El yacimiento arqueológico de la Bastida de les Alcusses acoge los restos de un poblado íbero fortificado del siglo IV. Se encuentra en el extremo suroeste de la Serra Grossa, en Moixent. Desde el año 1928 se realiza un proyecto de gestión integral cuyos objetivos son la investigación, la adecuación de los restos para la visita y un programa de difusión y actividades didácticas para los visitantes.
Este lugar fue una aglomeración urbana desde la que algunas familias controlaban la explotación agraria y el comercio. La obra pública más importante visible, fue una muralla con torres y puertas fortificadas. La estructura interna del poblado está organizada en calles y plazas en torno a manzanas y otros edificios públicos.
Es un entorno forestal que cuenta con bosque de pino y matorral mediterráneo. Más alejado, encontramos un paisaje marcado por las labores agrícolas, entre las que destaca una conocida producción vitivinícola. El yacimiento cuenta con un servicio de guía totalmente gratuito e itinerarios autoguiados con paneles explicativos, equipamientos didácticos y maquetas táctiles. La ruta es fácil y en la mayor parte del recorrido se puede circular con carritos. Los senderos no tienen gran dificultad de acceso y los desniveles son suaves, sin embargo, no son accesibles por completo.
Espacios de la Bastida de les Alcusses
La muralla es la obra pública más compleja y costosa. Además de servir para defenderse, fue también la proyección que se daba hacia el exterior. Delimitaba el perímetro de la construcción y permitía destacar el lugar en el paisaje y ser visto desde lejos.
La fortificación contaba cuatro entradas que actualmente se nombran según los puntos cardinales a los que se orientan. Tres de las puertas se proyectaron en el lado oeste y la cuarta en el extremo oriental.
Las torres eran de los elementos más importantes en la fortificación para vigilar y controlar. Además, hacían que las murallas fueran más imponentes. Por otro lado, el espacio urbano era un conjunto de calles y callejones, plazas y manzanas de construcciones con distribución variada.
Además, para que el público pueda hacerse una idea de cómo era el poblado, el yacimiento cuenta con reconstrucciones virtuales del asentamiento para imaginar cómo sería en la actualidad.
Actividades en la Bastida de les Alcusses
Desde la Bastida de les Alcusses realizan unas jornadas llamadas Vive un fin de semana con los iberos, que tienen lugar durante un fin de semana al año, normalmente en el mes de septiembre. Esta actividad consiste en visitas dramatizadas al yacimiento, talleres, demostraciones y actividades en torno al mundo ibero.
Además, se desarrolla un programa educativo con talleres didácticos para escolares de primaria y visitas guiadas para todos los ciclos formativos. Como complemento a la visita ofrecen talleres de experimentación sobre tejido, joyería, epigrafía o cerámica ibérica. Los asistentes se introducen en algunas técnicas artesanales de la época ibérica y aprenden algunos métodos de estudio del material arqueológico.
Más actividades en la zona
Para seguir aprendiendo más acerca de este yacimiento, se puede visitar el Museo Arqueológico de Moixent. Este lugar alberga varias piezas recuperadas de las excavaciones de la Bastida de Les Alcusses, pero, además, también contiene piezas de la necrópolis de Corral de Saus.
Asimismo, en este municipio se pueden realizar otras excursiones y rutas. Una de las más emblemáticas es la visita al Bosquet de Moixent, un embalse con unos parajes muy bonitos y una presa construida en el siglo XVIII que ha sido declara Bien de Interés Cultural.
Fontanars y la Font de Figuera son otros dos municipios con una atractiva oferta turística y opciones de alojamiento, además de su ofrecer una rica gastronomía. En Fontanars se puede realizar la ruta de los hornos de cal y en la Fuente de Figuera se encuentra el Museo Histórico y Enológico. Por la zona también se pueden visitar algunas bodegas de vino bastante prestigiosas que se encuentran en uno de los espacios vitivinícolas más atractivos de la provincia.
