En la localidad de Torredembarra, Tarragona, cruzando el llamado Portal de Padrines, se encuentra el Castillo de los Icart. Es el único edificio civil de nueva planta del Renacimiento Catalán que se conserva en Cataluña.
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El pasado de Torredembarra
De origen romano, el núcleo urbano y poblacional de Torredembarra comenzó a hacerse de notar con la llegada de los árabes a la Península Ibérica. Dominarán toda esta zona hasta el siglo XI, cuando pasa a convertirse en zona fronteriza de dominación cristiana.
Torredembarra pasó por las manos de varias familias nobles catalanas. Desde 1391 los dominios sobre el lugar recayeron en Pedro de Icart y sus descendientes durante los siguientes tres siglos. Edificarán un castillo y dotarán a la población de murallas.
Un hecho histórico que marcó el devenir del pueblo fue la batalla de Torredembarra, que enfrentó a las tropas de Felipe V contra los partidarios de la Corona de los Austria en el año 1713. A partir de 1778, su puerto comenzó a abrirse al comercio con América.
El Castillo de los Icart
El complejo se comenzó a construir en el año 1565 por orden de Lluís Icart, señor de la Villa, y se terminó en el 1580. Su principal función fue la de servir como residencia y fortaleza y pretendía que fuese uno de los edificios más importantes, si no el que más, de la población.
El Castillo de los Icart es de planta cuadrada y cuenta con 4 torres en los lados. Su situación estratégica, en el punto más alto del municipio, permitía vigilar todo el entorno. En el centro tenía un patio porticado con arcadas y las habitaciones se ordenaban y distribuían alrededor de ese patio central. Entre la puerta principal y el patio hay un tramo rectangular que hace de pórtico, cubierto por una bóveda, que se atribuye al grandísimo maestro Pere Blai. La portada tiene dos pares de columnas toscanas que sostienen un frontón semicircular.
A partir del siglo XVIII, el Castillo de los Icart entró en una época de decadencia. En el siglo XX ya estaba en muy mal estado, por lo que tuvo que realizarse un importante trabajo de rehabilitación que se efectuó en el año 1998. El motivo de la reforma era para que el edificio, finalmente, pudiera convertirse en la sede del Ayuntamiento de la localidad.
Al ser un edifico público se puede acceder a algunas de las dependencias, como el patio central, para que el visitante pueda admirar la grandiosidad del complejo.
Otros monumentos que también puedes visitar
Torredembarra es una localidad con mucho que ofrecer y mucha cultura que enseñar. Por eso, además del castillo, te dejamos otras actividades que, seguro, os encantarán a ti y a tus hijos.
- Iglesia Parroquial de San Pere. Entre las calles de Eduard Benot y de Joan Güell, nos encontramos con la actual iglesia de San Pere, unida con la antigua formando todo un cuerpo, se acabó de construir en 1680. Posteriormente, en el S. XVIII el templo se dotó de buena parte de sus elementos arquitectónicos y ornamentales: el órgano barroco (en 1705), finalización de los campanarios, crucero y ábside.
- Muralla. De la muralla que rodeaba el pueblo en el S. XVII se conservan dos portales de entrada: el de Padrines (carretera de la Riera- Plaza del Castillo), y el de la Bassa (calle ample). También quedan restos de un contrafuerte en la calle de Mañé y Flaquer.
- La Torre de la Vila. Justo delante de la iglesia de San Pere Apóstol veremos la Torre de la Vila.Es el edificio más antiguo que queda en la población, probablemente del siglo XII o XIII de estilo mudéjar y se considera que podría formar parte del castillo viejo.
- La Villa del Moro. Es un yacimiento formado por un conjunto de estructuras: conjunto termal, área de servicios y sector residencial. El estudio de los restos descubiertos permite distinguir dos fases constructivas: la primera corresponde a la época republicana (S. II a.C hasta el S. I d. C) y la segunda a la época augustal (S. I d.C hasta S. II d.C.).
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