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La educación sexual en el colegio, una herramienta poderosa para prevenir el abuso infantil

educación sexual en el colegio
El conocimiento en materia sexual da a los niños más capacidad para protegerse de los abusos
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 16.04.21

La educación sexual, en el colegio y en casa, juega un papel muy importante en la prevención del abuso de menores. Es una herramienta muy potente contra este tipo de maltrato infantil de tan graves consecuencias. Por esta y otras razones resulta tan necesario trabajar de manera conjunta desde la familia y desde el centro de enseñanza.

El colegio no es un mero transmisor de conocimientos académicos. En él se promueve el desarrollo integral del niño, lo que incluye un aprendizaje de habilidades sociales, de normas y valores y de tradiciones culturales de nuestra comunidad.

En este contexto, la función de la educación sexual no es menos importante, aunque muchas veces cae en el olvido. Los programas sobre esta materia deberían formar parte imprescindible del currículo escolar; sin embargo, a menudo no es así.

¿Por qué encontramos obstáculos para la educación sexual en el colegio?

1. La barrera de los prejuicios

Los prejuicios son una de las principales causas de que el problema del abuso se mantenga. La educación sexual debe formar parte de la educación integral del niño, pues tal como se desprende de múltiples estudios, el hecho de que tenga acceso a una adecuada información influye en muchos aspectos.

Entre ellos, en un mejor conocimiento de su propio cuerpo, en una mayor capacidad para gestionar su maduración sexual, en su facultad para evitar embarazos no deseados y tomar las medidas preventivas adecuadas para protegerse de las enfermedades de transmisión sexual.

Además, los prepara para que puedan hacer un buen uso de las redes sociales y para defenderse del grooming y el sexting. Y, por supuesto, es un factor indispensable para la prevención del abuso sexual infantil.

Contra los prejuicios, siempre hay que sensibilizar primero e informar después.

2. Dudas en cuanto a la idoneidad del ámbito académico

Puede que algunas personas piensen que el entorno escolar no es el adecuado para educar sobre sexualidad. Que este asunto tiene demasiadas implicaciones respecto al sistema de valores. Y que, por tanto, solo atañe a los padres, y no a los docentes, dar a los hijos la información que estimen oportuna.

3. Miedo a que desemboque en determinadas conductas

Otros recelos están relacionados con el temor a que los niños, por el hecho de tener conocimientos sobre sexo, hagan propias, por ejemplo, conductas como la homosexualidad.

Pero nada más lejos de la realidad. Una buena enseñanza en esta materia no influye en la orientación sexual del niño, ni fomenta la promiscuidad. La que se lleva a cabo desde las instituciones docentes dota a los menores de mejores conocimientos, de más control sobre su desarrollo en este plano y de una capacidad superior para protegerse ante un abuso, entre otros problemas.

Qué debe incluir la educación afectiva y sexual por edades

La información que se proporcione a los alumnos debe estar determinada por su edad y puede resumirse así:

1. De 0 a 4 años

  • No tocar innecesariamente zonas íntimas (lo que cubre la ropa interior).
  • Explicar las partes del cuerpo humano.
  • Respetar sus negativas a besar o abrazar.
  • Respetar su pudor a mostrarse desnudos.

2. De 5 a 9 años

  • Primeros límites ante conductas sexuales exploratorias (‘eso se hace en privado’, por ejemplo).
  • No censurar ni castigar estas conductas.
  • Psicoeducación sobre el cuerpo humano, enseñanzas destinadas a promover una sexualidad sana, siempre adaptada a su edad.
  • Favorecer un entorno comunicativo afectuoso y respetuoso.
  • Fomentar que tenga un círculo de confianza.
  • Enseñarle sus derechos. Promover su autonomía personal, autoestima y autoimagen.

3. De 10 a 13 años

  • Seguir ahondando en todo lo anterior y añadir contenidos más profundos, así como los relacionados con las prácticas sexuales y el abuso a través de las TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones).
  • Hacer hincapié en la importancia de los vínculos afectivos y su relación con el sexo.
  • Informar sobre las diferentes orientaciones sexuales, siempre desde el respeto y el conocimiento.

4. De 14 a 17

Además de todo lo anterior, hablar sobre los métodos anticonceptivos y de protección frente a las enfermedades de transmisión sexual.

Acciones desde el colegio para prevenir el abuso infantil

Hay pequeños y grandes gestos que ayudan mucho:

  • Hablar, sin caer en sensacionalismos, sobre la realidad el abuso sexual.
  • Evitar comentarios machistas.
  • Recordar al niño con frecuencia que siempre estamos disponibles para él. Que somos su apoyo, que la confianza es fundamental y que estamos aquí para velar por él. Hacerle ver que son muchas las personas a las que puede recurrir cuando lo necesite, como profesores, amigos, y familiares.
  • Algo que parece tan obvio, como nuestros derechos, no tiene por qué serlo. Y menos para un adulto. Hablar explícitamente de cuáles son los derechos de los niños y explicárselos de manera que lo entiendan es fundamental.
  • Incluir programas de educación afectiva y sexual.

Qué no debemos hacer para evitar malentendidos y relaciones ambiguas entre docentes y alumnos

Otro aspecto importante que debemos tener en cuenta es, sobre todo durante la etapa de secundaria, cuidar el tipo de relaciones que se establecen entre profesores y alumnos. Estas son algunas de las pautas para contribuir a que la escuela sea un entorno de relaciones sanas y una red de confianza:

Posible situación equívoca por parte de los profesores y posibles vías de prevención

1. Comunicarse con los niños utilizando su número de móvil personal

Se trata de una actuación inadecuada. El profesor en ningún caso debe tener este tipo de vía de comunicación. Existen los cauces normales que el colegio establece para ello, que suelen ser a través de la agenda, el mail o de forma presencial en el centro educativo.

2. Aceptar regalos de sus alumnos

Esto depende del contexto. Es habitual y normal que suceda en fechas señaladas, y a determinadas edades, como en infantil y primaria. Pero suelen ser los padres los que hacen el regalo.

Durante la adolescencia sería inapropiado porque podría resultar ambiguo y no sabemos la intención real. Lo mejor en este caso es reconducir la situación, con tacto y delicadeza, explicando al adolescente los motivos de la negativa.

3. Seguir a los niños y adolescentes en sus redes sociales

Resulta inadecuado y nada conveniente.

4. Quedar con ellos a solas fuera del servicio

Esta situación también es totalmente impropia.

5. Darles el número de teléfono móvil personal

No es adecuado y, además, resulta innecesario.

El abuso sexual es un problema que afecta al 20 % de los niños y adolescentes, por lo que el papel de las instituciones de enseñanza en su prevención es fundamental. Los docentes y educadores tienen muchas herramientas para convertirse en un ‘adulto de confianza’, alguien a quien los menores que sufren abusos puedan recurrir cuando necesiten contarlo, y para transmitirles valores adecuados.

Úrsula Perona
Psicóloga infantil
Colaboradora de Sapos y Princesas