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Psicología y salud mental

Baja autoestima y redes sociales, ¿cómo afectan estos entornos a la salud mental de niños y adolescentes?

autoestima y redes sociales
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 15.01.23

Según una reciente encuesta publicada por la organización benéfica juvenil stem4, la conexión entre autoestima y redes sociales se ha convertido en una amenaza muy real para las nuevas generaciones. Su elevada exposición a estas plataformas, que a menudo reemplaza acciones tan constructivas como las conversaciones familiares, llega a repercutir en la salud mental de muchos niños, niñas y adolescentes. Durante el día a día, reciben influencias negativas de distintas fuentes que menoscaban la seguridad en sí mismos y les convierten en individuos más vulnerables. Pero, ¿hasta qué punto pueden perjudicarles tales entornos virtuales y qué podemos hacer los padres para evitarlo?

Un fenómeno agravado por la adicción a estas plataformas

Los resultados de la mencionada investigación, en la que se entrevistó a más de un millar de participantes con edades entre los 12 y los 21 años, hablan de un 97 % de jóvenes que permanecen constantemente conectados a este tipo de aplicaciones. Les dedican una media de 3,65 horas diarias, y destacan entre las más utilizadas TikTok (63 %), Snap Chat (61 %), Instagram (61 %), YouTube (52 %) y WhatsApp (43 %).

Estas conductas adictivas terminan incluso sustituyendo situaciones como las conversaciones con familiares y amigos, extremo al que reconoce llegar el 76 % de los consultados. Por si fuera poco, el 95 % de ellos admite sentirse incapaz de abandonar sus compulsivos hábitos online. Algo que resulta paradójico si tenemos en cuenta que siete de cada diez son conscientes de la relación entre baja autoestima y redes sociales. Concretamente, y según sus propios testimonios, navegar por ellas les hacen sentir estresados, ansiosos y deprimidos.

Baja autoestima y redes sociales
La conexión entre autoestima y redes sociales llega a traducirse en problemas mentales | Fuente: Canva

Los cánones de belleza establecidos incrementan la presión sobre sus mentes

Para empezar, tres cuartas partes de los niños y jóvenes se muestran descontentos con su aspecto. Uno de ellos, durante la iniciativa de stem4, afirmó que estas plataformas le estaban influyendo negativamente porque le obligan a compararse con gente atractiva. “En sitios como TikTok, las únicas personas que ves son guapas debido a los algoritmos. Y eso nos hace sentir muy mal con nosotros mismos”, razonó.

Muchos de esos supuestos máximos exponentes de la belleza muestran a los otros usuarios imágenes retocadas que ni siquiera se corresponden con su apariencia real. Dicha tendencia a ocultar las imperfecciones y exaltar determinados atributos físicos afecta, y mucho, a gran parte de la población infantil y juvenil. Fruto de su inocencia, comienzan a compararse con lo que ven y acaban obsesionándose por ajustarse a tales rasgos a toda costa.

El ciberacoso, una práctica frecuente que empeora aún más las cosas

Al impacto de los cánones de belleza se une el de otro fenómeno aún más perjudicial, el ciberacoso. Nada menos que un 45 % de los entrevistados reconoce padecerlo de manera regular. Normalmente, los agresores son personas de su entorno que no solo se burlan gratuitamente de supuestos defectos físicos. Y es que el nivel de agresividad de alguno de los comentarios rebasa los límites de la mera broma y se adentra en el terreno del odio más gratuito y destructivo.

Frases como “tenías mejor aspecto cuando eras anoréxica” lo demuestran, al tiempo que hacen gala de una absoluta carencia de empatía y solidaridad. “Eres molesta y fea”, “quítate de en medio, que no hay sitio en el autobús; ve andando y adelgaza”, rezaban otras de las consignas recibidas por algunos de los consultados. Lamentablemente, estas son solo pequeñas muestras de una interminable avalancha de reproches rebosantes de descalificaciones y desprecios, que dejan claro a los afectados que no tienen cabida en el espacio social.

Prevención en el uso de las redes sociales
La prevención es la mejor manera de minimizar la aparición de problemas | Fuente: Canva

Cómo pueden afectar las redes sociales a la salud mental de los niños

Si cualquier cerebro adulto podría verse desbordado por las circunstancias mencionadas anteriormente, imaginemos las secuelas que se pueden producir en el de un individuo inexperto. El 62 % de los participantes en el estudio de stem4 es consciente de ello y reconoce su preocupación por el empeoramiento de su salud mental.

La mejor prueba de que no se equivocan la representa el 42 %, que declaró padecer alteraciones debido a los contenidos que ofrecen cotidianamente las redes sociales. Entre ellas, destacan la ansiedad (70 %), el bajo estado de ánimo y la depresión (65 %), la infelicidad por su imagen corporal (40 %), los desajustes en la alimentación (35 %), los comportamientos negativos y autolesivos (25 %) y los problemas de conducta (17 %).

Prevención, la mejor forma de proteger a nuestros hijos

Para evitar llegar a los anteriores extremos, la labor preventiva de la familia puede ejercer una influencia decisiva. En primer lugar, es importante esperar al momento adecuado para dotar a nuestros hijos de acceso a estos entornos. No hay una edad ideal para ello, sino que será la madurez de cada menor la que determine si es buen momento para dar el paso o no. Una vez decidamos que ha llegado la hora, el acompañamiento resulta esencial durante las primeras etapas. Al mismo tiempo, es imprescindible mostrar a los niños y las niñas referentes positivos y justificar ante ellos, con una actitud sosegada y paciente, los motivos por los que otros influencers no son una elección interesante.