Haría es un municipio ubicado al norte de la isla de Lanzarote. Se distingue por su microclima singular que lo convierte una de las regiones más exuberantes y verdes del área. Asimismo, en este lugar se concentra la mayor diversidad de flora autóctona, incluyendo endemismos que son únicos en el mundo.
Conocido como el Valle de las Mil Palmeras, alberga no solo este tipo de vegetación, sino también otras especies tropicales como tuneras y cactus, que pueden ser admiradas desde el impresionante Mirador de los Helechos, también conocido como Mirador de Malpaso.
Además, este bonito pueblo agrícola ofrece al viajero multitud de experiencias agradables con las que llenar su maleta de recuerdos. Una visita imprescindible es la Casa Museo del afamado artista César Manrique. La plaza León y Castillo es otro lugar donde relajarse bajo la sombra de la vegetación.
Y en el centro de la localidad se admira la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación; en ella confluyen todos los caminos y calles del pueblo. Igualmente, otro punto de interés es uno de los edificios religiosos más antiguos, la ermita de San Juan Bautista, que se encuentra en la entrada del pueblo.
Asimismo, Haría es rico en tradiciones, destacando su herencia artesanal y manufacturera. El mercado “Haría Artesanal”, establecido en 2001, es un lugar que promueve la venta de productos artesanos y agricultura ecológica, acercando la diversidad etnográfica del lugar tanto a locales como a visitantes.
Actividades en el entorno de Haría
Los amantes del senderismo podrán realizar varias rutas en su entorno con itinerarios de diversa dificultad y longitud, adaptados a cada persona. Para los más aventureros, en la zona se pueden practicar otro tipo de deportes como MTB o escalada, y deportes náuticos como vela, submarinismo o surf.
Por otro lado, para quienes busquen realizar un turismo tranquilo y playero, se pueden visitar diversas playas y piscinas naturales que ofrecen una variedad de opciones para disfrutar del mar y el sol. A pocos kilómetros de Haría se encuentran playas como La Cantería y las tranquilas calas de Caletón Blanco, pasando por las piscinas naturales de Punta Mujeres y la extensa playa familiar de La Garita en Arrieta, hay opciones para todos los gustos.
Otro destacado de la región son los emblemáticos Jameos del Agua, creados por el visionario César Manrique, donde la armonía entre la naturaleza y la creación artística alcanza su máxima expresión. Este espacio alberga una laguna interior formada por filtraciones de agua marina y es hogar del cangrejo ciego, una especie endémica de la isla. El Mirador del Río, otra obra maestra de Manrique, ofrece una vista panorámica excepcional del norte de la isla y el Archipiélago Chinijo, fusionando de manera única la sensibilidad estética, ecológica y arquitectónica.
Cerca del municipio también se halla el monumento y volcán de La Corona. Es el punto más alto del norte de la isla y un lugar para explorar su imponente cráter y su extenso tubo volcánico en una caminata que permite apreciar la belleza del paisaje y la riqueza natural de la zona. Igualmente, en las cercanías, se encuentra la famosa Cueva de Los Verdes, parte de uno de los tubos volcánicos más extensos del mundo y convertida en un centro de arte, cultura y turismo desde 1964.
En cuanto a arquitectura singular, La Casa China en Arrieta destaca por su estética exótica, con un diseño que evoca la pagoda oriental. Construida en 1916 por un indiano de Haría como balneario de reposo para su hija enferma, esta casa es un verdadero tesoro arquitectónico.
En definitiva, por el encanto del propio municipio, así como del resto de núcleos de su entorno. Este pueblo emerge como una gran opción para quienes quieran disfrutar de aventura y tranquilidad a partes iguales.
