El castillo de Peracense, en Teruel, es una impresionante fortaleza medieval ubicada a un kilómetro del casco urbano de la localidad de Peracense. Es uno de los atractivos turísticos del suroeste de Aragón.

Castillo de Peracense

Esta obra arquitectónica fue edificada en el siglo XIII sobre las ruinas de una fortificación islámica, con el objetivo de defender la frontera con el reino de Castilla. Es por ello que el castillo se construyó sobre una superficie rocosa de arenisca rodena, aprovechando la topografía del lugar de manera estratégica. El hecho de que la fortificación también fuese construida con rodeno, mismo material que la superficie sobre la que se eleva, le hace aún más llamativo, pues crea una visión del castillo completamente integrado con el entorno. Además de servir como baluarte defensivo, a lo largo de los siglos ha desempeñado otras funciones como cárcel o como importante cuartel durante las guerras carlistas en el siglo XIX.

Desde dos euros se puede visitar el interior, en un recorrido por todas las estancias. Además, a lo largo de la visita se pueden ver expuestas varias armas de asedio como enormes catapultas o ballestas y arietes. Pero, para observar el exterior del castillo, desde el cerro de San Ginés hay unas vistas únicas de la fortaleza y del impresionante enclave natural donde está ubicado.

Castillo de Peracense integrado en el paisaje
Fuente: Castillo de Peracense

Visita al interior del castillo

A día de hoy el castillo se conserva de manera extraordinaria, ya que, a pesar del paso de los años, mantiene casi todas sus estancias. Cuenta con tres recintos concéntricos: el recinto inferior, el recinto intermedio y el recinto superior. Todos ellos ofrecen un recorrido por sus dependencias y lugares emblemáticos.

En el nivel inferior se encuentran las murallas exteriores, las caballerizas, el foso o la cantera de ruedas de afilar.

Siguiendo el recorrido, una puerta de acceso da la entrada hacia el nivel intermedio. Allí se encontraban las habitaciones de tropa, el aljibe principal y la capilla y necrópolis, entre otras cosas. En este nivel también se encuentra la Torre del Hospital, que permite vigilar uno de los flancos del castillo, así como los dos primeros niveles de la fortaleza.

Por último se encuentra el nivel más elevado, al que se accede por una escalera. Aquí se situaban diferentes estancias residenciales que han sido reconstruidas. También se puede visitar la cocina y la mazmorra, o la terraza superior, situada a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar y con unas vistas panorámicas asombrosas.

Vistas desde la terraza del castillo de Peracense
Fuente: Castillo de Peracense

Ruta circular por el castillo de Peracense y el cerro de San Ginés

Se trata de una ruta fácil de unos 8 km. Este itinerario comienza en las calles del pueblo de Peracense hasta cruzar las vías del tren, tras las que comienza un camino de tierra que sube hacia el cerro de San Ginés y pasa por un sendero de pinos hasta llegar a la cima. Una vez arriba, se puede ver el pueblo y los bonitos parajes de la comarca de Jiloca.

Tras el cerro, la bajada se realiza por un cortafuegos y, posteriormente, la ruta sigue por un sendero que se adentra en las profundidades del valle entre San Ginés y el castillo de Peracense. Por último, el tramo final hacia el castillo será por un camino de subida asfaltado hasta llegar a la fortaleza. La vuelta al pueblo tras la visita del castillo se hará por un sendero lateral.

Existen otras opciones de itinerarios para visitar el castillo. Hay hasta cinco senderos señalizados en las inmediaciones con distintas dificultades. Pero, todos ellos ofrecen la oportunidad visualizar este entorno tan único de la provincia de Teruel y la joya arquitectónica que esconde.