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Psicología y salud mental

Día del Abrazo. Efectos positivos para el desarrollo emocional y la salud

el poder de un abrazo en el desarrollo infantil
Las demostraciones de afecto con contacto físico son esenciales para el desarrollo infantil
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 23.12.21

Todos sabemos lo necesarias que son las muestras de cariño, pero quizá no seamos del todo conscientes del poder de un abrazo. Aunque los pequeños momentos puedan parecer simples e insignificantes, tienen una influencia decisiva en nuestras vidas y hacen mucho más por el desarrollo de nuestros hijos de lo que creemos.

El afecto físico, una de cuyas demostraciones es el abrazo, probablemente constituye la manera más sencilla de conectar con nuestros seres queridos y promover su salud. De hecho, las distintas formas de contacto —tomarse de las manos, acariciar y abrazar— pueden ayudar a los niños a crecer de una forma más saludable, feliz, inteligente y conectada con quienes los rodean.

La ciencia detrás del contacto físico y por qué es tan importante

La piel es el órgano más grande de nuestro organismo. Actúa como defensa contra el mundo exterior. Además, nuestro cuerpo recoge datos sensoriales de la piel para compartirlos con nuestro cerebro. Cuando el cerebro procesa el tacto positivo, libera una hormona llamada oxitocina (más conocida como la ‘hormona del amor’), así como endorfinas, esas otras que favorecen los sentimientos de felicidad.

Estas hormonas ayudan a generar confianza, acelerar la curación física, estimular las emociones positivas y a calmar el sistema nervioso. También crean sentimientos de seguridad y brindan beneficios tanto a quien abraza como al que es abrazado.

Por lo tanto, incluso si el lenguaje principal de tus hijos no es el contacto físico, conviene incorporar este tipo de atención en la vida de un niño, según lo permita. Porque cada uno es diferente y tendrá, en consecuencia, diferentes necesidades.

A continuación, explicaremos por qué estas demostraciones de afecto directas tienen un impacto tan grande en ellos y cómo pueden ayudar a tu hijo a progresar para que sea saludable, fuerte, activo y emocionalmente consciente.

Cómo ayuda a nuestros hijos

El poder del abrazo, del tacto, va más allá de ser un mero apoyo para potenciar el vínculo entre padres e hijos. Es de gran importancia en el desarrollo infantil, como veremos a continuación.

1. Potencia el desarrollo

La primera experiencia de un bebé con el mundo se produce a través del tacto. De hecho, el sentido del tacto aparece en el útero a partir de la semana 16. Este sentido es esencial para el crecimiento de un niño en las habilidades físicas, las cognitivas, el lenguaje, la empatía emocional e incluso en su sistema inmunitario. Además, el tacto no solo afecta al desarrollo a corto plazo durante la primera infancia, sino que tiene efectos a largo plazo en la edad adulta.

2. Incrementa la inteligencia

En una investigación realizada en la Universidad de Washington pudieron comprobar que el tamaño del hipocampo era superior en los niños que habían recibido más abrazos con frecuencia durante los primeros años de vida. Y es preciso señalar que esta parte del cerebro resulta vital para el aprendizaje, la memoria y la respuesta al estrés.

3. Estimula la inteligencia emocional

Como hemos visto, el tacto es el primer sentido que adquiere el feto y resulta primordial a lo largo de toda nuestra vida. También juega un papel esencial en la aparición, y fortalecimiento posterior, de los vínculos emocionales y la empatía.

La empatía es la capacidad de imaginar cómo se siente otra persona en una situación particular y responder con cuidado. Por lo tanto, si deseamos criar a un niño emocionalmente consciente, es importante que reciba contacto físico afectuoso. Esto le ayudará a desarrollar empatía, conexión social y resiliencia.

4. Aumenta la felicidad

A menudo, después de un largo y duro día de trabajo, los adultos agradecemos un abrazo reconfortante, ¿verdad? Los niños los necesitan igualmente y buscan los componentes sanadores emocionales de este gesto de cariño.

Los abrazos y el contacto positivo aumentan los niveles de dopamina y serotonina, lo que puede mejorar su estado de ánimo y aliviar los síntomas de la depresión.

5. Fomenta la autoestima

Un abrazo es una excelente manera de mostrar de manera tangible la conexión humana y mejorar la autoestima. Estas muestras de afecto contribuyen a asegurar a nuestros hijos que son amados y hace que crezca en ellos un sentido de confianza en sí mismos y una mentalidad positiva. Estas asociaciones de autoestima y confianza permanecen con ellos hasta la edad adulta.

En general, abrazar a nuestros hijos es una manera de brindarles un lugar seguro cuando las cosas se ponen difíciles y aumenta su capacidad de quererse a sí mismos por ser quienes son.

6. Reduce el estrés

Los gestos de contención como los abrazos conducen directamente a niveles más bajos de cortisol, la hormona del estrés. El tacto también puede actuar como un agente calmante para aumentar los niveles de endorfinas, que reducen la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Asimismo, libera serotonina y dopamina en el cerebro, los llamados neurotransmisores ‘felices’, que producen una sensación de calma en nuestro sistema nervioso.

En resumen, abrazar con frecuencia a nuestros hijos tiene efectos especialmente positivos tanto en su cerebro como en su cuerpo. Y, por supuesto, en los nuestros también. El contacto físico no solo ayuda a los niños a sentirse seguros y amados, además, resulta crucial para su salud y desarrollo.

Gabriela García González
Educadora y experta en desarrollo personal integral para mujeres y niños
Autora de El poder de tu resilienciaLa mejor coach para tus hijos ¡eres tú!
Grandiosasconpower.com