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Educación en casa

Pautas para fomentar hábitos del sueño saludables en los niños y un buen descanso para toda la familia

Hábitos del sueño en los niños para el descanso de toda la familia
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 12.10.22

El descanso de la familia es fundamental para el bienestar común. Si nuestros hijos e hijas duermen bien, nosotros también lo haremos, lo que repercutirá directamente en la efectividad y la satisfacción, tanto en el plano escolar, como en el laboral y familiar. La clave está en que aprendan a reconocer el momento del descanso como algo placentero y apetecible. Para desarrollar unos hábitos del sueño en los niños que sean saludables y sólidos resulta primordial establecer unas rutinas que se repitan todos los días de manera sistemática y que se lleven a cabo unas pautas concretas que persistan en el tiempo.

14 Pautas para promover buenos hábitos del sueño en los niños

1. Proporcionarles un buen entorno

Hay que asegurarse de que las condiciones ambientales de la habitación infantil sean las adecuadas: temperatura, luz y nivel de ruido. No es conveniente la ausencia total de ruido o luz, es preferible dejar la puerta de su cuarto entornada para que vean algo de luz y escuchen los ruidos normales del hogar. Y, por supuesto, que la ropa que lleven sea cómoda.

2. Establecer unos horarios regulares

Es necesario fijar una hora de acostarse y una de levantarse, también los fines de semana, pues sin continuidad, no hay hábito. Nos ayudará estar pendientes de ellos para detectar las señales que nos indican que comienzan a tener sueño y no acostarles cuando aún se les ve en plena actividad.

3. Pocas reglas, pero firmes

Establecer unas normas fijas, no muchas, pero que se cumplan todos los días. Entre las más aconsejables está la de no llevarlos a nuestra cama ni irnos nosotros a la suya. No utilizar los chantajes ni las amenazas durante las protestas que puedan surgir si no quieren dormir solos; si se trabaja bien, con constancia, respeto y cariño, conseguirán un hábito de sueño adecuado.

4. Propiciar la calma

Realizar actividades relajantes en las horas previas al momento de acostarse. Lo mejor que podemos hacer es bajar el nivel de activación de nuestros hijos e hijas, de este modo, cuando llegue el momento de irse a la cama, no estarán nerviosos. Las rutinas con las que conseguiremos que se calmen son darles antes un baño tranquilo, escuchar música relajante, darles unos masajes y contarles cuentos sin un contenido emocional intenso que pueda provocarles miedo o nerviosismo.

5. Fuera pantallas

No utilizar, bajo ningún concepto, dispositivos digitales antes de acostarse: las luces de las pantallas y el nivel de estimulación que provocan son muy perjudiciales para el buen descanso. Además, hay que tener en cuenta que como norma no deben utilizarse antes de los 3 años. En caso de que se usen, es preciso bajar los niveles de luz de la pantalla, ofrecer contenidos educativos y nunca ponerlos después de media tarde.

Hábitos del sueño en los niños
Leer un cuento de contenido apropiado les ayudará a relajarse | Fuente: Canva

6. Un orden regular

Establecer una secuencia ordenada de actividades previas al sueño, que se repitan todos los días. Se puede optar por diferentes secuencias, la más común es baño-cena-cuento-a dormir. De esta manera la hora de irse a la cama será predecible para ellos, les dará seguridad y anticiparán lo que va a ocurrir.

7. Un objeto de apego a su lado

Es positivo dejarles algo que los acompañe toda la noche. Los objetos de apego les dan seguridad, les relajan y les hacen compañía. Será una ayuda eficaz, sobre todo para los niños y niñas a quienes les cuesta dormirse solos y demandan mucho la presencia de un adulto. Poco a poco lo irán dejando de necesitar, pero al principio les hará sentirse mejor.

8. No hablar del asunto en su presencia

No conviene comentar entre adultos el tema del sueño delante de ellos, porque captan muy fácilmente nuestros gestos, comentarios y emociones. Es importante que no perciban nuestra preocupación sobre este tema para que no se enfrenten al momento del descanso como si fuera algo conflictivo. Se trata de que lo vean como un momento gratificante. Hay algunos que piden solitos ir a dormir a su cama cuando están cansados.

9. No regañar

Después de una ‘mala noche’ no debemos regañarles ni emitir comentarios negativos al respecto. Lo ideal es hacer un esfuerzo por continuar la rutina normal con naturalidad y confiar en que la noche siguiente será mejor.

10. Reforzar la buena conducta

Cuando duerman bien, a la mañana siguiente les diremos lo contentos que estamos, lo bien que lo han hecho y les compensaremos con un abrazo, un beso y un aplauso. No son aconsejables los premios materiales.

11. Espacio de juegos y sueños

Jugar durante el día en la habitación en la que duermen les ayudará a hacer asociaciones positivas con ese lugar. Lo identificarán como un sitio conocido, divertido y seguro, y les gustará estar en su cuarto. De esta manera se facilitará el proceso.

12. Evitar los medicamentos inductores del sueño

La mayoría de los niños y niñas no notan mejoría y, dependiendo del compuesto, sí se pueden producir pequeñas alteraciones y dependencias a la larga. Es preferible trabajar los hábitos del sueño en los niños con pautas conductuales, aunque al principio cueste, que utilizar mecanismos artificiales y farmacológicos.

13. Armarnos de paciencia

Debemos dar tiempo al procedimiento empleado para que funcione. Sabemos que ningún cambio de comportamiento puede realizarse de un día para otro, tenemos que dejar que interioricen lo que está ocurriendo y lo que pretendemos.

14. Ser consecuentes y constantes en la aplicación de las pautas

El secreto del éxito está en esforzarse y reaccionar siempre de la misma manera ante las mismas conductas. Los adultos encargados de establecer buenos hábitos del sueño en los niños y las niñas tienen que actuar de igual manera todos los días, independientemente de que sea un día de la semana o un festivo, o de que se esté más o menos cansado.

Una última recomendación: resulta imprescindible darles mensajes claros e inequívocos, utilizando frases sencillas, cortas y que siempre sean las mismas. Si seguimos las pautas con firmeza, constancia y cariño, el cambio ocurrirá antes de lo que pensamos.

El Equipo Psicológico de las escuelas Projardin
Centro de Educación Infantil asociado a ACADE