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Psicología y salud mental

10 Cosas sobre la pubertad que debes hablar con tus hijos antes de los 10 años

Hablar sobre la pubertad
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 19.02.21

Hablar con los hijos sobre la pubertad un poco antes de que lleguen a ella tiene sus ventajas. En esta época de transición en la vida el cuerpo empieza a experimentar distintos cambios que llevan a los niños a convertirse en personas adultas. Aunque no siempre empieza a la misma edad, su inicio se produce, aproximadamente, entre los 8 y los 9 años, y se prolonga hasta los 13 o 15.

Como sucede con otras facetas de la evolución de las personas, es aconsejable anticiparlas en la familia y hablar con los hijos con algo de antelación. El motivo principal es que el conocimiento les ofrece seguridad.

10 Puntos clave que podemos plantear

Por eso queremos compartir aquí con vosotros 10 cosas sobre la pubertad que creemos que se deben hablar en casa. Eso sí, siempre teniendo en cuenta previamente los aspectos que ellos ya conocen. Además, hay que tratar de responder a sus dudas de manera sencilla y realista.

1. La pubertad no es una enfermedad

En este momento de grandes trasformaciones es adecuado especificar que es una etapa del desarrollo normal. Por tanto, todas las modificaciones que se observan son naturales.

2. Los cambios físicos

Tanto en hombres como en mujeres, lo más evidente son los cambios que se dan a nivel físico. Es aconsejable que les hablemos de ellos, para que puedan entender qué sucede en su cuerpo cuando los empiecen a notar. De este modo contribuimos a normalizar la situación. Algunos de ellos son la aparición de vello corporal, el aumento del tamaño de determinadas partes o el ensanchamiento de las caderas en las mujeres, por ejemplo.

3. La diversidad de los cuerpos

Este punto está relacionado con el anterior. Debemos trasmitir a nuestros hijos que cada cuerpo es un mundo. Es decir, que a pesar de que evolucionamos físicamente de manera similar, no todos nos desarrollamos igual ni al mismo tiempo. Hay personas que pasan por la pubertad antes que otras, hay quien tiene más o menos vello, u otras características que las distinguen.

4. La revolución hormonal

El desarrollo hormonal conlleva una modificación en el olor corporal y, a menudo, la aparición de acné. Además, el aumento de la secreción de hormonas sexuales genera la ovulación en las mujeres (y la menstruación) y la producción de testosterona en los hombres. Por ello, es aconsejable hablar en casa de manera natural sobre estas trasformaciones que se van a empezar a producir. Al mismo tiempo, conviene comenzar a generar hábitos de higiene adecuados a esta etapa.

5. Nuevas perspectivas sociales

Es probable que en esta fase el aspecto social cobre más protagonismo que el que ha tenido con anterioridad. De este modo, debemos verbalizar nuestra comprensión hacia los hijos. Explicarles que entendemos la relevancia que va a tener para ellos la pertenencia a un grupo. También su necesidad de compartir ideas o gustos con personas de su misma edad.

Así mismo, se les puede advertir que es posible que existan cambios en las relaciones con sus iguales. Por ejemplo, que habrá casos en los que dos personas que antes eran las mejores amigas dejen de serlo en esta etapa de sus vidas.

6. Identidad renovada

Es habitual que, con el inicio de la pubertad, los niños empiecen a experimentar variaciones en sus prioridades y en sus valores. Seguramente antes le daban importancia a unos temas que ahora han pasado a un segundo plano, y viceversa.

En este sentido, a menudo es una etapa de mucha inseguridad. Esto se debe a que se tambalean algunas de las creencias que se tenían en la primera infancia. Por ello, un buen tema de conversación sería el que se refiere a cómo las personas evolucionamos y cambiamos a lo largo de la vida.

7. El derecho a la intimidad

Con el inicio de la pubertad y el aumento de la libido aparece el deseo sexual. Y con él, todos los signos, fisiológicos y psicológicos, que lo acompañan. Podemos hablar con ellos de cómo sentimos atracción física por determinadas personas, y la importancia que tienen en este momento la intimidad y el respeto. Es clave que entiendan qué contenido se puede compartir en las redes sociales y qué otro corresponde estrictamente al ámbito de la intimidad.

8. Los efectos psicológicos

Es oportuno, igualmente, hablar con los hijos de la preocupación que a veces suscita el aspecto corporal. Todas las trasformaciones que acompañan a la aparición de la pubertad generan a menudo preocupación. Incluso rechazo del propio cuerpo, inseguridad o baja autoestima. En esta línea, es positivo trabajar con los menores, antes de llegar a esta edad, la aceptación de la diversidad y del propio cuerpo.

Por otro lado, en esta etapa es probable que la relación con los padres sea más difícil y se den más conflictos. Y también que el estado de ánimo sea más variable.

9. La sexualidad

Según se va llegando a la pubertad, nos interesa informar en casa de aspectos generales relacionados con la sexualidad. Es preferible que demos nosotros el paso antes de que busquen esa información en fuentes poco fiables.

A este respecto, se puede hablar con ellos de la masturbación, de la importancia de tomar precauciones si se practica el sexo y de algunos métodos anticonceptivos seguros. Informar acaba con los mitos y es una acción preventiva.

Asimismo, conviene explicar qué es la erección y la eyaculación, ya que a veces se dan durante el sueño.

10. La regulación emocional

Como se ha comentado anteriormente, esta gran variedad de trasformaciones que  experimentan a menudo trae consigo, también, cambios en el estado de ánimo. Por ello, es fundamental hablar con los hijos sobre la necesidad de exteriorizar y verbalizar las emociones. Es el primer paso para identificar aquello que sentimos, buscar soluciones y canalizarlo de manera adecuada.

Beatriz Alonso Sánchez
Pedagoga y psicóloga 
Centro Psicología Bilbao


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