Basado en la aclamada película nominada a los Oscars, llega el musical de Los chicos del coro.

El musical triunfó durante dos temporadas completas en París, con su producción francesa, y después continuó con una gira nacional e internacional que lo llevó por más de 20 ciudades, incluidas algunas españolas. En 2013 tuvo lugar una gira con los integrantes de Les Petites Chanteurs de Saint Marc de Lyon, voces originales de la película, y ahora, la productora Kak Group ha adquirido los derechos para poder ofrecer esta experiencia única.

La historia de este musical, donde confluyen sensibilidad y ternura, se contextualiza en la Francia de 1949, tras la Segunda Guerra Mundial. La pobreza y los conflictos sociales se convirtieron en protagonistas de unos años en los que muchos menores quedaron huérfanos, y de ahí parte nuestra historia, en un correccional dirigido por el estricto Rachin.

Como protagonista tenemos al profesor Mathieu, un hombre que concibe la enseñanza a partir del diálogo y rechaza el castigo como método educativo. Para él, la música tiene una fuerza transformadora que puede ayudar a sanar el alma y cambiar la conducta de los chicos. Sin duda, un homenaje a la música y a la enseñanza.

Sinopsis

En 1949, el profesor sustituto Clement Mathieu llega al internado Fondo del estanque, donde el director Rachin ha impuesto un régimen severo y riguroso, sin lugar para la música. Mathieu, antiguo compositor sin suerte, se salta las normas para descubrir la belleza del mundo a unos jóvenes educados bajo la aspereza de la Segunda Guerra Mundial.

Con este planteamiento, inspirado en su propia infancia y en un viejo clásico del cine francés, Christophe Barratier creó una de las películas verdaderamente inolvidables de los inicios del siglo XXI, enaltecida por la sublime música de Bruno Coulais. “Los chicos del coro, el musical” no es solo la adaptación de un filme que todos amamos. Es, al mismo tiempo, una apuesta por hablar de la necesidad de la música, del arte, para el crecimiento personal.

Como decían los antiguos filósofos y pensadores, no es solo que la música amanse a las fieras (en este caso, a unos niños más revoltosos que feroces), sino que el arte es aquello que nos hace auténticamente humanos. Sin la sensibilidad, sin la delicadeza, sin los matices que iluminan el alma y la personalidad, no seríamos libres ni mucho menos llegaríamos a conocer cómo son por dentro los demás.

“Los chicos del coro, el musical” habla de los niños olvidados, pero también del camino que atraviesa el arco iris y conduce a la luz de abril. Habla de la inocencia, del juego, del amor… Habla del esfuerzo y de la solidaridad, del trabajo y del entusiasmo… Habla de la vida. Habla del arte.