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J. Urra: “La violencia de género es estructural, patriarcal e instrumental, y de continuidad”

Afrontamiento de la violencia de género - Javier Urra
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
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Fecha de actualización: 01.07.22

Afrontamiento de la violencia de género, así se titula el nuevo libro que Javier Urra, Primer Defensor del Menor y Experto del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, en colaboración con otros entendidos en la materia: Helio Carpintero, José Francisco Morales Domínguez, Francisca Expósito, Maite Garaigordobil Landazabal, Antonio Andrés Pueyo, Enrique Echeburúa y Raúl Canosa Usera, acaba de presentar en la Academia de Psicología de España. 

Y es que, a pesar de que la población parece haber despertado y se hayan implementado protocolos de actuación y prevención para terminar con esta lacra, los datos continúan siendo alarmantes. Para Francisco Santolaya, Presidente del Consejo General de la Psicología de España, “es difícil mirar con optimismo hacia uno de los mayores problemas que tenemos hoy en día en nuestra sociedad, el de la violencia de género. Sabemos el dolor, el inmenso dolor que ocasiona en miles de familias, llegando a los límites más insoportables en ciertos casos, y resulta inevitable caer en la sensación de que hemos llegado tarde para demasiadas mujeres, para sus hijos e hijas”. 

“El mayor impacto de la violencia de género sobre la salud es en la salud mental de sus víctimas. Se estima que tres de cada cinco mujeres expuestas presentan patologías psíquicas. El estrés postraumático, los trastornos depresivos o de ansiedad son los principales trastornos que presentan las víctimas de violencia de género. Por tanto, el hecho de no contar con una permanente formación en este ámbito perjudica, primeramente, a las víctimas, por supuesto. Publicaciones como Afrontamiento de la violencia de género vienen a cubrir esta importante necesidad y son recursos imprescindibles para crecer como profesionales, y de este modo prestar una mejor atención desde nuestra práctica (…) Para que estos crímenes y, en general, la violencia machista, sean un asunto del pasado, debemos insistir en la prevención, en la educación de las generaciones más jóvenes. Niños y niñas en los que los valores de la igualdad, el respeto, la libertad, formen parte de su educación y consigamos romper con los estereotipos de género y los roles atribuidos que perpetúan la desigualdad”, concluye. 

Educar en el respeto y en los sentimientos

Resalta Javier Urra la importancia de una buena educación sexual, así como en el respeto y en los sentimientos, y más implicación en el desarrollo socioafectivo de los menores: “A los 8 años los niños empiezan a consumir pornografía y empieza a ser el modelo que creen que tienen que seguir”. De hecho, matiza que “la sanción es parte de la educación”. 

Alerta, también, sobre las relaciones adolescentes, pues, cada vez es más común la violencia machista desde edades tempranas: “El 33 % de los jóvenes considera que los celos son prueba de amor”. Destaca que son muchos los que piensan que su pareja es su posesión y, en innumerables ocasiones, la relación se basa en la dominación del hombre a la mujer: “se establece de sujeto a objeto”. 

Asimismo, añade, “las mujeres que sufren violencia machista esperan 10 años hasta tomar la decisión de denunciar y terminar con su relación, generalmente, pensando en el bien de los hijos”. Algo que resulta contraproducente, ya que es probable que los niños, al haber crecido y presenciado situaciones complicadas, terminen por reproducir estos patrones, dando lugar a una sociedad menos segura. 

La violencia machista en el ámbito digital

Maite Garaigordobil, Catedrática de la Universidad del País Vasco y experta en bullying y ciberbullying, sexting y violencia de género digital, piensa que a las parejas jóvenes les cuesta identificar lo que es la violencia: “Los adolescentes normalizan el control y más del 50 % no considera violencia el hecho de verse forzados tener relaciones sexuales cuando no quieren“. 

Asimismo, alerta sobre la presencia de violencia machista en el ámbito digital, pues muchas personas pretenden ejercer control a sus parejas a través del espacio virtual, bien para saber cómo se desenvuelven o utilizando herramientas digitales para un fin concreto: revisándoles las redes sociales, exigiendo su geolocalización u obligándoles a mostrar los chats. Por no hablar de los hechos que se dan en este propio entorno: ciberacoso, amenazas de violación…

De igualmente, denuncia la cosificación de las niñas en las redes sociales, y alerta sobre los peligros del sexting y del conocido como ‘porno de venganza’, que consiste en la publicación de imágenes sexuales privadas en internet.