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Psicología y salud mental

Qué puedes hacer si no te dejan ver a tus nietos

No me dejan ver a mis nietos
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 22.06.22

Muchos abuelos tienen dificultades para ver a sus nietos. La principal causa de este tipo de situaciones es la mala relación entre ellos y los progenitores de los niños. En Internet encontramos muchas búsquedas relacionadas con este conflicto familiar. “Qué puedo hacer si no me dejan ver a mis nietos” o “no quiero que mi hijo vea a sus abuelos” son solo algunos ejemplos de cómo las personas afectadas por esta situación tratan de resolver sus dudas.

El divorcio, la separación o, incluso, el fallecimiento de alguno de los padres obstaculiza la posibilidad de que los abuelos vean a sus nietos y nietas. Por eso hay tantas consultas sobre este problema. Una de las más frecuentes tiene que ver con el derecho legal que asiste a unos y otros a mantener su relación.

Un deseo amparado por la ley

En España, los abuelos y las abuelas tienen derecho a ver a sus nietos. Y viceversa. El Código Civil español reconoce y protege el derecho de los niños a relacionarse con sus parientes y allegados. En concreto, el artículo 160.2 indica que “no podrán impedirse sin justa causa las relaciones personales del menor con sus hermanos, abuelos y otros parientes y allegados”.

Además de este aspecto circunscrito al ámbito legal, el hecho es que constituye un vínculo muy positivo en la infancia. Numerosos estudios psicológicos y sociales coinciden en que se trata de una relación muy beneficiosa para los niños.

Trabajar para solucionar el problema

Por todo ello, resulta muy importante que los familiares superen las diferencias y arbitren la mejor fórmula posible para cada una de las partes. Y, desde luego, antes de pensar en llevar a juicio este conflicto familiar, merece la pena apurar todas las opciones posibles de negociación.

El primer paso para iniciar el diálogo consiste en la convocatoria de una reunión. En ella, se tratarán de exponer las necesidades y los deseos con tranquilidad. Desarrollar una actitud positiva y practicar la escucha activa son otros dos aspectos que se deben cuidar en este encuentro.

No me dejan ver a mis nietos: la relación abuelos-nietos es muy beneficiosa para la infancia
El vínculo afectivo con los abuelos es sumamente beneficioso para los niños | Fuente: Canva

La figura del mediador familiar

Si resulta difícil, o imposible, establecer una comunicación positiva entre padres y abuelos, se puede buscar la ayuda de un mediador familiar.

La mediación es una técnica de resolución de conflictos legalizada en España en 2012. El proceso se basa en una negociación asistida por un profesional, especializado en la gestión de situaciones y comunicación de crisis.

Con su ayuda, padres y abuelos pueden dialogar sobre todas las circunstancias relacionadas con el tiempo que estos últimos pueden pasar con sus nietos. El objetivo es que lleguen a un acuerdo total o parcial sobre cuándo, cómo, dónde y durante cuánto tiempo pueden verlos, además de otros aspectos que puedan ser relevantes en cada caso.

Además de ser una vía más rápida y económica que un juicio, la mediación familiar es totalmente respetuosa con los sentimientos y necesidades de las personas implicadas en el conflicto.

Cuáles son las claves de su labor

Esto es así gracias a que los profesionales que la ejercen son imparciales y neutrales, lo que significa que trabajan para todas las personas implicadas en la mediación y no proponen, ni imponen, ninguna solución.

Su trabajo consiste en que las ideas de todos afloren de manera ordenada y respetuosa, y puedan ir cristalizando en puntos de coincidencia. Y aunque estas cuestiones en las que están de acuerdo suelen existir previamente, no han salido a la luz porque no se han puesto en común o no se han podido valorar suficientemente con anterioridad.

En el caso de los abuelos que quieren ver a sus nietos, la mediación tiene una ventaja adicional, muy importante en el medio y largo plazo: ayuda a que las relaciones familiares mejoren en general.

Al ser un proceso basado en la negociación guiada, contribuye a aclarar situaciones y relaciones que a veces se han enquistado con el tiempo y, de paso, a aprender técnicas de comunicación eficaces, incluso cuando el proceso ha terminado.

El acuerdo de mediación es legal y de obligado cumplimiento por sí mismo, pero tampoco hay que desdeñar el hecho de que, al ser voluntario, suele acatarse en un grado mucho mayor que cuando se impone desde fuera.

No obstante, para reforzar el entendimiento alcanzado, también se puede elevar a escritura pública, llevándolo a un notario. Esto ayuda a que, en caso de incumplimiento, se pueda iniciar un proceso judicial de manera más rápida.

Beatriz de Lucas Luengo
Despacho de mediación familiar Pactio Mediación