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Niños vegetarianos: ¿qué alimentos deben incluirse en su dieta para que crezcan sanos?

Al no comer carne ni pescado, incluso en algunos casos ni lácteos ni huevos, los niños vegetarianos deben ingerir ciertos nutrientes y vitaminas a través de otras vías. De no hacerlo, pueden padecer deficiencias alimentarias que provoquen serios problemas de salud, un supuesto que ya se ha traducido en casos reales durante los últimos años. A pesar de la controversia surgida al respecto, las asociaciones médicas más prestigiosas avalan este tipo de dieta, siempre que sea completa, esté equilibrada y reciba la correspondiente supervisión de un experto.

No obstante, como indica en un artículo el Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría, aún son escasos los datos sobre el impacto a medio y largo plazo de eliminar los productos de origen animal durante la infancia, en especial en las primeras etapas de desarrollo. Dicho esto, reconocen que, gracias a la paulatina disponibilidad de tablas de intercambios de alimentos y recomendaciones de suplementos, se reduce el riesgo de que los menores padezcan algún tipo de carencia.

Qué debemos tener en cuenta si nuestros hijos son menores de 2 años

Hasta los 6 meses de edad, la lactancia materna es la forma de alimentación ideal para los niños cuyos padres son vegetarianos o veganos. Eso sí, la pediatra de la AEP Paloma De la Calle destaca la importancia de que las madres tomen suplementos de vitamina B12, yodo y Omega-3. Cuando no sea posible dar el pecho, se pueden utilizar fórmulas adaptadas de soja o bien otras hidrolizadas de arroz. Queda descartado el uso de bebidas vegetales no adaptadas como sustituto de la leche, dado que pueden provocar una desnutrición grave que conlleve alteraciones neurológicas e incluso la muerte.

Lactancia con padres vegetarianos
Cuando no se pueda dar el pecho, se deben usar fórmulas vegetales adaptadas | Fuente: Canva

A partir de los 6 meses, cuando comience la alimentación complementaria, recomienda introducir los cereales igual que en el resto de los niños y, a ser posible, integrales. Además, hay que empezar a incluir las legumbres, el tofu y, en el caso de los ovolactovegetarianos, el huevo. Por otro lado, también se les puede suministrar yogur de soja enriquecido con calcio. Para fomentar la absorción de hierro, aconseja consumir alimentos ricos en vitamina C, como los cítricos, en las comidas principales. En cuanto al aporte proteínico, propone los frutos secos y las semillas, pero siempre molidos o en crema.

Los niños vegetarianos, igual que aquellos que no lo son, no deben consumir, hasta el año de edad, espinacas, acelgas, borraja, remolacha, rúcula y otras hojas verdes con alto contenido en nitratos. De la misma forma, tanto la miel, por el riesgo de botulismo, como las algas, por la presencia de yodo, han de excluirse de la dieta antes de los 12 meses.

Alimentos imprescindibles para niños vegetarianos de más de 2 años

Apoyándose en las conclusiones de la Academia Americana de Nutrición y Dietética, la AEP afirma que estas dietas, si están bien compensadas, pueden seguirse durante todas las etapas de la vida, incluidas la infancia y la adolescencia. No obstante, avisan de las posibles carencias en el aporte de ácidos grasos Omega-3, colesterol, minerales como yodo, hierro y zinc, y algunas vitaminas, como la B12 y la D.

Por eso mismo, hacen diversas indicaciones para evitar cualquier desajuste, como consumir diariamente legumbres, frutos secos y semillas con los que cubrir el imprescindible suministro de proteínas. En el caso de los ovolactovegetarianos, además, aconsejan recurrir al huevo y a la leche para completar dicho aporte.

Niños vegetarianos con una nutrición completa
Resulta esencial asegurarse de que la dieta de los niños vegetarianos es equilibrada | Fuente: Canva

Los niños vegetarianos, por otro lado, disponen de menor capacidad a la hora de aprovechar el hierro y el zinc de los alimentos. Con el objetivo de maximizar la absorción de ambos minerales, es conveniente asegurar la ingesta de elementos ricos en vitamina C en todas las comidas, dejar las legumbres en agua y recurrir a elaboraciones fermentadas.

Asimismo, se recomienda tomar productos fortificados con calcio y vitamina D, algo que, unido a la práctica frecuente de ejercicio físico, contribuye a un óptimo estado de los huesos. Por último, resulta esencial incluir suplementos de vitamina B12 en la dieta una o dos veces por semana, así como recurrir a la sal yodada.

Pequeños ajustes tras la llegada de la adolescencia

Con la llegada de la adolescencia, se incrementa la necesidad de obtener diversos nutrientes, especialmente las proteínas, el zinc, el calcio y el hierro. Para satisfacer tal requerimiento del organismo, es aconsejable consumir legumbres y sus derivados diariamente, así como vitamina C que facilite la asimilación del último de los minerales mencionados.

En lo relativo al calcio, lo mejor es incluir en las comidas dos raciones de lácteos o de bebidas enriquecidas cada jornada y tres o cuatro semanales de verduras con un alto contenido de este elemento y bajo en oxalatos. También puede ser de gran ayuda tomar variedades de tofu que lo contengan, del mismo modo que se recomienda ingerir frutas, frutos secos o semillas como las almendras, el sésamo, los higos, la chía, los dátiles o las naranjas, entre otras opciones.

Supervisión pediátrica, la mejor garantía de salud para los niños vegetarianos

Las anteriores indicaciones nunca deben sustituir la supervisión pediátrica a la que deben someterse todos los niños vegetarianos. Por eso, antes de introducir este tipo de dietas en la alimentación de nuestros hijos e hijas, las principales autoridades sanitarias aconsejan ponerlo en conocimiento de un especialista. Este, tras valorar cada caso concreto, determinará si es conveniente o no dar el paso y, en caso afirmativo, establecerá una serie de pautas para garantizar una nutrición equilibrada.

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