El castillo de Alcalá de la Selva se encuentra en lo alto de un municipio con el mismo nombre, en la provincia de Teruel. Se trata de una fortaleza extraordinariamente bien conservada de origen musulmán y que se ubica a unos 1.500 m sobre el nivel del mar, en un entorno natural único y desde donde se observan unas vistas excepcionales.

Historia del castillo de Alcalá de la Selva

Este castillo no fue citado en ningún texto hasta el año 1.118. En ese momento, Alfonso I de Aragón tomó la fortaleza y se la entregó a Lope Juan de Tarazona. Tras la muerte del monarca, este lugar volvió a manos musulmanas. No fue hasta 1.177 cuando tuvo lugar la reconquista a manos de Alfonso II, quien cedió el lugar a la abadía francesa de la Gran Selva.

En 1.375 esta construcción pasó a las manos de Juan Fernández de Heredia, un señor feudal que alzó el castillo de los siglos XIV y XV, estética que se observa en la actualidad. Sin embargo, su interior ha sufrido algunas modificaciones a lo largo del tiempo, debido a las Guerras Carlistas del siglo XIX y al ataque del general O’Donnell.

Pueblo y castillo de Alcalá de la Selva
Fuente: Alcalá de la Selva

El castillo alberga un patio rectangular de grandes dimensiones. Toda su arquitectura fue construida en mampostería e incorpora sillares en las aristas. Sobresale un torreón irregular que está dividido en tres estancias. En la sala central se halla una bóveda de cañón apuntado. Algunos aspectos en su estructura indican que este lugar pudo servir más como residencia que como fortaleza defensiva.

El municipio de Alcalá de la Selva

Bajo el castillo se extiende el pueblo de Alcalá de la Selva, que recibe este nombre en honor a la fortaleza. Se sitúa en un entorno rodeado de naturaleza donde se pueden practicar deportes como senderismo, esquí, e incluso golf.

Es un pueblo con mucha cultura y un folklore único conocido como “el dance”, un baile interpretado por los niños. Su gastronomía también es un elemento destacable, con uso de la materia prima de gran calidad para sus ricas recetas, como las sopas de ajo o la morcilla de miel. Además, esta localidad posee rincones muy atractivos, y otros puntos de interés turístico que esconden mucha historia.

Localidad de Alcalá de la Selva en Teruel

Humilladero

Una de las construcciones destacadas de este lugar es el Humilladero, realizado por Miguel Palomar en el siglo XVII. Una estructura de sillería con una planta cuadrada rodeada por cuatro arcos de medio punto. Se trata de una edificación única por el tipo de construcción, muy escasa en España. Además, posee una bóveda vaída decorada que aún tiene restos de pintura.

Santuario Virgen de la Vega

Este municipio también esconde una joya barroca del siglo XVIII, construida por Juan Escuder. Este templo cuenta con  tres naves, la central posee una bóveda de medio cañón, mientras que las laterales están cubiertas con bóvedas de arista. Otro lugar que merece ser visitado en la localidad.

Iglesia de San Simón y San Judas

Esta iglesia se construyó a finales del siglo XVI. Su arquitectura está empapada por el estilo gótico renacentista. El elemento más destacable de la iglesia, además de sus tres naves con crucería estrellada, es la portada.

Ermitas de San Roque, nuestra Señora de Loreto, San Antón y San Miguel

En la entrada del pueblo se hallan las ermitas conocidas como Los Mártires, la de San Roque y nuestra Señora de Loreto. Desde estas ermitas se inicia el camino del Calvario que lleva hasta San Antón, una ermita que ha sido restaurada recientemente. Además, a unos 6 km del casco urbano se halla una cuarta ermita con unos bonitos paisajes a su alrededor, la de San Miguel.