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ESAT, la dinámica de los docentes para el nuevo curso escolar

ESAT
Fuente: Unsplash
Sapos y Princesas
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Fecha de actualización: 04.09.19

Cuando pensamos en la vuelta al cole, inevitablemente lo asociamos al final de las maravillosas vacaciones, o lo que es lo mismo, a retomar la rutina. Cambios habituales típicos del mes de septiembre que generan también en nosotros los docentes, incertidumbre, ilusión y en ocasiones nervios ante este nuevo comienzo. Todo ello unido a un gran esfuerzo por incorporar y combinar aquellos aspectos que garanticen el éxito escolar. Los profesores buscamos y rebuscamos entre múltiples metodologías innovadoras, actividades y estrategias de evaluación para desarrollar en el aula y conseguir así los objetivos marcados para ese nuevo año.

Hoy presentamos la dinámica ESAT, como una propuesta integradora que ayudará a conseguir nuestros propósitos con el grupo o la clase. Esta técnica se basa en cuatro pilares fundamentales coincidentes con sus siglas: “Escuchar con empatía; Sorprender en pequeñas dosis; Acompañar con corazón y Trabajar en equipo”. Serán estos cuatro ejes los que nos servirán de guía en la planificación e inclusión de las actividades no sólo en este inicio escolar sino también a lo largo del mismo.

[E] Escuchar

Escuchar a los niños es nuestro primer paso clave en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Plantearles ya desde el inicio preguntas que nos permitan conocerlos, no sólo con el objetivo de saber sus nombres, sino también aquellas cosas que les gustan y lo que no, o lo que saben hacer muy bien en combinación con lo que más dificultades les plantea. En estos casos no debemos limitarnos a oír lo que nos cuentan y, sí, está más relacionado con la palabra empatizar. Entender y aceptar a cada uno de ellos y descubrir el potencial que esconden. Si el grupo es el mismo que el del año pasado les cuestionaremos cómo han pasado el verano, qué hicieron a lo largo de estos meses o qué fue lo que más echaron de menos.

La “E” de escuchar incide también en un aspecto muy importante para los docentes: la organización y distribución de los materiales. Ello implica no apresurarnos y agobiarnos con tener todo listo el primer día de escuela porque nuestros niños deben participar en estos planteamientos. El aula es de todos y así la deben sentir, y qué mejor manera que permitirles pensar, reflexionar y tomar decisiones sobre ello. Por eso, con la dinámica ESAT se propone preguntar cómo les gustaría que fuese su rutina escolar o qué espacios deben tener y mantener.

Y por último, la “E” está relacionada con hacer partícipes a los alumnos planteándoles cuáles son las expectativas que tienen sobre el nuevo curso, qué es lo que les apetecería aprender este año o qué actividades propondrían para diversas temáticas.

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[S] Sorprender

Un segundo aspecto está relacionado con la magia del docente para generar interés por el regreso a las aulas y ofrecer los nuevos contenidos con cierta dosis de misterio. Lo maravilloso sería que pudieran visualizar este comienzo como una aventura nueva por recorrer. Y es aquí nuevamente donde los maestros tenemos un peso importante. Debemos aprovechar la curiosidad innata de los niños para la propuesta de los contenidos o actividades. Mantener “esa magia” y retar al alumnado pueden convertirse en dos buenas estrategias para aumentar la atención y la motivación ingredientes prioritarios en el aprendizaje.

[A] Acompañar

Un tercer pilar es la “A” referida a apoyar a los niños y las familias en todos los momentos a lo largo del camino. Ante los miedos a lo nuevo y lo desconocido, las relaciones sociales que deben reconstruir, la tristeza por conflictos en el patio, el cómo afrontar los fracasos en el aprendizaje y muchas emociones y sensaciones que ayudaremos a gestionar. También se trata de asesorar a los padres en todas las dudas que les vayan surgiendo respecto a horarios de las actividades, los materiales que deben presentar o la documentación. Procuraremos liberar tensiones y despejar dudas con el objeto de crear un ambiente tranquilo, seguro y acogedor. Sólo así se dará un avance efectivo.

[T] Trabajar en equipo

El último eje está relacionado con la necesidad de caminar juntos y desarrollar el sentimiento de pertenencia a un grupo. Ya durante los primeros días de escuela conviene reflexionar sobre qué es trabajar en equipo y cuáles son las normas que necesitamos cumplir en el aula para el buen funcionamiento del aula. Involucrarlos en el establecimiento de las normas fomentará un compromiso de respeto y cumplimiento de las mismas.

La dinámica ESAT permite al mismo tiempo llenar el aula de valores como el respeto, la perseverancia, la empatía y la cooperación entre iguales, entre otros, que por supuesto, son y deberían ser para todos parte de los grandes objetivos de nuestra educación escolar.

Alicia Tojeiro Ríos
Maestra de Educación Infantil y Primaria
Finalista de los Premios Educa Abanca 2018