Noja es un bonito pueblo ubicado en la comarca cántabra de Trasmiera, bañado por las aguas del Mar Cantábrico. Debido a su belleza se ha convertido en uno de los reclamos turísticos más importantes del norte de nuestro país.
Esto se debe a sus enormes playas paradisíacas de arena fina y aguas cristalinas, pero también a la gran cantidad de monumentos que podemos encontrar en el pueblo y que se conservan en perfecto estado.
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Qué ver en Noja
Uno de los principales atractivos de este pintoresco pueblo son las casas señoriales que se encuentran en las calles de Noja.
Uno de los palacios más conocidos es el Palacio-Torre de Velasco, cuyo elemento más significativo y antiguo es la torre, del siglo XII. El resto de la fachada fue añadida más tarde y está adornada por el escudo de armas de la familia.
Muy cerca de este se encuentra el Palacio de Albaicín o la Casa para Obdulia Bonifaz. Este fue construido en el año 1916 para la esposa del Marqués de Albaicín. Se edificó sobre los restos de una antigua casa barroca y presenta un claro estilo montañés cántabro.
De esta casa merecen mención aparte los preciosos jardines que la rodean, que fueron, junto a la casa, declarados Bien de Interés Cultural en el año 1992.
Hoy en día, este edificio se usa como Casa de la Cultura y centro de exposiciones y se puede visitar todos los días de 12:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00.
Entre los edificios religiosos de Noja, destaca la Iglesia de San Pedro, que está situada en pleno corazón de la villa. Este es el primer santuario católico que se edificó en Noja y data del siglo XI, lo que coincide con la repoblación de la zona.
La iglesia que podemos ver hoy en día no tiene nada que ver con la original, ya que se han ido añadiendo numerosos elementos con el paso de los siglos. El más significativo es la torre, que se ha convertido en uno de los principales símbolos de Noja.
Otro de los edificios religiosos que recomendamos visitar es la Ermita de San Juan, que está situada en el barrio de Ris y es la ermita mejor conservada de toda la ciudad.
Playas de Noja
Uno de los mayores atractivos de Noja son sus playas, que recorren casi seis kilómetros de costa. Cuando la marea está alta son un auténtico paraíso de arena finísima y aguas cristalinas, lo que hace que miles de turistas elijan este destino para disfrutar de la playa.
No obstante, cuando baja la marea, comienzan a a aparecer cientos de rocas de origen kárstico que trasforman por completo el paisaje formando una panorámica realmente bella.
La playa más conocida de Noja es la Playa de Trengandín, que cuenta con tres kilómetros y medio de arena dorada y está galardonada con la prestigiosa Bandera Azul.
Otro gran arenal es la Playa de Ris, que tiene una longitud de aproximadamente dos kilómetros. Esta también está galardonada con la Bandera Azul y se caracteriza por los islotes que se encuentran en ella.
El más importante de ellos es el Islote de San Pedro, que alberga la antigua Ermita de San Pedruco, en la que se encontraba la imagen de San Pedro, Patrón de Noja. Junto a él, se encuentra la pequeña islita de Oliva, que es un lugar de descanso de gaviotas y cormoranes.
Al lado de la Playa del Ris está situada la Playa del Joyel, que se encuentra frecuentada principalmente por los turistas que veranean en los campings que rodean esta playa.
La mejor forma de conocer el precioso litoral de Noja es realizando la conocida como Ruta de la Costa, que es un recorrido de dos kilómetros que une las playas de Trengandín y la de Ris, que, definitivamente, son las más bonitas.
El mejor momento para realizar esta ruta es al atardecer, cuando las luces y sombras reflejadas en el horizonte marino nos brindan un paisaje difícil de olvidar.
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