La Casa de las Conchas es un lugar histórico, que tiene una arquitectura llamativa tanto para los niños como los adultos y es sin duda uno de los lugares de visita obligada en Salamanca.
Conocer esta casa que tiene trescientas conchas, nos permite descubrir un poca de la historia de esta ciudad y algunas curiosidades sobre la misma.
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Casa de las Conchas
La Casa de las Conchas fue construida en el siglo XV por encargo de Rodrigo Maldonado de Talavera, canciller de la Orden de Santiago y rector de la Universidad de Salamanca, quien también ordenó construir la Capilla de Talavera en el claustro de la Catedral de Salamanca.
No se sabe a ciencia cierta el por qué de las conchas, pero se manejan un par de hipótesis. La primera es que se deben a que los Maldonado pertenecían a la Orden de Santiago, cuyo símbolo es la concha.
La segunda es una explicación más romántica, que sostiene que fue un gesto de amor. Rodrigo Maldonado estaba casado con Marina Álvarez de Porras, hija del Bachiller García y legítima heredera de la casa que luego se convertiría en la Casa de las Conchas. Se dice que la fachada pudo ser un homenaje al escudo de armas de doña Marina, formado por barras y conchas, que se puede observar bajo una de las ventanas.
A pesar de esto, es más probable que la historia de amor fuera posterior, debido a que las obras fueron acabadas en 1517, después de 24 años, por el hijo del matrimonio Rodrigo Arias Maldonado, quien se casó con Juana Pimentel y Enríquez, sobrina del Duque de Benavente. La concha es el símbolo de la familia Pimentel. Se cree que su marido mandó a cubrir la mansión señorial con conchas como un gesto de amor a su esposa.
Las conchas no formaban parte del tallado original de la piedra, sino que fueron agregadas con ganchos de hierro posteriormente, por lo que el acabado, en efecto, fue ordenado por Fray Rodrigo.
Leyendas
Se dice que bajo una de las conchas se esconde una onza de oro, posiblemente esta moneda se haya colocado en una de las decoraciones de la fachada. Sin embargo, esto es una leyenda que podría tener fundamento en la antigua costumbre de colocar una moneda de oro en las bases de los edificios para atraer suerte.
Otra leyenda es la del tesoro escondido en la Casa de las Conchas, mucho más extendida entre los habitantes de Salamanca, es que bajo una de las conchas se encuentran las joyas de la familia. Un documento indica la cantidad escondida, más no la concha exacta. Es posible aventurarse a buscar el tesoro aportando una fianza estipulada. Quien lo encontrase, puede llevarse tanto el tesoro como su fianza, de no encontrarlo, perdería el dinero adelantado.
¿Qué vamos a encontrar?
El edificio original contaba con dos torres, pero una fue demolida por Carlos I como castigo para Pedro Maldonado Pimentel, quien fue caudillo comunero en la Batalla de Villalar.
En el centro de la casa, encontramos un patio interior donde hay un pozo que garantizaba el suministro de agua. El patio conjuga estilos gótico tardío, mudéjar y renacentista; muestra arcos mixtilíneos propios de Salamanca, los blasones de las familias, flores de lis, gárgolas y motivos de panales y cestería, todo en mármol blanco de Carrara.
La escalera está ubicada siguiendo la tradición mediterránea romana y musulmana. En el primer tramo, un perro con el escudo de los Pimentel guarda la intimidad del hogar; en el segundo, se encuentra un león con el escudo de los Maldonado; en el tercero, se unen los blasones Pimentel y Maldonado.
Los sótanos de la casa sirvieron de calabozo para los estudiantes de la universidad, quienes pagaban allí las penas impuestas por el Maestre-Escuela.
Esta emblemático construcción actualmente el edificio alberga una biblioteca en la que podemos disfrutar de todas las actividades y servicios que ofrece el sistema de bibliotecas públicas de Salamanca.
Tras visitar la Casa de las Conchas te recomendamos visitar la Plaza Mayor de Salamanca que está cerca de este lugar.
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