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Cómo crear un buen espacio de estudio para tus hijos o mejorar el que tienen

Espacio de estudio
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 28.09.17

No existe una zona específica para hacer las tareas que sirva para todos, pero sí hay determinados aspectos que deben tenerse en consideración a la hora de crear o mejorar el espacio de estudio de nuestros hijos e hijas. El objetivo es conseguir un ambiente propicio para la concentración y el trabajo, en el que puedan hacer sus deberes en calma y cómodamente. Orden, limpieza, iluminación, tranquilidad y comodidad son algunas de las claves. Te lo contamos todo con detalle a continuación.

1. Escoge el lugar

Espacio de estudio en su habitación
Lo mejor es contar con una zona de estudio específica para ese fin | Fuente: Canva

El primer paso es elegir el lugar en el que ubicarás el espacio de estudio. Lo ideal es reservar para ello un rincón en su habitación, pero si el cuarto de tu hijo o hija es muy pequeño y no te resulta posible, convendría que buscaras alguna otra estancia de la casa para poner una zona exclusiva para este fin. Tener un sitio fijo para hacer sus tareas aporta estabilidad e invita a la concentración. Lo ideal es que quepa un escritorio, una cajonera para sus cosas y una estantería o unas baldas para sus libros.

2. Busca tranquilidad

espacio de estudio en el salón
También puedes habilitar un rincón en el salón para que trabaje en él | Fuente: Canva

En el caso de que no puedas ponerla en su dormitorio porque es muy pequeño, elige un sitio que no esté demasiado concurrido. Por eso, la cocina o el salón no son muy adecuados. Pero si no queda más remedio que decidirnos por uno de estos lugares, descartemos en primera instancia la cocina y procuremos dar a nuestro hijo la mayor privacidad posible en un rincón del salón u otro cuarto de la casa que acondicionaremos al efecto.

3. Las distracciones, fuera de su alcance

Espacio de estudio sin distracciones
El área de trabajo debe estar libre de distracciones | Fuente: Canva

Tanto si ubicas el espacio de estudio en su habitación como si eliges otra estancia, procura alejar del niño todo aquello que pueda distraer su atención: juguetes, ruidos y, por supuesto, el móvil, la tablet o el ordenador, siempre que no necesite alguno de estos dispositivos para hacer sus tareas.

4. Comodidad y ergonomía

Comodidad y ergonomía en el escritorio
Es importante que la silla sea cómoda y que pueda apoyar bien la espalda en ella | Fuente: Canva

Mantener una buena postura mientras hacen los deberes o estudian es fundamental, por lo que conviene ser cuidadosos con el mobiliario que vayamos a poner. La silla tiene que ser cómoda (a ser posible, ergonómica), de tal modo que el niño o la niña pueda mantener la espalda recta y bien apoyada en el respaldo. Y con una altura adecuada al escritorio, para que los pies queden apoyados en el suelo o, en caso de que no lleguen, en un reposapiés. Ten en cuenta que, mientras trabajan ante su escritorio, tanto las piernas como los brazos han de estar en ángulo recto.

Además, la superficie de la mesa debe de ser lo suficientemente amplia para que, si el niño o la niña ya usa el ordenador, su dispositivo quepa bien, por lo que necesitarás que tenga, como mínimo, 60 centímetros de ancho. Pero hay más cosas que es preciso tener presentes respecto a este asunto, que veremos a continuación.

5. El ordenador

El ordenador, en el escritorio de un estudiante
El ordenador tiene que estar a una altura adecuada | Fuente: Canva

Según se explica en un artículo del Colegio Nacional de Ópticos Optometristas, el monitor debe situarse a una distancia de entre 50 y 65 cm de los ojos, en función de su tamaño y de las condiciones visuales de la persona. Además, aconsejan mantener la pantalla libre de polvo y huellas, y ajustar la resolución y el contraste, así como evitar los deslumbramientos y los reflejos.

Estos últimos “se pueden minimizar mediante cortinas en las ventanas, interruptores que atenúen la luz ambiental y filtros de reducción del deslumbramiento. Para mitigar los brillos, conviene eliminar las fuentes de luz que puedan encontrarse en la zona periférica y posicionar el monitor perpendicular a las ventanas o a otras fuentes de iluminación intensa”, concluyen.

6. La iluminación, otro aspecto importante

La luz blanca, la mejor para estudiar
La luz blanca es la más adecuada para estudiar | Fuente: Canva

Si es posible, se recomienda aprovechar la luz natural de la habitación y situar el área de estudio lo más cerca posible de la ventana. En cuanto al tipo de iluminación artificial, conviene que haya una cenital en la estancia y una dirigida, en la mesa, que alumbre de forma homogénea, que no sea ni muy tenue ni muy intensa, y que su foco pueda orientarse según las necesidades. Para evitar que el niño se dé sombra con la mano, tendrá que colocarse a la izquierda si es diestro y a la derecha si es zurdo.

En cuanto a la intensidad, en el blog de Endesa explican en un artículo que conviene “elegir las bombillas que te ofrezcan los lúmenes necesarios para la iluminación correcta de tu habitación, con una estimación de 90 lúmenes por vatio (90 lm/W)”.

Por lo que respecta a lo que se conoce como la temperatura o color de luz, aunque puede ser fría, neutra o cálida, las frías resultan más adecuadas para realizar actividades que precisan concentración y centrar la vista en distancias cortas.

En el blog de la compañía eléctrica citado argumentan que “la luz fría tiene un efecto activador de los ritmos circadianos, es decir, es estimulante, ya que frena la producción de la melatonina, la hormona producida por nuestro cuerpo que regula los ciclos de día y noche o los ciclos de sueño-vigilia. Su longitud de onda, más estrecha, se parece a la del cielo despejado a mediodía”. En cambio, las luces cálidas tienen longitudes de onda más amplias que se asemejan a la luz del atardecer o a la de una vela, por lo que no se aconsejan para el escritorio.

7. Auxiliares para el almacenaje: todo en orden

Cajoneras y estanterías, todo en orden
Tener espacio de almacenaje, como unas cajoneras, contribuye al orden | Fuente: Canva

Un espacio de estudio despejado y en orden ayuda a mantener la concentración. Y tener a mano las cosas que tu hijo pueda necesitar evitará que se levante cada dos por tres para ir a buscar algo. Estanterías o baldas, cajoneras, organizadores, cajas, cestas, así como los materiales de trabajo básicos, como calculadora, papel, lápices, bolígrafos, tijeras y otros artículos de papelería, serán bienvenidos. Y si hay un hueco en la pared para poner un calendario y un planificador de tareas, mejor.

8. Deja que ponga su toque personal

Decoración del espacio de estudio
Deja que pongan su toque decorativo personal en su espacio de estudio | Fuente: Canva

Una cosa es que su zona de estudio esté ordenada y despejada y otra que resulte fría e impersonal. Por eso, deja que la decore a su gusto con algún póster, fotos, dibujos o cualquier otro detalle que le resulte atractivo. Dado que pasará mucho tiempo ahí, debe poder disfrutarlo también.