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Educación en casa

Cómo potenciar en nuestros hijos las 22 habilidades esenciales antes de los 10 años

Las habilidades que todo niño debería tener a los 10 años
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 01.09.21

Desde el nacimiento, los bebés inician una carrera de aprendizaje en la que cada hito supone la base de los que alcanzarán posteriormente. Con el paso del tiempo, irán adquiriendo mayor potencial e interiorizando conceptos cada vez más complejos. No obstante, resulta importante reforzar determinadas aptitudes desde fases tempranas, una acción que muy probablemente tendrá repercusiones positivas en su etapa adulta.

Basándose en el criterio de expertos en desarrollo infantil, planificadores de carrera y líderes empresariales, el escritor y periodista estadounidense Joel Warner enumera, en una de sus colaboraciones con Fatherly, 22 aspectos que deberíamos enseñar a nuestros hijos para garantizar su preparación ante los retos que la vida pueda depararles. Según sus conclusiones, entre las habilidades que todo niño debería tener a los 10 años se encuentran aquellas relativas a ser capaces de lo siguiente:

1. Orientarse

La conciencia espacial no es solo una parte clave de la educación STEM, sino que también evita que nos perdamos. Por eso resulta adecuado que, desde etapas tempranas, enseñemos a los niños a trazar mapas mentales del barrio en el que vivimos, de la zona de su colegio, la de su parque favorito y la de otros lugares a los que solamos acudir.

Para iniciarlos en tal aprendizaje podemos recurrir a planos en papel y a brújulas durante alguna excursión en el campo o, sencillamente, emplear uno de nuestros desplazamientos cotidianos a pie para retarlos a encontrar el camino hacia algún destino conocido. Del mismo modo, sería buena idea mostrarles cómo navegar utilizando dispositivos electrónicos, pero antes de ello resulta conveniente que aprendan a orientarse sin ellos.

2. Mantener una conversación

Como recuerda Warner, existen estudios que señalan que más de la mitad de los adolescentes utilizan, hoy en día, los mensajes de texto para comunicarse regularmente con sus amigos, frente a solo un tercio que habla sistemáticamente cara a cara. Una estadística preocupante si tenemos en cuenta que, en el futuro, nuestros hijos deberán saber cómo mantener una conversación en persona no ya en plano académico o profesional, también en el personal. Y es que solo así podrán desarrollar, en este último contexto, relaciones duraderas y honestas con sus semejantes.

3. Establecer nuevas relaciones sociales

El excesivo tiempo que pasan los menores, desde muy pequeños, delante de las pantallas obstaculiza su aprendizaje sobre cómo interactuar con otras personas. Pequeños gestos como dar la mano, mantener el contacto visual, escuchar con atención o no cortar a sus interlocutores resultan vitales en dicho sentido. Solo así podrán ganar la seguridad y la confianza necesarias para llegar a tener una vida social saludable.

4. Estar solos

Si un niño no sabe estar con sus propios pensamientos, a solas, sin amigos ni familia, reflexiona Warner, tendrá una grave ansiedad cuando no podamos acompañarlo. Algo que, dada la escasa conciliación entre trabajo y familia, es frecuentemente inevitable. Si pretendemos eludir tal riesgo, planteémonos dedicar en la vivienda un rincón para la tranquilidad, con una silla cómoda, una pequeña mesa de trabajo y algunos juguetes y actividades relajantes. Además, mientras aprenden a apreciar esos ratos en solitario, nosotros también podremos tomarnos un respiro.

Estar solos, entre las habilidades que todo niño debería tener a los 10 años
Saber estar solos es positivo tanto para su presente como para su vida adulta | Fuente: Pixabay

5. Nadar

Entre las habilidades que todo niño debería tener a los 10 años se incluye la relativa a mantenerse y a desplazarse sobre el agua de manera autosuficiente. Aunque hay discrepancias sobre si es realmente efectivo iniciarlos en tales enseñanzas cuando aún sean muy pequeños, las principales asociaciones pediátricas coinciden en que el mejor momento para hacerlo es a partir de los 4 años.

6. Cuidar de otros seres vivos

Centrar sus esfuerzos en el buen cuidado de una mascota contribuye a que nuestros hijos desarrollen sentimientos de empatía. Quizá aún sea demasiado pronto o no dispongamos del tiempo suficiente para adoptar y criar adecuadamente a animales que, como los perros, requieran una alta dedicación. Si ese es el caso, existen otras fantásticas alternativas menos exigentes como los peces, los gusanos de seda o incluso las plantas.

7. Informarse a través de Internet

Aparte de evitar los contenidos inadecuados y de rehuir de usuarios potencialmente peligrosos, es conveniente que los niños sepan cómo ser consumidores y creadores de contenidos sensatos en la red. El alarmante auge de las fake news resulta aún más preocupante si tenemos en cuenta que, tal y como afirman las investigaciones, menos de la mitad de los internautas con edades comprendidas entre los 10 y los 18 años se ven capaces de distinguir entre las noticias falsas y las reales.

Si queremos ayudarlos en tal misión, deberíamos incentivar su comprensión lectora y su pensamiento crítico, algo que podemos llevar a cabo mediante simulaciones en las que, a partir de un texto veraz, incorporemos errores relativamente notorios que deberán detectar.

8. Manejarse con las monedas y los billetes

Independientemente de la normalización de los pagos online y con tarjeta, resulta aconsejable que los niños sepan, por otra parte, hacer uso del dinero en metálico. Para reforzar su destreza al manejarlo, podemos plantearles un juego basado en transacciones ficticias en el que tengan que devolvernos el cambio tras comprarles un producto imaginario. Como motivación extra, las pequeñas cantidades que retornen de forma correcta podrán introducirlas en su hucha personal.

9. Ahorrar

Ahorrar no es tarea fácil ni para los adultos, aunque si intentamos enseñar a los niños a hacerlo desde que son pequeños, es más probable que crezcan con esta saludable costumbre. Un ejercicio que contribuirá a que la interioricen consiste en comenzar a otorgarles una paga a edades tempranas. La mitad de la misma les dejaremos gastarla en lo que elijan y el resto lo depositaremos donde guarden su dinero. Cuando la cantidad sea considerable y los menores dispongan de la suficiente capacidad, podemos abrir una cuenta bancaria, mostrarles cómo gestionar sus fondos por Internet y orientarlos en la creación de un plan de ahorro a largo plazo.

El ahorro, una de las habilidades que todo niño debería tener a los 10 años
Aprender a ahorrar conlleva beneficios futuros para los niños | Fuente: Pxfuel

10. Relajarse

La sobreestimulación continuada no es, en absoluto, beneficiosa para nuestros hijos. Para buscar momentos de relajación, una buena alternativa son las prácticas de mindfulness o atención plena, destinadas a ayudarles a aumentar su atención y su concentración, a reducir su estrés e incluso a mejorar sus conductas. Antes de eso, podemos introducirles en la meditación con acciones sencillas como permanecer sentados, calmarse y concentrarse en su propia respiración.

11. Responsabilizarse de la limpieza de su espacio

La limpieza enseña a los niños a valorar sus posesiones y a organizar su espacio. Para que normalicen tal costumbre, es recomendable dejarles que experimenten barriendo, pasando la fregona o quitando el polvo, aunque al principio los resultados no sean óptimos. Lo más importante es que comprendan las tareas básicas y, poco a poco, vayan puliendo su ejecución.

12. Escribir una carta o un correo electrónico

Es esta época del culto a lo gráfico y a la inmediatez, no son pocos los menores que están perdiendo la facultad de redactar un texto estructurado y con sentido. Para impedirlo, debemos asegurarnos de que los niños son capaces de componer una carta formal, con su encabezamiento, su saludo, su cuerpo, su cierre, su despedida y su firma.

13. Comportarse en la mesa

Otra de las habilidades que todo niño debería tener a los 10 años es la de saber cómo comportarse durante las comidas. Unos conocimientos básicos que, no obstante, podrían marcar las diferencias durante los años sucesivos en el ámbito laboral y el personal. Para ello y pese a la informalidad propia del hogar, no debemos permitir acciones como que se muestren ansiosos, mastiquen con la boca abierta o se levanten sin permiso.

14. Mostrar buenos modales también en otros contextos

Aunque en la actualidad no resulte tan necesario el empleo constante de formalismos, eso no implica que nuestros hijos no deban conocer las fórmulas básicas de cortesía. Por eso es positivo que se acostumbren a  usar, al menos, las cinco expresiones más utilizadas a la hora de entablar un diálogo civilizado:

  • ‘Por favor’
  • ‘Gracias’
  • ‘¿Puedo…?’
  • ‘No, gracias’
  • ‘Disculpe’

15. Vestirse solos y atarse los cordones de los zapatos

El hecho de vestirse no se limita a saber ponerse una camiseta y un pantalón. Va mucho más allá, pasando por aspectos como elegir una indumentaria acorde con el tiempo atmosférico, saber mezclar colores o combinar acabados con diferentes patrones con otros lisos. Dentro de esas y otras nociones básicas, es importante que nuestros hijos puedan aportar su criterio para crear un estilo propio que les ayude a sentirse seguros de sí mismos.

Asimismo, es casi imprescindible tener dominada la técnica para atarse los cordones de las zapatillas. De esta forma, no tendrán que depender de nadie y evitarán cualquier tropezón producido por llevarlos sueltos. Además de enseñar con nuestro propio ejemplo, podemos recurrir a vídeos o libros, que harán más sencilla la tarea. 

Saber vestirse también implica la elección correcta de prendas
Es bueno que sepan vestirse solos y vayan encontrando poco a poco su propio estilo | Fuente: Maxpixel

16. Localizarnos si surge algún problema

Entre las habilidades que todo niño debería tener a los 10 años se incluye la relacionada con el protocolo que han de seguir ante cualquier imprevisto que requiera de nuestra ayuda. Para ello es conveniente que memoricen la dirección de casa y, al menos, uno de nuestros números de teléfono. Las mejores técnicas para que interioricen los datos dependerán de cada caso individual, aunque las canciones, las rimas o la anotación de los dígitos en un lugar visible pueden resultar, por lo general, de gran utilidad.

17. Disfrutar del humor

Reírse es un ejercicio provechoso para los seres humanos y no es menos necesario en el caso de los menores. Poder desconectar de vez en cuando para disfrutar de sus espacios humorísticos preferidos o ir ampliando la lista de chistes conocidos contribuirá a que tanto ellos como nosotros gocemos de una existencia más saludable.

18. Reaccionar ante una emergencia

No podemos pretender que los niños aprendan técnicas de primeros auxilios avanzadas, pero sí que sepan cómo reaccionar en determinadas situaciones tan básicas como probables. Estas son las más destacadas:

  • Aplicar presión en una herida que sangra.
  • Usar hielo en una lesión hinchada.
  • Echar agua fría sobre una quemadura.
  • Pellizcar las fosas nasales si hay una hemorragia nasal.
  • Tirarse al suelo y rodar si la ropa se incendia.
  • Llamar al 112 ante escenarios de gravedad.

19. Cocinar platos básicos

Poseer una aceptable base culinaria no solo contribuye a que nuestros hijos sean capaces de valerse por sí mismos en nuestra ausencia, sino que también les enseña a ser creativos y a recurrir a las matemáticas para elaborar sus recetas favoritas. Cocinar les ayudará, además, a apreciar los alimentos saludables y nutritivos y a utilizar, con seguridad, objetos potencialmente peligrosos como los cuchillos.

20. Mantener una buena higiene

En lugar de repetir una y otra vez a los niños que deben cepillarse los dientes o bañarse, entre otras acciones de higiene de obligado cumplimiento, resultaría más efectivo involucrarnos más en el proceso. Se trata de hábitos que deben interiorizar con el tiempo, un reto que será menos exigente si lo hacemos con ellos desde que son pequeños, sirviendo como ejemplo a imitar. Al mismo tiempo, podemos explicarles la importancia de estas prácticas e introducir algún momento divertido mientras las llevamos a cabo.

21. Tener mucha imaginación

La imaginación nos permite soñar desde pequeños y, como sabemos, no son pocos los anhelos infantiles que terminan convirtiéndose en realidad a base de esfuerzo y constancia. La creatividad es, además, una aptitud clave en el mercado profesional de hoy en día y se espera que dicha tendencia se vea incluso aumentada en el futuro. Motivos de sobra para recurrir a juegos y actividades entretenidas para fomentar esta capacidad en los niños, como inventar historias o iniciarse en algún arte plástica.

22. Montar en bicicleta

Joel Warner cierra esta lista de habilidades que todo niño debería tener a los 10 años con una práctica que contribuye al mantenimiento de su forma física y a la mejora de destrezas como el equilibrio y la coordinación. Para enseñarles a sostenerse sobre dos ruedas, considera más efectivo prescindir de los ruedines y adquirir una bicicleta de equilibrio con la que puedan ir probándose desde etapas tempranas en zonas seguras.