales, los efectos en menores podrían ser más duraderos e influir en la capacidad para regular emociones, establecer relaciones saludables y funcionar de manera adaptativa en el mundo. También se ha relacionado con un mayor riesgo de tendencias suicidas en la edad adulta, drogodependencia, depresión y otros trastornos psicológicos.

No obstante, según apunta esta investigación sobre neuro psiquiatría llevada a cabo por la Universidad de Chile, dependiendo de la naturaleza del trauma, la edad, la capacidad de resiliencia, el contexto social y el apoyo recibido, la huella emocional que quede tras el episodio sufrido será diferente.

4 Señales de alerta que podrían indicar daño emocional

Algunos de los síntomas comunes de traumas en menores incluyen:

1. Revivir continuamente lo ocurrido

Un estudio publicado en la revista científica Nature Neuroscience asegura que las experiencias dolorosas se procesan de forma diferente que el resto de los recuerdos, por lo que es común revivirlas una y otra vez a través de pesadillas, flashbacks o pensamientos intrusivos que provocan un gran malestar y descontrol emocional.

2. Evitación y retraimiento

Cualquier situación, lugar o persona que evoque lo ocurrido tenderá  a ser eludido. También es frecuente mostrar una actitud evitativa o retraída, así como falta de interés en actividades que antes se disfrutaban.

comportamiento ante traumas infantiles
Los niños que han sufrido daño emocional pueden buscar el aislamiento social | Fuente: Canva

3. Estado de alerta constante

La hipervigilancia o el estado de alerta constante es otra de las señales comunes tras sufrir un daño psicológico. Anticipar las amenazas o el peligro provoca ansiedad, irritabilidad y dificultad para concentrarse o conciliar el sueño, además de síntomas físicos como dolores de cabeza o problemas gastrointestinales.

4. Cambios de comportamiento

A menudo, se presentan cambios drásticos en el comportamiento, como impulsividad, agresividad o regresiones en el desarrollo (por ejemplo, mojar la cama, chuparse el dedo, comportarse como un bebé, hablar menos…).

Cómo actuar y prevenir los traumas infantiles

Si sospechas que tu hijo ha experimentado una vivencia dolorosa, es crucial buscar ayuda profesional de inmediato, pues si la situación no se valora ni se trata adecuadamente, los efectos en salud mental podrían ser duraderos.

Y aunque no siempre es posible prevenirlos, hay una serie de medidas que los padres y cuidadores pueden adoptar para asegurar el bienestar emocional de los menores:

1. Educar con amor y respeto

prevenir traumas infantiles con amor
La crianza amorosa y respetuosa fomenta la resiliencia y es fuerte autoestima | Fuente: Canva

Educar con amor y respeto, proporcionando al niño un ambiente estable y seguro donde se sienta escuchado, valorado y protegido, le ayudará a forjar una autoestima fuerte y saludable para enfrentarse a cualquier desafío. También es importante asegurar un clima de confianza en el que la comunicación abierta y sincera sean señas de identidad.

2. Fomentar la resiliencia

Los padres deben enseñar a sus hijos desde muy pequeños a desarrollar habilidades de afrontamiento, para que sean capaces de resolver de forma práctica y positiva los contratiempos que se les puedan presentar a lo largo de la vida. Esto pasará por educarles en la correcta identificación y expresión de las emociones, la resolución de problemas de una forma constructiva, y el establecimiento de relaciones saludables.

3. Estar atentos a las señales de alerta

Por último, es esencial estar siempre atentos a cualquier cambio en el comportamiento o estado de ánimo de los hijos, pues podría indicar la presencia de un problema. Ante cualquier duda o sospecha, hay que consultar con su pediatra.