Jo vaig amb mi: A Sol le gusta Martín, pero Martín nunca se ha fijado en nuestra protagonista, aunque es una niña muy especial. Lleva unas coletas muy divertidas, unas gafas demasiado grandes, unos vestidos siempre multicolores y -lo que la hace más diferente- lleva unas alas y muchos pájaros en la cabeza.

Martín sigue sin mirarla y ella, aconsejada por sus amigos, se cambia de peinado, se quita las gafas, comienza a vestirse como todo el mundo y pierde las alas y los pájaros y, de golpe, cuando finalmente ya es una más y se parece a la mayoría, cuando ya ha perdido todo lo que la hacía única, Martín se fija en ella. Pero Sol todavía tendrá que tomar otra decisión: ¿vale la pena cambiar nuestra manera de ser para agradar a los demás?