La Charca de la Nieta es una piscina natural que está situada en el municipio de Piedralaves, en Ávila. Esta consiste en una enorme charca de agua con bastante profundidad formada por un muro de contención que retiene las frías aguas de la Garganta Nuño Cojo.
Este es un lugar tranquilo en mitad de la naturaleza que es ideal para darse un refrescante baño cuando el calor aprieta durante el verano. En los meses de verano son muchos los que acuden a la Charca de la Nieta en busca de una zona de baño para todos aquellos que no puedan disfrutar de la costa en las vacaciones.
Si te apetece conocer la historia y gastronomía de Piedralaves y descansar unos días en familia, reserva ya aquí.
La Charca de la Nieta
La Charca de la Nieta cuenta con una leyenda acerca de su formación. Esta viene a decir que en el lugar en el que se encuentra, había una pequeña charca en cuyos alrededores crecía una planta que los lugareños de Piedralaves conocían comúnmente como la Nieta.
Por aquellos entonces, la Garganta de Nuño Cojo estaba siendo muy explotada con molinos de harina. Para uno de los molinos que se construyeron, se dispuso un azud que se remodeló en los años 50 levantándose un poco más el muro de contención. Esto originó las piscinas naturales que podéis ver a día de hoy en Piedralaves. Estas tienen un tamaño bastante más grande que la charca original y son mucho más profundas.
La Charca de la Nieta se compone de dos piscinas. Una de ellas es bastante grande y profunda, por lo que podréis tiraros al agua y nadar o jugar con los niños tranquilamente. Un poco más arriba hay otra piscina algo más pequeña, que cubre más o menos por la cintura, por lo que es un lugar seguro para que los más pequeños se den un chapuzón. Esta charca más pequeña vierte sus aguas en la piscina principal a través de una pequeña cascada.
Fuera de la piscina, cuentan con unas gradas dispuestas a modo de solarium donde puedes tumbarte a descansar y a tomar el sol. Además, en el otro extremo de la piscina encontrarás un chiringuito que abre en verano, donde podrás ir a tomar algo o a comer una de sus deliciosas paellas.
Para acceder a él, la Charca de la Nieta cuenta con un puente de paso que separa sus dos piscinas.
Podrás llegar a la Charca de la Nieta fácilmente ascendiendo por la calle Progreso en dirección a la Presa del Horcajo. El recorrido desde el centro del pueblo es de apenas 500 metros, pero si no quieres subir la cuesta andando, puedes hacerlo perfectamente en coche, ya que hay una zona apartada en el pinar donde podrás aparcar con facilidad y bajar a las piscinas por las escaleras habilitadas para ello.
El pueblo de Piedralaves
Piedralaves es un pueblecito enclavado en la ladera de una montaña. Esto está muy presente en su estructura y en la formación y características de sus casas.
El encanto principal de su arquitectura reside en los materiales que se han empleado para su construcción, que vienen dados del entorno natural en el que se encuentra. La mayoría de las casitas que veréis si callejeamos por el pueblo están compuestas por piedra de granito y madera de roble, pino y castaño.
A día de hoy, en Piedralaves podéis seguir contemplando las preciosas casonas tradicionales, de las cuales, muchas cuentan con varios siglos de antigüedad.
Justo enfrente del Ayuntamiento se encuentra la Torre del Reloj, que es una torre de piedra que marca la hora a todo el pueblo. Se puede acceder a ella a través de una escalera de caracol que se ha construido utilizando las propias piedras de la Garganta Nuño Cojo. Además, en la Torre del Reloj se encuentra actualmente la oficina de turismo del pueblo.
En cuanto a la iglesia principal de Piedralaves, es un edificio que se construyó a finales del siglo XVIII. Está formada por una sola nave y un presbiterio, con una maravillosa decoración mudéjar que es una prueba de su pasado de dominación árabe.
En el altar mayor encontraréis un retablo barroco policromado con tallas de ángeles y de una imagen de San Antonio de Padua que preside el templo como muestra de ser el patrón de la parroquia, a la cual da nombre.
El monumento más representativo de Piedralaves es la Cruz de los Enamorados, que está situado enfrente de la Iglesia de San Antonio de Padua. Este fue colocado en 1681 y su nombre se debe a que era el lugar en el que las parejas de enamorados se reunían a la salida de la iglesia.
Finalmente, si queréis parar a comer o cenar, encontraréis varios restaurantes. Entre los lugares más recomendables se encuentran La Bodeguilla o La Trastienda Gastrobar.
Si te apetece conocer la historia y gastronomía de Piedralaves y descansar unos días en familia, reserva ya aquí.
