Trujillo es una localidad situada al este de Cáceres, en Extremadura. Esta engloba un importante patrimonio arquitectónico formado a partir de diferentes épocas y culturas, que nos dejan ver que estamos ante una de las ciudades más importantes de Extremadura históricamente hablando.

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Trujillo

Tras un periodo paleocristiano y visigodo del que podemos ser testigos visitando los restos de una basílica visigoda, la dominación musulmana se hace evidente con la creación de un enclave altamente fortificado.

Hacia el año 900 se empieza a construir el Castillo y en el siglo XI quedan definitivamente edificadas las murallas, cuyo aspecto se va a modificar tras la Reconquista. También se construyeron en esta etapa dos mezquitas, de las cuales tenemos constancia por los restos que aún se conservan.

A principios del siglo XVI comienza un periodo de importante crecimiento arquitectónico. Es entonces cuando se fundan los conventos de San Miguel, La Encarnación y San Francisco. Además, se construyen varios inmuebles municipales y privados que comienzan a darle el aspecto de uno de los pueblos más bonitos de España.

Trujillo
Trujillo | Fuente: Web oficial de Trujillo

La villa y la ciudad que se encontraban separadas por la muralla comienza a unirse y se inicia un proceso de construcción más abierta, de modo en que, en el interior de la villa, el aspecto defensivo que se había construido a través de los alcázares y casas fuertes da paso a otro renacentista.

Qué ver

Uno de los edificios más emblemáticos de Trujillo es el Castillo, que se encuentra en la parte más alta de la ciudad. Este fue construido durante el reino califal y reformado después de la Reconquista.

Podemos diferenciar al Castillo en dos partes. Una de ellas es un cuerpo cuadrado en el que se pueden contemplar varios elementos que lo fortifican. La segunda, fue construida durante los siglos XIII y XIV y alberga dentro de su perímetro la ermita de San Pablo, que se construyó en el siglo XVI.

De las murallas apenas quedan restos. Según podemos saber por su historia, contaban con siete puertas, de las cuales se han conservado cuatro. Estas son la de Coria, la del Arco del Triunfo, la de San Andrés y la de Santiago.

Iglesia de Santa María La Mayor
Iglesia de Santa María La Mayor | Fuente: Web oficial de Trujillo

Si descendemos desde el Castillo hacia la Plaza Mayor, daremos con la Iglesia de Santiago, que destaca por sus altares y enterramientos con estructuras arquitectónicas de estilos gótico y renacentista, su retablo mayor y la popular imagen del Cristo de las Aguas, que recibe su nombre por ser sacado en procesión cuando la ciudad se encuentra en época de sequía.

El edificio parroquial más importante es la Iglesia de Santa María La Mayor. Se trata de un edificio que fue construido en épocas diferentes. Sus obras comenzaron tras la Reconquista en el año 1232.

La iglesia maravilla a todo aquel que la visita y es objeto de una gran cantidad de leyendas. Destacan también la elevación de sus torres campanario y de la conocida como Torre Julia.

Los ejemplos más relevantes de arquitectura nobiliaria de Trujillo se encuentran alrededor de la Plaza Mayor. En su lado norte, podemos ver el Palacio de los Marqueses de Santa Marta, que se construyó a finales del siglo XVI y fue reformado en el siglo XVIII.

Trujillo
Trujillo | Fuente: Flickr – Valentín Clemente

En el portal alto de la Plaza se encuentra la Casa de la Cadena, que fue la estancia de Felipe II en su camino a Portugal en 1583.

Otra de las casas señoriales de Trujillo es la conocida como casa del Peso Real, que se sitúa al oeste de la Plaza Mayor. También destacan el Palacio de los marqueses de la Conquista, que es uno de los edificios civiles más relevantes; y el Palacio de los duques de San Carlos, que es el edificio civil de mayor tamaño.

Es, sin duda, una preciosa localidad que se debe visitar con calma, recorriendo y contemplando cada uno de sus rincones y disfrutando de las maravillosas vistas que podemos contemplar desde la parte alta de su Castillo.

En definitiva, es una localidad que debemos visitar y apreciar por su importante patrimonio histórico, cultural y sociológico y su exquisita gastronomía.

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