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6 Frases que no deberías decir si quieres que tus hijos se lleven bien

6 Frases que no deberías decir si quieres que tus hijos se lleven bien
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 08.04.21

La relación que existe entre los hermanos es una de las más especiales. Van a ser los mejores amigos, con una relación única que va más allá de los lazos de sangre. No solo comparten los mismos padres, sino que también lo hacen con su tiempo, sus juegos y su cariño. Sin embargo, hay veces en que la relación que hay entre ellos no es siempre tan fluida y maravillosa como desearíamos. Los celos, la envidia, la rivalidad y, sobre todo, las peleas de hermanos son también demasiado frecuentes.

Una de las principales causas de la rivalidad entre hermanos está en una competencia por el cariño y el respeto de los padres. Por eso, nosotros somos, en buena parte, responsables de cómo sea la relación que hay entre ellos. Determinados comportamientos pueden dar lugar a que los celos y los enfrentamientos hagan acto de presencia. Y también las cosas que decimos y cómo las decimos.

A continuación te contamos qué frases no deberías decir nunca a tus hijos para lograr que se lleven bien y evitar, así, las famosas peleas de hermanos.

1. “Aprende de tu hermano”

Cualquier comparación es odiosa, pero, en el caso de los niños, debemos tener especial cuidado y evitarlas todo lo que podamos. A la larga, afectan mucho a su autoestima y a su motivación, ya que el niño puede percibir que a ti te gustaría que él fuera de otra manera. Comienza a ver a su hermano como un modelo que nunca llegará a alcanzar y esto fomenta la aparición de envidia, un sentimiento muy difícil de gestionar durante la infancia. Una situación muy perjudicial que terminará deteriorando no solo la relación entre hermanos, sino la de toda la familia.

Olvídate de las comparaciones y céntrate en comprender verdaderamente a tu hijo, permitiendo que sea él mismo, que se sienta respetado, escuchado y valorado. Felicítale por sus logros y trata de reconducir las conductas negativas, pero nunca le compares con los demás, ni con su hermano ni con nadie.

peleas de hermanos
Fuente: Canva

2. “¡Ya estáis otra vez!”

Cuando tus hijos se pelean y discuten con frecuencia, es normal que recurras a expresiones de este tipo. Ya estáis otra vez, me tenéis harto y locuciones similares lo único que logran es que ellos sientan que no le estamos dando a su enfado la importancia que para ellos merece. Aunque parezca que las peleas de hermanos son solo eso, cosas de niños, sentirán que estás infravalorando sus sentimientos y no se sentirán comprendidos. Además, puede tener un efecto contradictorio y conseguir, precisamente, lo contrario de lo que pretendemos: que discutan aún más.

Evita en todo lo posible utilizar este tipo de expresiones negativas y recurre a otras positivas que promuevan la confianza entre vosotros.

3. “Eres el mayor y tienes que ser responsable”

A veces tendemos a dejar que recaiga sobre el hermano mayor la responsabilidad de dar ejemplo a los más pequeños. Es posible, incluso, que le exijamos más o, por el contrario, que seamos más flexibles con los menores. Porque son más pequeños o porque tenemos más experiencia con la crianza. Pero esto puede llevar al mayor a culpabilizar a sus hermanos de ese trato de “favoritismo” que, a sus ojos, tienes hacia ellos.

Esta actitud, así como mostrar una clara preferencia por alguno de tus hijos, puede dar lugar a envidias entre hermanos que pueden llegar a trasladarse hasta la edad adulta. Su subconsciente las guardará como viejos rencores del pasado, que son muy difíciles de superar.

Lo preferible es que te muestres lo más igualitario posible con ellos y que seas ecuánime en cuanto a castigos, recompensas y exigencias. De esta manera, ninguno se sentirá en peores condiciones que los demás y su relación será fluida y sana.

peleas de hermanos
Fuente: Canva

4. “Tienes que jugar más con tu hermano”

Nos gusta ver cómo nuestros hijos juegan y se divierten juntos, pero que lo hagan siempre no es siempre posible. Además, es una decisión personal de cada niño. Que jueguen juntos tiene que surgir de un modo natural, nunca forzado. Si obligas a tus hijos a jugar juntos, es muy posible que surjan rencores entre ellos.

Es importante que proporciones a tus hijos un espacio para que jueguen juntos. Pero también tienen que tener su propio espacio personal para que lo hagan solos. Y que se sientan libres para hacerlo de la manera que más les apetezca, sabiendo siempre que cuentan con la posibilidad de pasar tiempo de calidad en familia.

De igual manera, aunque fomentes en tus hijos la idea de compartir, tampoco deberías obligarles a compartir sus juguetes con sus hermanos, solo porque hay que hacerlo. Pregúntales primero si no les importa prestarles el juguete y ten siempre presente que no se queden ellos mismos sin ninguno.

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Fuente: Canva

5. “Tienes que cuidar de tu hermano”

Está muy extendida la idea de que el hermano mayor debe cuidar de los más pequeños, sobre todo cuando la diferencia de edad entre ellos es lo suficientemente amplia para que puedan hacerlo. Sin embargo, le estaríamos imponiendo una responsabilidad para la que es muy posible que no se sienta preparado. No solo le estaríamos forzando a madurar antes de tiempo, sino que el niño puede percibir a su hermano como un “estorbo” para su propia libertad. Otro motivo para que surjan peleas de hermanos.

Trata siempre de ofrecerles responsabilidades en la medida que ellos mismos te las pidan.

6. “Mira a ver qué está haciendo tu hermano”

Puedes verte tentado a pedirle que te cuente qué está haciendo su hermano o si está haciendo lo que le has pedido. O, incluso, solicitarle que ejerza de autoridad sobre él. En definitiva, que lo controle. Este comportamiento no suele llevar a nada bueno, por dos razones. Por un lado, el niño está en todo su derecho de ser a jugar su rol de cómplice con su hermano y no comportarse como una figura de autoridad sobre él. Por otro, si le pides que lo haga y se comporte como un “chivato”, el otro puede desarrollar rencor hacia él.

Entiende que el papel de los niños es el de jugar y vivir aventuras juntos y deja que la figura de responsabilidad de la casa siempre recaiga sobre ti.