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Educación en casa

¿Tu casa es un caos en verano?: tips para organizarse

Fomentar el orden en los armarios
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 18.06.22

El orden debe asociarse a un estilo de vida y puede estar presente durante todo el año, aunque con la llegada de verano predomine la diversión y el ocio sin horarios fijos. En principio no es una tarea sencilla, pero estos consejos os ayudarán a fomentar el orden en familia también en las vacaciones escolares.

El final de curso es el momento perfecto para desconectar de las rutinas habituales y descansar de la exigencia horaria y los deberes. Los días y sus tiempos son amplios y nos permiten nuevos hábitos que aporten organización y sentido en el hogar.

Nadie dijo que fuera fácil y más si hay niñas o niños pequeños descolocando las cosas por la casa, pero puede ser un objetivo más sencillo si llevamos a cabo una planificación de las tareas domésticas integrando a toda la familia. La primera premisa es que, para mantener un hogar ordenado, todos tenemos que colaborar.

7 Pasos para fomentar el orden en los niños

1. Inculcar el hábito en los más pequeños

La mejor manera de promover este hábito en las primeras etapas de la infancia es enseñar a través del ejemplo. También resulta eficaz utilizar con ellos los juegos, los colores y otros recursos divertidos, así como procurar marcarles el ritmo con grandes dosis de motivación y refuerzo positivo. Es maravilloso que aprendan a sentir la alegría de una vida ordenada que potencie y facilite, además, su sistema de gestión interna y la claridad sobre lo que les rodea.

2. Ser racionales respecto a las pertenencias que acumulan

La infancia evoluciona rápido, van cambiando constantemente, y a partir del año comienza una etapa ideal para fomentar el orden en ellos haciéndoles partícipes de él. Hay que ser coherente con la cantidad de juguetes y pertenencias con las que van creciendo. En los adultos está la responsabilidad de transmitir los valores adecuados (generosidad, respeto y compasión, entre otros) que vayan en sintonía con las necesidades reales que tienen, sin caer en los excesos y la abundancia.

3. Primero, hacerlo nosotros para que aprendan

En la etapa de 0 a 3 años, los adultos recogemos y organizamos los juguetes y pertenencias en presencia del niño o de la niña. Nos ven y les vamos contando y enunciando cómo lo hacemos. Es importante que sientan que cualquier actividad tiene un inicio, un desarrollo y un final.

4. Ya empiezan a ser capaces ellos solos

De los 3 a los 6 años, ya recogen solos y el adulto supervisa. Todo lo que asimilen en este periodo tiene que ser un aprendizaje natural, desde que nacen deben sentir el bienestar que proporcionan los espacios ordenados.

5. La etapa de autonomía

En la época que va de los 6 a los 10 años reina la autonomía. Ellos recogen y los adultos les seguimos; únicamente tenemos que supervisar. Es bonito que sientan la confianza y control sobre lo que hacen. Cada juguete ya tiene su lugar determinado y en ellos está conocer esos sitios clave y correctos para cada cosa.

6. Momentos de cambio y reorganización

Debe haber un tiempo para generar diferentes propuestas, ayudar a revisar sus espacios, desechar aquello que ya no necesitan e invitarles a valorar opciones para mejorarlos. Es fundamental conocer sus gustos para que sientan la armonía a la hora de transformar sus dependencias según sus deseos.

En cualquier proceso educativo, la escucha activa entre mayores y pequeños resulta de gran importancia para que encuentren siempre la confianza y se abran todas las vías para una comunicación fluida. Esto siempre ayudará a la hora de recibir consejos y, a la vez, contribuirá a que se sientan considerados en sus propuestas.

7. El orden en los armarios

Los armarios están pensados para ser atendidos. Podemos utilizar los cambios de estación para reorganizar juntos las prendas de cada cajón, balda y percha. Hacer un repaso de lo que ya se ha quedado pequeño, lo que ya no apetece usar o simplemente lo que sentimos que ya no va con la nueva etapa. Este proceso ayuda a conocerse más, sin contar que es bonito en sí mismo enseñarles a encontrar el equilibrio perfecto entre donar, tirar y vender. Hay otros niños o niñas que están deseando ser felices con esas prendas, juguetes u otras pertenencias.

La llegada de las vacaciones se convierte en una preciosa oportunidad para integrar nuevos hábitos de organización en casa y disfrutar en familia de las rutinas diarias, dejando algo de tiempo para generar nuevas necesidades en los pequeños.

Itziar y Lola Ferrándiz Ibáñez
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