El Monasterio de Sant Pere de Rodes se encuentra situado en una de las cimas de la sierra de Rodes, erigido a primera línea de mar en el norte de la comarca de Alt Empordà.

Es una de las piezas de la arquitectura románica que podemos encontrar en Cataluña y, es posible, que sea uno de los más sofisticados por la cantidad de elementos arquitectónicos y detalles que luce en sus fachadas.

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Monasterio de Sant Pere de Rodes

Fue durante los siglos comprendidos entre el XI y el XIV el centro espiritual más importante del condado de Empúries, lo que es visible dado al esplendor que puede apreciar por las grandes dimensiones de este conjunto monacal.

Está formado por la iglesia, el campanario, el claustro, la sacristía y las dependencias en las que vivían tanto los monjes como el Abad, que residía en el palacio.

La forma en la que está construido el monasterio, en terrazas, está diseñada de tal forma que pueda adaptarse a la perfección a este terreno montañoso. A su vez, los distintos edificios están organizados en torno al claustro y la iglesia, que fue levantada entre los siglos X y XI.

Monasterio de Sant Pere de Rodes

Estos dos edificios son una muestra excepcional de la escultura románica de la época. En ellos destacan las columnas y, sobre todo, los capiteles que las coronan, que nos enseñan la influencia clásica por la que estaba marcada esta singular iglesia.

En el exterior del Monasterio de Sant Pere de Rodes, si observamos la portada que realizó el Maestro de Cabestany, podremos contemplar diferentes escenas de la vida de Cristo esculpidas en el mármol blanco. Los pocos fragmentos que han llegado hasta nuestros días son una muestra perfecta de la calidad extraordinaria con la que cuentan, lo que convierten a esta portada en, probablemente, una de las mejores de su época.

Si nos adentramos en el monasterio, podremos ver una de las mejores vistas del Cap de Creus. Antes de llegar, nos toparemos con los restos del antiguo pueblo de Santa Creu de Rodes, un pueblo medieval en el que destaca la iglesia de Santa Helena de Rodes.

Iglesia del Monasterio de Sant Pere de Rodes
Iglesia del Monasterio de Sant Pere de Rodes | Fuente: Flickr – Horrapics

Historia

La verdadera razón por la que el Monasterio de Sant Pere de Rodes fue erigido es desconocida. Por este motivo, su origen está repleto de especulaciones y leyendas.

Entre ellas, se cuenta que su fundación se debe a los monjes que desembarcaron en esta zona con los restos de San Pedro y de otros santos con el deber de custodiarlos para que no fueran profanados por las hordas de bárbaros que amenazaban con atacar Roma.

Una vez habría pasado el peligro, se dice que el Papa Bonifacio IV mandó construir este monasterio.

Los documentos más antiguos que se han encontrado sobre el Monasterio de Sant Pere de Rodes están datados del año 878, pero en ellos aparece mencionado como una simple celda monástica que fue consagrada a San Pedro.

Por lo tanto, no fue hasta el año 945 cuando este templo fue considerado como un monasterio benedictino independiente, gobernado bajo las órdenes de un abad. Este estaba ligado al condado de Empúries y llegó a su máximo esplendor entre los siglos XI y XII.

Monasterio de Sant Pere de Rodes
Monasterio de Sant Pere de Rodes | Fuente: Flickr -JaulaDeArdilla

Su creciente importancia le convirtió en un lugar en al que los peregrinos acudían, en especial, en las épocas de los jubileos de la Santa Creu de mayo, cuando la fiesta del 3 de mayo tenía lugar un viernes. Estos fueron celebrados hasta finales del siglo XVII.

Durante el siglo XVII fue saqueado en varias ocasiones por los ejércitos franceses y numerosos grupos de vándalos hasta que, finalmente, en 1793 fue abandonado por la comunidad benedictina.

El Monasterio de Sant Pere de Rodes fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en el año 1930 después de haber estado durante un siglo sin ningún tipo de protección ante los saqueadores. En 1935 comenzó a ser reconstruido, pero las obras fueron interrumpidas a causa del transcurso de la Guerra Civil, por lo que pasó por un nuevo periodo de abandono hasta que se retomaron en 1960. Finalmente, una vez reconstruido, fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional en el año 1993.

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