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Maternidad idealizada: cómo afecta hoy en día a las mujeres esta concepción irreal de su papel

El mundo de ser mamás es una experiencia llena de emociones que te llevará a descubrir nuevas facetas de ti misma. Es una de las etapas más hermosas y significativas de la vida, pero también es un camino lleno de altibajos, retos y decisiones importantes que te empujarán a cuestionarte constantemente si lo estás haciendo bien. A menudo se nos presenta una imagen impecable y muy ‘Pinterest’ de lo que significa ser una buena madre, pero ¿qué es realmente la maternidad idealizada? En este artículo exploraremos la realidad detrás de esta representación perfecta con la que se nos bombardea a través de los medios, las redes y la sociedad.

¿Qué es la maternidad idealizada?

Es una idea perfecta y estereotipada de lo que se considera una ‘buena madre’. Muchas veces se muestra una visión idealizada en la que las madres son impecables, siempre están disponibles para sus hijos, tienen todo bajo control y hacen todo de manera excepcional, sin errores: y por qué no, impolutas. Sin embargo, la realidad es que este ideal es inalcanzable y puede llevar a que te sientas inadecuada o culpable cuando no se cumple con estas expectativas.

Maternidad idealizada cómo afecta hoy
Las redes ofrecen una versión perfecta e irreal de las madres | Fuente: Canva

¿Hay algo real dentro de la idealización?

Aunque la maternidad idealizada puede parecer una fantasía inalcanzable, hay aspectos de ella que sí son reales y valiosos. Es importante entender que este concepto de perfección no existe, pero eso no significa que no podamos aspirar a ser madres increíbles para nuestros hijos. Ser nuestra mejor versión posible es algo que efectivamente podemos hacer, y corregir las cosas que duelen de una misma, también. Las madres no son superheroínas que lo pueden todo, lo primero es comprender que todos somos humanos y nos equivocamos.

¿Cómo es la auténtica maternidad?

Con errores, llantos y estrepitosos episodios que probablemente generan culpa, justamente, por pensar que todos debemos vernos como en las familias perfectas. Además, la sociedad juzga a las madres con una vara distinta y estricta, y muchas veces no se puede decir en voz alta lo que realmente se siente, para no ser “las malas de la película”.

A menudo una puede sentir desde la saturación absoluta, hasta la sensación de que la maternidad es lo mejor que sucede en la vida; y oscilar es normal, incluso hasta necesario para no idealizar situaciones y luego darnos un golpe más fuerte al caer.

Maternidad idealizada vs real
La experiencia de las madres está llena de oscilaciones y tropiezos | Fuente: Canva

¿Cómo se puede tener una maternidad sana?

Tener una maternidad sana es fundamental para que tanto la mamá como el bebé puedan disfrutar al máximo de esta etapa. Para conseguirlo, es necesario tener en cuenta diferentes aspectos para adaptarnos a esta nueva vida.

1. Sé flexible

La flexibilidad es un aspecto clave. Hay momentos en los que, literalmente, todo puede pasar. Planear exhaustivamente cada cosa puede derivar en una frustración constante. Por mucho que tuviéramos una rutina o plan perfectamente estructurado en nuestra cabeza, en un minuto salta todo por los aires. Muchas veces, hay que reelaborar y adaptarnos a nuevas situaciones de forma rápida y efectiva.

2. Practica el autocuidado

Otro aspecto que es preciso tener en cuenta es el autocuidado que puedas proveerte. Si bien es cierto que el bebé tiene prioridad absoluta, no puedes olvidarte de ti misma. Aunque sean cinco minutos, es muy importante tener un momento para ti en el que puedas desconectar y dedicarte a algo que te guste. De esta forma, recargarás energías y estarás disponible para tu hijo cuando lo necesite de una mejor manera.

3. No te compares con otras personas

Un error común es compararse con otras madres, hijos o familias, cosa que también es una vara peligrosa. Cada persona vive de forma única la maternidad, y no existe una ‘correcta’. Por eso, no debes sentirte presionada por seguir las pautas o consejos de otras personas, sino que la mejor manera es encontrar tu camino en esta experiencia.

4. Infórmate con cautela 

Es muy valioso informarse, pero con criterio. Existe una gran cantidad de información sobre crianza, pero no toda es fiable o adecuada para todas las familias. Analiza la información que recibes y toma tus propias decisiones de modo consciente y responsable.

5. Permítete sentir

En la maternidad, es importante también permitirse sentir. Concédete el derecho a emocionarte, enfadarte, sentirte cansada, dudar, agobiarte e incluso ‘fallar’. Equivocarse es parte de la vida. Aceptar lo que sientes y autorizártelo te ayudará a liberar tensiones y a estar más conectada y cómoda con tu papel.

6. Pide ayuda cuando la necesites

Si lo consideras necesario, pide ayuda. No podemos saberlo todo, y no pasa nada por ello. Consultar con un profesional es totalmente recomendable en caso de que surjan dudas o necesites orientación en algún aspecto de la maternidad. Solicitar apoyo no significa tener menos capacidad, sino ser consciente de nuestras limitaciones y estar dispuestas a buscar soluciones para seguir avanzando en este camino.

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